below the surface

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Are you feeling nervous?
His voice means to deceive you
My voice just wants to lead you
Below the surface
Built without purpose
Did we deserve this?
You're here to serve

Griffinilla




Una vez que dejamos a Max, Erica y Lucas en la casa y repasamos por última vez el plan, nos dividimos en dos grupos.
Eddie, Dustin y yo.
Robin, Steve y Nancy.
Nada podría salir mal y seguíamos el plan al pie de la letra.

- Oigan, pónganme atención- exigió Steve- Si las cosas salen mal en absoluto, aborten. Distraigan a los murciélagos, entretenganlos por un minuto o dos. Nos encargaremos de Vecna. No intenten ser lindos o hacerse los héroes, ¿Ok? Ustedes son solo...

- Señuelos- finalizó Dustin.

- No te preocupes, Harrington. Puedes ser el héroe- me burlé.

- Por supuesto, solo míranos... no somos héroes- él nos sonrió siguiéndome el juego, y antes de que Steve se vaya lo detuvo por última vez- Oye Steve... haz que pague.

Antes de que se vayan me acerqué a Robin y la abracé.

-Te am..- intenté susurrarle al oído pero me cortó.

- Ni se te ocurra decirlo porque crees que vas a morir- dejó un pequeño beso en mis labios y sonrió- Nos vemos luego.

Dustin, Eddie y yo vimos como los chicos se dirigían para un lado. Nosotros debíamos entrar en el remolque de Eddie. Antes de entrar, me detuve a hablarle.

- ¿Listo para ser un héroe, Eddie?

- Pero Steve dijo...

- No todos los héroes mueren, Munson. Algunos tienen un final feliz.

- Nombra un héroe que sea feliz, Amaris- me pidió Eddie y yo no supe qué responder- No puedes porque los héroes no tienen un final feliz.

- Nosotros sí- agarré su mano para reconfortarlo. Sin embargo, no creí una palabra de lo que dije.

- ¿Ya vienen?- nos gritó Dustin. Él definitivamente merecía un final feliz.

Cuando tuvimos la distracción perfecta, Eddie comenzó a llevarla a cabo.
Él estaba tocando la jodida Master of Puppets. Y se veía increíble haciéndolo.

- ¡Eddie debemos encerrarnos en 30 segundos!- solo asintió y continuó dando el concierto de su vida.

Lo había visto tocar antes pero nunca así. No podía dejar de mirarlo con admiración hasta que Dustin me sacó de mi trance.

- ¡Vamonos!- gritó. Eddie me ayudó a bajar del remolque. Y Dustin nos seguía.

Cuando entramos, nos relajamos.
Eddie se apoyó en una pared y yo estaba a su lado. Nos vimos y nos sonreímos.

- Te lo dije, Munson. Final feliz.

- El... metal... ¡más pesado!- Dustin y Eddie comenzaron a saltar. Todo iba genial, hasta que escuchamos el ruido de los murciélagos aún más cerca que antes.

Ellos estaban aquí.

Nos pusimos espalda con espalda los tres para poder cubrir todo de la mejor manera posible.

- ¡Hijos de puta! ¿Ya se dieron por vencidos?- gritó Dustin.

- ¿Tenías que decir eso?

En mi cabeza se reproducían todos los escenarios posibles que podían ocurrir. Y ninguno de ellos terminaba como quería.
No podía detenerme a pensar en eso mucho más, ellos ya venían.

- Están en el techo- informé. Seguimos el sonido y todos estaban golpeando en la pequeña ventilación del techo.

- No pueden entrar por ahí, ¿o si?- en ese momento rompieron la ventilación y nosotros comenzamos a apuñalarlos con nuestras armas.
Eddie había dejado de golpearlos.

- ¡Eddie!

- Hay que cerrarlo- exclamó- ¡Háganse a un lado!- clavó su escudo contra el techo.

- Bien hecho- felicitó Dustin. Ambos chocaron los cinco.
¿Era posible que haya sido tan fácil?

- ¿Hay otros ductos?- pregunté. Definitivamente había más.
Ahora los murciélagos inundaban la habitación.

- ¡Debemos irnos!- empujé a Dustin para que comience a subir- ¡Eddie tu turno!

- Sube, yo ya te alcanzo- la manera en la que me lo dijo, esa mirada en sus ojos. Él no iba a subir.

- Dijiste que subirías primero- susurré- Así que sube, porque no sé qué hacer si te dejo morir aquí- los gritos de Dustin resaltaban por encima de nuestra conversación- Dile a los demás que los amo, ¿si?

- No. Tú dicelos- apenas dijo eso, me tiró contra una de las paredes haciendo que me golpee la cabeza y que algo caiga sobre mi pierna.
Cortó la soga que nos conectaba con el otro lado y corrió el colchón.
No.

- ¡Eddie!- no podía dejar de gritarle. Mi pierna dolía como la mierda y sentía un poco de líquido correr por ella. Dustin también gritaba pero ya era demasiado tarde, Eddie ya había salido por la puerta. Luché para quitarme lo que tenía encima de la pierna y cuando lo logré, corrí lo más rápido que pude por Eddie. No sin antes gritarle a Dustin que se quede donde estaba, que yo me encargaría.

Mi pierna y cabeza dolían demasiado, como pude busqué alguna bicicleta hasta que dí con una.
Los chillidos de los murciélagos se escuchaban cada vez más fuertes, sin contar los gritos de Eddie.
Comencé a pedalear hasta que una voz me detuvo.

- Amy...- mi mamá. No. Vecna.

- Cállate- seguí pedaleando sin parar. Hasta que su figura apareció delante mío. Estaba mirando a los ojos de mi mamá, luego de años, sentí que mi mamá estaba conmigo otra vez.

- Amy, espérame- él estaba tratando de manipularme y yo lo sabía pero algo en el timbre de voz de mi madre me hizo detenerme- También puedes ser feliz aquí, Amy. Juntas. Conmigo.

- No eres real- continué mi camino- No eres real. No eres real.

Cuando llegué, los murciélagos ya no estaban ahí.
Ellos no estaban ahí.

- Eddie- susurré de la impresión y corrí hacia él- Eddie.

Pude escuchar a Dustin gritando nuestros nombres. Yo no podía dejar de llorar por la impresión de que mi primer amor iba a morir en mis brazos.

- Necesito llevarte al hospital, vamos- En ese momento Dustin se agachó a mi lado- No puedo perder a alguien más, Eddie. Por favor- rogué.

- No, no. Vamos. Levántate- intentó ayudarlo pero fue en vano.

- Necesito un segundo, un segundo- Me acosté en su pecho y él puso su brazo sobre mi espalda. Sé cuánto debe estar doliendole hacer eso. Dustin sostenía su cabeza con delicadeza- Al menos esta vez no salí corriendo, ¿verdad Dustin?

- No, no. No huiste- un sollozo salió de mi boca y Eddie acarició levemente mi espalda.

Sé que debería estar intentando reconfortar a Dustin o hacer algo con Eddie pero es imposible.

- Tendrás que cuidar a esas ovejas por mi.

- No, tú mismo lo harás.

- Lo dudo hermano. Di que vas a cuidarlas. Dilo- ordenó.

- Voy... voy a cuidarlas- Una voz retumbó en mi cabeza. Él estaba allí.

- Te lo dije, Amaris. Los peones son los primeros en ser comidos

- Basta, basta. Por favor- rogué

- Linda... no pasa nada- llamó mi atención Eddie.

- Solo quiero guiarte, Amaris.

En ese momento, puedo escuchar a Steve gritar nuestros nombres. Sinceramente, no puede importarme menos. No quiero desperdiciar lo que pueden ser mis últimos minutos con Eddie intentando buscar una solución que no funcionará. Quiero quedarme aquí. Abrazada a él.










buenass, cómo va???
potente el capítulo

Amaris | ʀᴏʙɪɴ ʙᴜᴄᴋʟᴇʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora