Un amor que te estremezca la vida.

Capítulo 5

La última semana había sido un poco caótica, mi dia comenzaba mas temprano que de costumbre, sumándole más carga de trabajo a Sarah con Emily.
Porque con mi padre no podía dejarla ni un minuto sola.

Mi experiencia en la cocina era un desastre y el temor de que Nina se iba ir en un par de dias me aterraba.
Le suplique a William que contratara una cocinera, pero el se rehusó y me dijo que no me diera por vencida tan fácil, asi de simple era para el.
Y después de eso, ya no lo volví a ver en los últimos cuatro días porque se fue de viaje, asi que sólo iba a pasar el rato en su casa pues no tenia que hacer. Aunque todos los dias Nina me daba una clase intensiva de cocina en teoría.

- Danielle, no queria decírtelo porque no sabía si era un hecho, pero a mi prometido lo quieren en su nuevo empleo antes de lo acordado, asi que hoy es mi último dia. - me dijo Nina mordiendose el labio inferior con nerviosismo.

- ¡¿Que?!  - me levante del asiento de un salto - no me puedes hacer esto, te necesito demasiado y para continuar con mi desgracia William no quiere que alguien más le haga de comer. Me voy a morir. - volví a sentarme.

- Si lo haces mejor. - dijo con el fin de motivarme.

- Pero no lo suficiente. Creo que tendré que renunciar.

- No te des por vencida Dani, este trabajo es una maravilla, no haces mucho esfuerzo y el señor paga muy bien. Si yo me quedara en la ciudad, ni loca lo hubiera dejado. Pero tengo que seguir a...

- Tu hombre. - resople.

- Si, asi es. Aprovecha que el señor William no está y toma unas clases de cocina.

- Son muy caras Nina. - dije en un puchero.

- Lo sé querida, pero eres una mujer soltera y con un buen sueldo, lo puedes hacer.

<< Si supiera que todo se lo toma mi flamante padre >> dije para mis adentros.

- Tienes razón, ya haré algo.

* * *

Más dias llegaron, y Nina se despidió de mi definitivamente.
Entonces pensé que si nadie utilizaba las cosas que estaban en la nevera se iban a echar a perder, asi que comencé mis clases de cocina por mi cuenta y claro con la ayuda del poderosisimo you tube.
Durante cuatro días hacía el desayuno, la comida y la cena donde mi comensal principal era yo misma. Y debo de admitir que si mejoré mucho, además esto me tenía bien entretenida que me olvidaba por completo del caos que era mi vida allá afuera.

No sabía en qué momento llegaría William, y la verdad estaba deseando que no fuera tan pronto para pulirme mejor.

- Bueno, hoy es dia de unos ricos y deliciosos hot cakes. - dije para mi en voz alta. - ¡Te van a quedar perrisimos Danielle vas a ver! - me alentaba a mi misma. - lo primero es la harina. - pero justo después de verter la harina en el bowl, también cayó una mosca, de esas horribles de panteón diría pedrito sola. Entonces tomé con mi mano el puñado de harina donde estaba la mosca moribunda y sople para quitarla.

- Buenos dia.... - toda la harina salió esparcida hacia el carismático rostro del mismísimo William que acababa de llegar.
Porque no llegó ni un segundo antes, ni después. Llegó justo en el momento preciso para recibir la explosión de harina y mosca que había ocasionado yo.

Su cara quedo cubierta de polvo blanco y yo no sabía que hacer, si disculparme o de plano echarme a reir porque, aunque mi cerebro me pedía serenidad quería soltar una buenísima carcajada.

- Lo, lo, ¡Ay! De verdad lo siento mucho. - rebusque entre los cajones en busca de un pañuelo para limpiar el desastre que habia ocasionado.

- Es un genial recibimiento, de verdad, solo que te faltó algo. - dijo con seriedad.