^ D𝕯𝖊𝖛𝖎𝖑 𝕭𝖔𝖘𝖘 ^|| Sungki

Capítulo 11

La sala de recepción fuera de la oficina de Satanás se veia exactamente igual: intimidantemente elegante e intimidantemente silenciosa, como si la gente tuviera miedo de respirar mal.

Yuna sonrió con evidente alivio cuando lo vio.

—¡Estoy tan contenta de que hayas vuelto! —Dijo ella, medio susurrando por alguna razón, como si Satanás tuviera un super oído y pudiera oírlos a través de la puerta cerrada. —Karina estaba tan segura de que no volverías, pero esperaba que estuviera equivocada.

—¿Por qué? —Dijo Niki, dejando un beso en su mejilla y estudiándola.—¿Cómo estás? Te ves cansada.

Yuna suspiró y miró con recelo la puerta cerrada.

—Estoy cansada. Últimamente ha estado de mal humor.

Niki la miró con incredulidad

—¿No lo está él siempre? —Riki dijo con un bufido.

Yuna hizo una mueca de dolor y negó con la cabeza.

—Ha estado peor. O simplemente nos acostumbramos a que sea más amable.

Yuna se rió entre dientes, metiendo un mechón de su cabello detrás de la oreja.

—Sé que no me crees, pero él realmente era más amable cuando estabas cerca. Menos severo.

—Bien , simplemente se desquitó de su mal genio conmigo, —dijo Niki , poniendo los ojos en blanco con una sonrisa.

Ella arqueó las cejas.

—Bueno, ciertamente se desquitó con Jake y Félix, pero no pareció ayudar. Felix se fue ayer llorando, literalmente. Nunca he visto llorar a un hombre adulto.

Niki arrugó la nariz, poco convencido . Seguía sin creerse que Park pudiera ser de alguna manera más horrible de lo que había sido con él.

—No importa, —dijo. —No estoy aquí para quedarme.

Su rostro cayó. Niki se negó a sentirse culpable por ello.

—Solo quiero hablar con él por un momento.

Ella frunció el ceño y miró con incertidumbre a la puerta.

El está ocupado. Tiene una reunión con el Director de Marketing en este momento.

—¿Sabes qué? No me importa, —dijo Niki. —Ésa es la ventaja de no ser más su esclavo personal - aka - empleado . No tengo que temblar en mis botas cada vez que Su Alteza frunce el ceño. Él no es mi jefe.

Excepto que su confianza pareció evaporarse en el momento en que abrió la puerta y quedó atrapado bajo la mirada pesada de esos ojos negros.

Niki tragó. Trató de convocar la ira que había sentido hace unos momentos, pero sus pensamientos seguían dispersándose, el familiar impulso de complacer a este hombre regresaba. Fue absolutamente repugnante.

Alguien tosió un poco y Niki apartó los ojos de los de Park. Se quedo mirando al hombre corpulento, sintiendo su confianza y propósito regresar ahora que él no estaba mirándolo a él nunca más.

—Hola, señor Choi, ¿Cómo estás? ¿Te importaria salir de la habitación mientras hablo con él?

Choi miró con impotencia a Park. Satanás no dijo nada, mirando a Niki con una expresión extraña. Había una pizca de irritación allí , definitivamente , pero aparte de eso , era difícil de decir.

—Vete, —dijo por fin, sin dejar de mirar a Niki. Niki no se movió, sabiendo que la orden no era para él. Era un poco repugnante lo bien que aún podia leer a este hombre y saber la diferencia entre que Park fuera un idiota con él y con alguien más.