Capítulo 18

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Mientras se sentaba frente a Christopher Bang en la oficina del hombre,  Sunghoon   se  sintió  más  molesto  que  cualquier  otra  cosa.

Había dejado atrás su antigua vida por  una razón. No disfrutaba de negociaciones como esta.  Siempre  había  sido  un  buen  negociador.  Era  bueno  para hacer que la gente se doblegara a su voluntad. Era una cualidad que  lo  convertía  en  un  buen  hombre  de  negocios.  Pero  estas  no fueron solo negociaciones comerciales.

Lo que estaba en juego era mucho mayor aquí.  Había  pasado  más  de  una  década  desde  que  tuvo  que  lidiar con     hombres     como     Chan,    peligrosos,     inflexibles     e impredecibles. No significaba que se hubiera olvidado de cómo hacerlo.

Sunghoon dejó  caer  el  silencio,  observando  a  Bang con paciencia  y  manteniendo  una  expresión  neutra. 

El  australiano tenía  la reputación   de   ser   un   hombre   despiadado,   pero   eso   no   le preocupó.  Había  estado  rodeado  de  hombres  así  desde  antes  de que pudiera caminar. En muchos sentidos, sus antecedentes eran similares, y si era cierto que Chan quería dejar atrás esa parte de  su  vida,  entonces  realmente  tenían  mucho  más  en  común entre ellos.

Pero un leopardo nunca cambió sus manchas, incluso si quisiera fingir ser un gato inofensivo. Sunghoon no se engañó a sí mismo  pensando  que  este  hombre  no  era  peligroso  o  que  no  lo usaría para su propio beneficio si se lo permitía. El silencio se prolongó. Finalmente,Chan suspiró, sus ojos azules fijos en él. 

—Creo que es hora de que hablemos con franqueza, —dijo. 

Sunghoon    solo   asintió.  

Habían   estado   eludiendo   el   tema durante  los últimos  días, conversando solo en  presencia  de otros sobre el trato comercial  que Chan estaba sugiriendo, uno que no  tenía  nada  que  ver  con  la  verdadera  razón  por  la  que  estaba aquí.  Ya  era  hora  de  que  hablaran  con  franqueza.  Sunghoon había tenido  tiempo  de  evaluar  a  Bang,  y  Bang probablemente había hecho lo mismo.

—Quiero que convenzas a tu padre de que me deje en paz, —dijo finalmente Chan, con un tono tan frío como su mirada. —Le  he  dejado  claro  que  he  terminado  con  ese  tipo  de  negocios, pero él está insatisfecho e insiste en que estoy rompiendo nuestro trato,  dejándolo  sin  redes  en  China,  Asia  del  Este  y  Europa Central.

—Y  no  puede  dejarlo  pasar  si  no  quiere  parecer  débil, —dijo Sunghoon,  reprimiendo  un  suspiro. 

El  orgullo  de  Kai  siempre había sido uno de sus mayores defectos. Bang   asintió   con   la   cabeza,   su   mirada   aguda   y evaluadora. 

—Francamente,  es  algo  que  puedo  manejar  yo  mismo  si  las cosas  se  complican,  pero  he  tenido  cuidado  de  mantener  mis manos limpias mientras trataba con mis otros asociados, y este es el   último.   Me   gustaría   terminar   sin...   complicaciones innecesarias. Estoy seguro de que entiendes lo que quiero decir.

Sunghoon  lo  hizo,  algo  sorprendido  pero  con  cuidado  de  no mostrarlo.  Entonces  era  cierto  que Bang  quería  distanciarse de sus raíces criminales. Este problema con la mafia Seúl coreana era algo   que   podría   resolverse   contratando   a   algunos   sicarios talentosos,   pero   Bang  claramente   no   estaba   dispuesto   a arriesgarse,  ya  que  quería  convertirse  en  un  ciudadano  honrado.

Sunghoon  se  preguntó  ociosamente  qué  había  motivado  a  este hombre  a  hacerlo.  Dudaba  que  Chan  hubiera  tenido  un cambio  repentino  de  opinión.  Los  hombres  como  él  generalmente no    lo    hacían.    Cualesquiera    que    fueran    sus    motivos, probablemente eran egoístas. Como había sido el suyo.

^ D𝕯𝖊𝖛𝖎𝖑 𝕭𝖔𝖘𝖘 ^|| SungkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora