—____ Hargreeves —una voz pronuncio mi nombre perfectamente, sin margen de error.
—¿Donde estoy? —pregunté tocándome el pecho dándome cuenta que ya no había herida ni dolor.
—Donde tienes que estar, ¿cuál es tu destino? ¿A donde quieres ir? —preguntó. Se trataba de una mujer adulta de más o menos 45, rubia de cabello muy corto, y lentes para la vista cansada, vestia con un vestido discreto de los 80, o 90 tal vez...
—¿Estoy...
—Mmj... —afirmó.
Estaba muerta.
—Ben... —fue lo primero que pude y quise decir.
—¿Estas segura? Deberías de verlo primero y luego tomar una decisión —pidió.
—quiero verlo —afirmé.
—Okey, entonces vamos —caminamos por un sendero de árboles bañados en blanco, tal vez nieve.
—ahí esta... —señaló el final del camino el cual se iluminaba con color—, dejaré que lo veas y luego tomes una decisión, esta en ti cambiar las cosas...
Asentí más que feliz, y corrí hasta terminar el camino, pero cuando esto pasó, y lo vi, ahí estaba, con Jennifer, reían y comían juntos, la mujer que antes me guió por el camino ahora estaba a mi lado.
—¿por que esta con ella? —pregunté con los ojos hecho agua y la voz enredada.
—Por qué ella es donde debe de estar, ¿Donde debes de estar tú?
—¡Estaba loca! —me exalté.
—pero se amaban, siempre se han amado... si no sabes a donde ir...
Entonces lo entendí, no importaba cuan enamorado estuviera de mi, si Jennifer se aparecía ese amor se disolvia como sal en agua y el correría con ella, no importaba si estuviera loca o si ella había provocado su muerte, su corazón pertenecía a ella, siempre ella como el mío a él, a Ben, sin importar el daño que esto me provocará, pensaba que Ben era donde debía estar, pero si me quedaba ahí lo único que iba a hacer era condenarme más y tal vez condenarlos a ellos, eso no era correcto, no estaba bien.
—¿Que lugares hay para alguien muerto? —pregunté ya algo rendida.
—El que te imagines ¿que tal con otro familiar o un lugar que siempre quisiste visitar? —respondió mientras me encaminaba de regreso por el sendero.
—Cuando seamos grandes deberíamos ir a vivir a la playa —propuso Cinco recordando las últimas vacaciones en la playa.
—Si, todos los días podríamos caminar por la arena —agregó Klaus.
—¿Que dices ____? ¿Nosotros tres viviendo en la playa?
Me reí —seria estupendo.
—La playa... —musite de pronto.
—Hay alguien ahí que-
—No, nadie, solo quiero ir ahí...
Era mi última opción, aquella fue mi última decisión, la mejor decisión... era hora de levantar mi corazón y llevarlo a donde pertenecía, y tal vez, ya no en vida, pero donde pudiera ser amado...
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¿Estado? Liquido 🥀. Con esto doy concluida la historia... pero recuerden que haré un anuncio pronto... 💙