Capitulo 42

72 10 10
                                    

Danielle.

Volví a tocar sus suaves labios con los míos, era como si fuera la primera vez que lo hiciéramos.
Me abrí caminó hasta tocar su lengua y así disfrutar a plenitud la dulce miel de su boca.

El por su parte me correspondió incluso con más intensidad y sus brazos se ciñeron a mi cuerpo como si tuviera miedo de que me fuera.

Si supiera que no me iría ni aunque el me lo pidiera.

Tomé sus cabellos y lo acerqué más a mi como si eso fuera posible.
Nos separamos por falta de oxígeno y el entonces comenzó a repartir besos húmedos por todo mi cuello.

Estaba tan extasiadas que quería subirme arriba de el pero, estábamos en un lugar público y eso era imposible.

- Vayamos de aquí. - le susurré entre jadeos.

Se separó de mi de manera abrupta. Pensé que tal vez le había molestado mi propuesta.

No dijo nada, solo tomó de un trago la bebida que había dejado a medias y sacó unos billetes para pagarle al barman.
Después tomó mi mano y me jaló.

Sonreí cuál chiquilla y corrí tras de el.
Caminamos por el estacionamiento tomados de la mano y tomando como excusa el frío me pegué a el.
Cuando llegamos al auto, Will tiró de mi y me acorraló entre su cuerpo y el coche para volver a besarme con intensidad.

- Estaba loco por volver a tocarte. - dijo entre besos mientras acariciaba con avidez mis nalgas.

De un brinco me subí al cofre del coche y acerqué mi entrepierna a la suya, quería sentirlo y parece que el también necesitaba lo mismo pues comenzó a frotar su pelvis con la mía.

- ¡Ahh! - gemimos al unisono mientras seguíamos en nuestra sesión de besos.

- Disculpen. - se aclararon la garganta y escuchamos una voz derrepente.

Paramos de besarnos para ahora observar a un policía que nos veía con desaprobación.

- ¿Si saben que es un delito dar este tipo de escénitas en vía pública?

- Pues lo siento, que la gente se voltee a otro lado si les molesta. - el alcohol había convertido a Will de un hombre cortés a un chico malo .

- Ya veo. - el policía comenzó a molestarse más . - entonces me temo que me los llevaré detenidos.

- ¡Ah no! - Will sacó dinero de los bolsillos y se los dió en la mano al policía. - ni usted ni nadie me arruinará está noche con mi mujer. - me tomó por la cintura y me bajó del auto.
Abrió la puerta y me apresuré a meterme mientras el policía le gritaba molesto a William que se detuviera si no habría consecuencias.
Will hizo caso omiso y encendió el auto para marcharnos a toda velocidad mientras la autoridad nos perseguía.

Me sentía cuál adolescente teniendo una aventura con el chico guapo y malo de la preparatoria.

Will condujo como un loco hasta que por fin logramos deshacernos del policía.

Soltamos una caracaja por lo que acababamos de hacer.
Entonces el me miró de la forma que tanto extrañaba, esa mirada que me desarmaba en cuestión de segundos.

- Vamos a mi hotel. - besó el dorso de mi mano.

Yo sólo asenti embelesada.

Saqué el celular de mi bolso y le pedí a Violetta que se hiciera cargo de los niños en lo que llegaba a casa.

Una vez que llegamos al hotel donde William se hospedaba todo comenzó a tomar sentido.

Estaba aquí, con el y juraba por mi vida que no lo dejaría ir de nuevo.

Sus manos recorrieron mi cintura mientras sus cálidos besos los repartía por mi cuello.

- Te eché mucho de menos. - susurró contra mi piel.

Yo deslicé mis manos entre sus cabellos

- Te amo demasiado Will, amor mío. - fue lo qué necesitaba mi alma decir, era lo que gritaba desesperada desde que lo conocí.

En un movimiento el tomó mis piernas y me cargó a horcajadas
Y me presionó contra la pared.
La dulce sensación de la frescura de la pared y su exitante cuerpo caliente hacían la combinación perfecta para volverme loca, aunque técnicamente cualquier cosa que hiciera este hombre me volvía así.

Nos besamos apasionadamente mientras nuestras manos recorrían el cuerpo del otro.
Desabotone su camisa y me deshice de ella.
William me desnudó por completo y volvió a cargarme ahora llevándome hasta el gran ventanal que había en su habitación.
Dejó de besarme para correr la cortina y así descubrir la vista panorámica de la ciudad de París.
Volteó a verme de forma perversa, lentamente caminó hasta mi y se situó detrás, puso sus manos sobre mi vientre y comenzó a besar mi cuello mientras me guiaba hasta la ventana.

- Agárrate, lo necesitarás. - susurró en mi oído mientras ponía mis manos sobre el cristal.
Con sus manos traviesas tomó mis senos y comenzó a masajearlos.
La sensación de adrenalina me estaba invadiendo al ver la silueta de mi cuerpo desnudo en el cristal y como sus manos me estaban acariciando.
Su mano bajó lentamente hasta situarse entre mis piernas, al verlo suspiré fuerte. Entonces comenzó el vaivén de sus manos tomándome entera. Era tan facinantemente exitante ver aquella escena desde el cristal y aún más sabiendo que en cualquier momento alguien nos podía observar.
Recosté mi cabeza contra su hombro y cerré los ojos disfrutando como sus ansiosas manos me tocaban.
De un momento a otro sus manos me soltaron, abrí los ojos contrariada y me encontré con mi hombre arrodillándose frente a mi, me miró con devoción y me dijo: - Quiero volver a saborearte. - después agarro mis nalgas y me estampó contra su boca.

Ahora entiendo porqué me advirtió que me agarrará fuerte del cristal.

Con su lengua comenzó a probarme, chuparme, a hacerme suya.

- ¡Ahh! - exclamé extasiada y temblorosa cuando el deseado orgasmo llegó.
Will se paró y se volvió a situar tras de mi.
Mi cuerpo a estás alturas ya estaba inestable por la ola tan abrazadora que acababa de experimentar.
El, ahora con firmeza tomó mis caderas y con agilidad me penetró de un sólo movimiento.
Mis brazos se enredaron en su cuello buscando apoyo.

Se sentía increíblemente bien volver a ser suya, tan irrealmente bien.

Mis piernas empezaban a fallar así que él con delicadeza me tomó y me recostó en la cama.

Me aferré a su pecho y aspiré su aroma, quería convencerme que no era un sueño, que ésto estaba pasando de verdad.

Cuando recobre un poco el aliento acurrucándome en su pecho comencé a decir.

- Amor, yo...

- Shh. - me silenció. - Dejemos que el silencio hable por nosotros.

Sonreí, me enderece un poco para verlo a lo ojos y lo besé tiernamente.
Después me volví a recostar en su pecho y me quedé dormida.

* * *

A la mañana siguiente los primeros rayos de el sol comenzaron a entrar a la habitación por culpa de la cortina que habíamos desarreglado un poco anoche.

Sonreí como estúpida al recordarlo y de inmediato voltee pero a mí lado no sé encontraba nadie, solo había un papel.

Lo tomé y comencé a leer ...

"Demanda de Divorcio"

Estaba en el encabezado....

Gracias por leer 💋
Abby ✨

Un amor que te estremezca la vida. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora