all for us

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I'm taking it all for us
I'm doing it all for love
[...]
Guilty or innocent
My love is infinite, I'm giving it
No need for prisoners
Bitch please, hands up, this is a stick up 'cause I'm

Labrinth



La noche anterior Robin se había quedado en la cama conmigo así que ahora está aferrada a mi mientras ronca un poco en mi cuello.
No voy a mentir, sí estuviera en otra situación, este me parecería el acto más tierno del mundo. Pero ahora solo puedo pensar en cómo solucionar el problema con Max.
Si ella no despierta, ¿qué se supone que haga? ¿Cómo puedo mirar al resto de los chicos a los ojos y decirles "su amiga no va a despertar nunca más"? Es horrendo.

Mientras sigo pensando en qué hacer para ayudar a Max, Robin se remueve y levanta su cabeza de mi cuello.

- Hola- susurra.

- Hola- el ambiente era tenso. No puedo juzgarla, básicamente le dije que quería morir y ahora debíamos seguir como si nada.

- ¿Pudiste dormir?

- Un poco- contesté apretando mis labios en una mueca- Estaba pensando en Max. Quiero ir a verla.

- Desayunamos algo y le pedimos a Steve que nos lleve, ¿sí? Estoy segura que Dustin querrá ir también- Dustin, había estado evitandolo desde lo de Eddie. Hasta donde sabía, Steve y las chicas se habían encargado de que él esté bien.

Cuando terminamos de hacer nuestras cosas, Steve pasó por nosotras y nos llevó al hospital.
Apenas entro por la puerta, veo a Lucas y Erica sentados en las sillas.
Me acercó y levantan la cabeza al mismo tiempo.

- Amy...- dice impresionado Lucas, como si el que yo estuviera allí fuera una epifanía. Casi salta de su asiento y me abraza por la cintura, escondiendo su cabeza en mi cuello- Me alegra saber que estas bien.

Estar bien. Estoy lejos de estar bien.

Lucas comienza a sollozar en mi hombro y pienso en la última vez que alguien lo habrá abrazado. Pienso en sí alguien siquiera le preguntó cómo está, cómo se siente.
Mientras lo reconforto, veo que Erica está con la mirada perdida. Extiendo mi brazo hacia ella para que se incluya en el abrazo y acepta argumentando que lo aceptará aunque no necesita uno.
Nos quedamos en esa posición unos minutos más hasta que Lucas comienza a hablar.

- Ella está ahí, por si quieres pasar- Miro a Steve y a Robin que siguen parados detrás nuestro y asiento hacia ellos. Debo hacerlo sola.

Me dirijo a la habitación y giro el pomo de la puerta despacio. Como si el más mínimo ruido fuera a despertarla.

- Max...- ella está conectada a demasiados cables, demasiados tubos. Me acerco lentamente y tomo su mano- Max, no sé si realmente puedas oírme pero voy a decirte algo y quiero que me prestes atención. Voy a hacer que despiertes. Cueste lo que cueste- dije con determinación- No estoy lista para que tú me dejes también.

En ese momento, una idea pasó por mi cabeza. Una idea que me llevaría directamente a la boca del lobo.

Cuando llegué devuelta a casa, le dije a Robin que iría por un pequeño paseo para despejar mi mente. La ciudad estaba destuida y todo era un desastre así que todo lo relacionado a Vecna me perseguía.
Guardé mis auriculares y walkman en mi mochila y me dirigí hacia la casa.

Entrar fue todo un desafío. Entre mi pierna y que toda la tierra estaba partida, tardé un poco en llegar dentro de la casa.
En el ático aún estaba la linterna que Lucas dejó la noche que ocurrió lo de Max.
Estaba titilando.
Él todavía está aquí. Puedo senrirlo.

- Dijiste que querías guiarme, aquí estoy- grité a la nada- ¿Por qué no respondes?- exclamé luego de unos segundos en silencio.

- Amaris...

- Quiero hacer un trato contigo- me arrepentiría de esto toda mi vida.
Cierro los ojos y cuando los vuelvo a abrir veo que estoy del Otro Lado de nuevo. Esta vez no luché, esta vez no me importan las enredaderas subiendo por mis piernas.

- Un trato... es decepcionante, Amaris... eres decepcionante- me dijo acercándose a mi. Esta vez mi voz no tembló, mis ojos se mantuvieron sobre los suyos y me dispuse a esperar lo que venía- Creí que lo entenderías pero eres igual de inepta que tu pequeño amigo...

¿Pequeño amigo?

Will.

- ¡Cállate! No te atrevas atrevas hablar de él.

- Él merece morir, al igual que Max Mayfield y Edward Munson. Todos ellos, todos ellos eran pequeños peones en mi gran tablero- acercó su garra a mi cara y aún así no flaquee.

- Cállate- remarqué cada sílaba. No iba a dejar que los siga mencionando- ¿No lo entiendes? Cierra la boca.

- ¡Deja de callarme!- ya lo había enojado.

- ¿Si no te digo que te calles cómo sabrás cuando hacerlo?- pregunté con una sonrisa en mi rostro.

Si presiono lo suficiente sé que él cederá. Sé que él estará dispuesto a cambiar la vida de Max por la mía.

- Amaris... siempre olvidas que, en cada ocasión, estaré tres pasos delante tuyo... no puedes vencerme cuando estoy dentro.

No había sido hasta que escuché eso que lo recordé.
Él está filtrado en mi cabeza, en mis recuerdos. No importa lo que haga, él siempre ganará.

- No te haré el favor de matarte para quedarme con tu vida. Tu amiga... ella dio su vida por ti... ¿Y tú qué? Intentas vencerme con un plan mediocre. Tan mediocre como tú. A la larga, vivir sin amor pesará más que morirte.

- Te dije...- contesté mientras las enredaderas subían por mi cuello, dejándome sin aire- que te callaras.

El agarre sobre mi cuello se intensifica y puedo escuchar un ruido proveniente de mi cuello.
Si esta va a ser la forma en la que voy a morir, no me interesa.
Todo lo que hice. Cada maldita cosa, fue por amor.

Mis ojos se cierran, cediendo ante la presión.
En ese momento, puedo escuchar Bohemian Rhapsody reproduciéndose de fondo. No es momento de volver. Aún no termino con él. O él no termina conmigo, pienso por otra parte.
Una fuerza que no puedo explicar me empuja y caigo en el suelo de la casa.

- No...no, no- dije mirando a mi alrededor. Robin y Steve estaban hablando, más bien despotricando contra mí pero no podía oírlos por el volumen de la música- Debo volver, puedo salvarla. Puedo salvar a Max- le dije a Steve agarrandolo de la remera desesperadamente. Mi cuello ardía mientras seguía pidiendo por favor que me deje volver.
Su cara reflejaba dolor. Sé que él quería que Max vuelva más que nada.
Bajó mis audífonos y habló calmado.

- Amy... no puedes salvarlos a todos- pasó su mano por mi cabello- Debemos seguir adelante. Y si no nos dices qué pasa por tu cabeza, no podemos ayudarte a hacerlo.

Ellos no lo entienden.
Simplemente no lo hacen.
No entienden lo estresante que es tratar de explicar lo que pasa por mi cabeza cuando ni siquiera yo lo entiendo.
Si les digo que me siento como una extraña dentro de mi propio cuerpo, que dentro de mi cabeza habita algo más fuerte que yo, algo de lo que no puedo deshacerme, ¿ellos realmente entenderían?






buenass, cómo va???
el próximo capítulo lo voy a publicar a la hora de siempre, o sea, 18:30 hora argentina.

Amaris | ʀᴏʙɪɴ ʙᴜᴄᴋʟᴇʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora