—Ben... —Llame una última vez.
Esta vez si me miró.
—¿Podemos volver a la casa?, no me siento bien —mentí.
—¿Ahora? Ve sola, me quedaré un rato más —dijo, ni siquiera espero a que me fuera, se levantó de su lugar y se cambió de mesa... con la chica.
Me retire algo rendida y no dije nada al regresar, solo me encerré. Hablaría más tarde con él.
***
—¿____? —llamo Ben después de la cena.
—Dime.
—¿Irías conmigo mañana al centro? —pidió.
"Una cita" pensé.
—Si claro, ¿a que hora? —Pregunté entusiasmada.
—En la tarde, después de la comida, yo te busco.
—Si, estaré libre —complete aún que ya se había ido.
—¿Hola? —llegó Klaus moviendo sus manos por mi cara—, llamando a mi hermana al planeta tierra.
—¡Klaus! —salude y me le colgué del el cuello.
—Linda, ¿vas a hacer algo mañana? Cinco me dijo que-
Lo interrumpí, si, ya tenía planes —Si, saldré con Ben —respondí más entusiasmada de lo que quise sonar.
—Bien, será para la próxima —dijo con simpleza— ¿irá Jennifer? —cuestionó.
¿Jennifer? ¿Quien era Jennyfer?
Lo miré confundida —¿Quien?
—La nueva amiga de Ben —respondió sin saber que eso hizo que algo en mi pecho se sobresaltara.
CELOS.
—Ah... claro, Jennifer, si, em... no... —titubee—, creo que solo seremos nosotros dos, como una cita —enmarqué para disimular que me sentía humillada.
—Bueno, diviértete hermanita —finalizó nuestra conversación y se fue a buscar a Cinco.
Al día siguiente nos llamaron al comedor para comer y después, como lo había dicho, Ben se presentó en mi habitación para salir.
—¿A donde vamos? —pregunté con la intención de que mencionara a la tal Jennifer.
—Vamos al centro, ya te lo había dicho tontita —respondió con una sonrisa de oreja a oreja.
—¿A que? —interrogué.
—a... a pasear, no se, comer, ¿al cine? —dudo nervioso.