Capítulo 14

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Danielle.

Vi por el cristal como Wendy se iba llorando y el, William, se quedó parado y con su mano peinaba su cabello constantemente.
De pronto, volteo a mi ventana y vio que estaba ahí.
Rápidamente me alejé y me metí en el baño a darme una ducha.

Repetía constantemente en mi cabeza, que no debería sentirme como lo estaba haciendo ahora, que William aunque tenía un trato conmigo era un hombre libre.

Entonces escuché la puerta de mi habitación, estaban tocando.

No respondí.

Volvieron a tocar, pero de igual manera no respondí.

Siguieron tocando pero ahora en la puerta del baño.

- ¿Danielle, estás ahí? - se escuchó su voz detrás de la puerta.

- Si, ahora salgo. - tuve que contestar.

- Te espero afuera.

Con un suspiro, comencé a cambiarme.
Cuando salí, estaba sentando en la orilla de la cama.

- Hola. - saludé con una media sonrisa. El ambiente estaba bastante incómodo.

- Danielle, déjame explicarte. - hizo amague de levantarse.

- No, por favor no me expliques nada. Es tu vida personal y lo entiendo. - lo detuve.

- Pero yo quiero explicártelo.

- No lo necesito William, de verdad.

- Pero yo si lo necesito. - me miró fijamente.

Estaba atormentado, se le veía en su rostro.

Aspire y solté todo el aire en mis pulmones.

- Esta bien. - y me paré frente a el.

- No se por donde empezar. - dijo. - Cuando terminó todo entre Anastasia y yo me sentí perdido. - cerró los ojos con fuerza. - esto de verdad es vergonzoso y no quiero justificarme ni que me entiendas solo... - se quedó en silencio unos segundos.

- Esta bien William, no te atormentes. - quise cortar la conversación.

- Una noche. - continuó. - fui a un bar y comencé a beber mucho, entonces Wendy vino a mi. Te juro que sólo tengo el recuerdo de su rostro sonriendome y ya no recuerdo más, sólo que al dia siguiente desperté en su departamento. - agachó su rostro. - me sentí fatal, más cuando ella quiso seguir con lo que pensó había comenzado, le hable con la verdad y ella dijo que me esperaría cuando estuviera preparado, pero nunca lo estuve. No pude verla de esa manera. Pero sólo fue una vez no más.

Nos quedamos en silencio por un par de minutos.

- ¿Me creés? - me miró.

- ¿Por qué no debería creerte? - le respondí.

Sonrió y se acercó a mi, y sin esperarlo me abrazó.
Parecía que... Con aquello que le había dicho se habia liberado de un peso de ensima.

- William, no tuviste porque haberme explicado tu situación, no deberías martirizarte por lo que los demás piensen de ti. - le devolví el abrazo.

- Lo sé, pero necesitaba que tu creyeras en mi. - nos separamos un poco. Era muy alto, asi que lo vi a los ojos pero con el peligro de que se me dislocara el cuello..

Era tan extraño, nuestras miradas estaban conectadas, presentía que había muchas cosas por decir, nuestros ojos lo gritaban, pero nuestros labios estaban en silencio.

- Dani.. - el comenzó a hablar, pero al mismo tiempo su celular sonó y volvió a callar.

Nuestros brazos aún estaban abrazando el cuerpo del otro, asi que enseguida me separé de el.

Un amor que te estremezca la vida. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora