Ａｍａｒｉｓ | ʀᴏʙɪɴ ʙᴜᴄᴋʟᴇʏ

family line

2/5

I was a kid but I wasn't clueless
(Someone who loves you wouldn't do this)
All of my past, I tried to erase it
But now I see, would I even change it?
Might share a face and share a last name, but
(We are not the same)

Conan Gray

You can let it go
You can throw a party full of everyone you know
You can start a family who will always show you love
You don't have to be sorry, no

Harry Styles

El auto acababa de frenar en la puerta de mi casa. Mi padre estaba allí, pude ver que las luces estaban prendidas.

- ¿Qué hacemos aquí?- preguntó Dustin.

- Tengo que buscar algo. Quédense aquí- Steve trabó la puerta antes de que pueda salir.

- Voy contigo.

- No, tú te quedas con ellos. Debo hacerlo sola- él seguía sin destrabar la puerta- Estaré bien, Steve. Lo prometo. Sólo... déjame encargarme de esto.

Apenas salí del auto, me quedé parada en la puerta de mi casa. ¿Qué iba a decirle? Hola papá, probablemente me muera en unas horas por no tener una canción favorita. ¿Crees que puedas comportarte como un padre por primera vez y decirme que todo estará bien?
No, eso no funcionaría con él.

Cuando abrí la puerta todo lo que se escuchaba era la televisión. La casa ya no tenía el olor a limpio que hace días.
Sin que él note mi presencia, fui hasta mi habitación y agarré lo que necesitaba.
Abrí la puerta para irme y él estaba del otro lado. Esperando.

- ¿Dónde has estado?- se veía demacrado. Como si no hubiera dormido en días. ¿Es posible que él estuviera preocupado por mí?

No seas ilusa. Solo sabe preocuparse por él mismo.

- Con una amiga. Tenía unos problemas- me agarró del cabello y tiró de él. Acercó su cara a la mía para hablar, olía a alcohol barato.

- ¿Qué amiga, Amaris? ¿La puta con la que te juntas a coger?- Sabía que sé refería a Robin y yo no iba a dejar que la trate así.

- Creí que te había quedado claro cuando te dije que no la llames así- dije entre dientes y apenas termino de hablar, él me golpea. A puño cerrado. Mi cabeza latía y me dolía la cara. Eso iba a dejar una marca.

- Repítelo- me exigió. Cuando vio que no contesté me acorraló a una de las paredes de mi habitación, apenas vi que levantó la mano de nuevo, saqué el pequeño revolver que Hopper me había dado de mi cintura y apunté a su cabeza.

- Vuelve a llamar a mi novia de esa manera y te vuelo la cabeza. ¿Se entendió o necesitas que te lo repita?- sus ojos se habían llenado de lágrimas. Aquí vamos.

- Amy, mi amor, ¿qué crees que haces?- preguntó con falsa inocencia.

- Estoy muy cansada de tenerte miedo. Estoy cansada de justificar lo mal padre que eres. Estoy cansada de hacer todo para que me quieras y que aún así no sea suficiente. Me cansé- a esta altura había bajado el arma pero no la había soltado.

- ¿Tú estás cansada? ¿Cómo crees que me siento yo al ver que mi hija terminó de esta manera?- me preguntó con un dolor fingido.

- ¿,De esta manera?- pregunté sarcásticamente- ¿Tienes idea de cuánto me hiciste sufrir? Era una niña y me hiciste pasar por todo eso. Yo fui quien levantó tu trasero ebrio del portico cuando tenía 10 años. Yo. ¿Cómo creíste que terminaría?- resoplé mientras volvía a reír un poco- Y ahora me tratas como si fuera estúpida, no sé qué esperaba viniendo aquí- hablé en voz alta pero para mi misma.

- Deja de querer encubrir tu falta de respeto con estúpidas excusas, Amaris. Ahora suelta la maldita pistola- me exigió.

- Tú ya no me das órdenes.

- ¡Tú tienes que hacer lo que yo te diga!- gritó golpeando una de las paredes, él se veía realmente fuera de sí- ¡Yo soy el adulto y tú la niña, se llama respeto!

- ¡Tú no quieres una mierda de respeto, tú quieres control! Querías controlar a mamá y ahora quieres controlarme a mí. Y yo no estoy dispuesta a darte más control sobre mi vida del que ya te dí- Su cara estaba roja del enojo y su puño se apretaba con fuerza. Yo me sentía cada vez más indefensa, más dolida.

- Yo te dí la vida, Amaris. Nunca podrás deshacerte de mi- cuando vio que mi fuerza había flaqueado, se acercó un poco más a mí- Tú y yo somos iguales- acarició mi rostro con delicadeza.

- No te confundas. Podemos parecernos y tener el mismo apellido pero tú y yo no somos lo mismo. Porque nunca haría que mi hija tenga que pasar por lo mismo que yo- escupí con enojo- De todas formas, solo venía a despedirme. No voy a volver aquí a ver como me arrastras a tu mierda.

- No te reconozco, Amaris- él puso su mejor cara de perrito mojado- Te veo a los ojos y la niña que crié ya no está ahí.

- Eso es porque tú no me criaste, Hopper lo hizo así que deja tu maldito papel de víctima- dije mientras me daba la vuelta para bajar la escalera.

- Amy, te amo. No puedes dejar solo a tu papá. No sé qué hacer sin ti- me dijo llorando a mis espaldas.

- Ese no es mi jodido problema- le respondí mientras bajaba la escalera.

Una vez que salí de ahí, Steve y los niños me esperaban fuera del auto.
Supuse que mi cara ya mostraba los restos del tremendo golpe que me había dado.

- ¿Qué mierda pasó ahí dentro?- me preguntó Steve agarrando suavemente mi cara- Lo voy a matar.

- ¿Amy?- me llamaron los chicos.

- Estoy bien, ¿si?- ninguno me creía- Ahora, vayamos a la casa de Nancy. Las chicas seguro tienen un plan.

Subimos al auto y me hice una bolita en el asiento. Todo el ambiente era tenso. Los chicos no sabían que mi papá era así. Supongo que los tomó por sorpresa.

Apenas llegamos a la casa de los Wheller, las chicas casi se mueren cuando vieron mi cara.

Nancy limpiaba la pequeña apertura que tenía mi mejilla mientras Robin prácticamente se aferraba a mi espalda afirmando que nunca más debía volver ahí.

Max había contado su experiencia con Vecna y yo les había contado todo lo demás. Desde el reloj, hasta la pelea con mi padre. Todos estábamos en estado de shock.

- Nosotros somos tu familia, Amy. No él. Así que no tienes que volver ahí nunca más- me aseguró Nancy poniendo su mano en mi rodilla. Y, por primera vez, me sentí en casa.