ʕ´•ᴥ•'ʔ
— ¿Qué estamos haciendo en este lugar, no se supone que me ayudarías a mudar a tu departamento?
— Bueno en realidad, ese departamento ya no es mío
— ¿Qué?, ¿Cómo que ya no es tuyo, ahora dónde viviré?
— Tranquilo Yeonjun, creo que Beomgyu no te explico que nuestro contrato estaba por expirar por estos días – soobin mentía con tal descaro que parecía verdad, no es que su contrato estuviera por expirar porque de hecho aquí pequeño departamento era uno de sus tantos inmuebles que había adquiero gracias a su trabajo dentro de la organización.
Soobin no era un tipo rico, pero tampoco era un pobre diablo, tenía una buena vida y un buen sueldo que le facilitaba la compra de inmuebles en un solo pago.
Por otra parte Yeonjun era un simple universitario que tenía que trabajar horas extras para pagar los viajes estudiantiles, la renta que compartían con Taehyun y sobre todo su comida.
Yeonjun vivía al día, como cualquier otro estudiante.
— Una pregunta a la ves
— ¿Dónde se supone que vamos a vivir?
— Por eso estamos aquí, digamos que me están rentando está propiedad por un buen precio
— Esto es una casa, y está en una buena zona, seguramente el precio de la renta será sumamente elevado, yo… yo, no puedo costear esto, creo que será mejor que busque un cuarto en la residencia de estudiantes.
Yeonjun tenía razón, parecía tan ridículo que les rentaran una bonita casa a un precio demasiado bajo, pero es que por alguna razón soobin había querido impresionar al Omega.
Quería ir alguna razón demostrar que podía tener una buena vida a su lado, que podía tener un bonito hogar en una zona segura.
Soobin estaba divagando tanto porque aquella casa la compro meses atrás, cuando vio casualmente pasar al Omega pelinegro enfrente del restaurante chino dónde se estaba asegurando y encargando de que el dueño pagará la cuota a tiempo.
Soobin se había enamorado de un hermoso pelinegro, un hermoso chico que lo había inspirado a comprar una casa, en un buen lugar.
Así que cuan nuevamente vio al hermoso chico y ahora frente a él no pudo evitar fantasear aún más.
Yeonjun era todo lo que gustaba, hermoso, inteligente y curioso.
Así que aunque no lo pareciera, desde que Beomgyu lo presentó, se había propuesto conquistarlo.
— ¿No te gusta?
— No es eso, pero… no creo que pueda pagarlo
— Descuida, no tienes porque pagar renta
— No quiero vivir de gratis, no necesito caridad
— Nunca dije que vivirás gratis, podemos dividir los gastos del lugar.
Aquella idea sonaba mucho mejor para Yeonjun, pues después de todo la casa era sumamente bonita y acogedora.
Solo quedaba un problema más que resolver.
El celo de Yeonjun estaba a unos cuantos días de manifestarse y lastimosamente aún no encuentra los supresores que le ayuden a calmar su calor.
Hasta ahora no había sido tan grave su tiempo de rut, ya que al vivir con otro Omega lograba que su celo permaneciera casi inexistente.
Pero ahora no está tan seguro si aquello permanezca en calma, pues Soobin le inspiraba a tantas cosas y no precisamente cosas tiernas e inocentes.