Un amor que te estremezca la vida.

Capítulo 20

Danielle.

El aire se escapó de mis pulmones, sentí como la sangre bajó a mis pies.

<< ¿Escuchó algo? >>
Fue lo primero que pasó por mi mente.
Tragué en seco y volteé a ver a Amelia que estaba igual o mas preocupada que yo.
Luego lo miramos a él y esperamos que comenzará a hablar para saber si había escuchado toda nuestra conversación.

- ¿Que pasa aqui? ¿Por qué están llorando las dos? - mi sangre comenzó a fluir nuevamente. Estábamos salvadas. Por ahora.

Estaba por inventar cualquier excusa cuando Amelia se me adelantó.

- Vine a despedirme de Danielle formalmente, nos tomamos tanto cariño que, fue imposible no derramar un par de lágrimas.

- ¿Eso es cierto Danielle? - ahora fijo su vista penetrante en mi. Con el cuerpo que parecía gelatina miré a Amelia y ella me hizo un gesto, instandome a que le siguiera el juego.

- Si, asi es. - fue lo único que dije.

- Mamá, no es como si te estuvieras despidiendo para siempre, iremos a visitarlos en vacaciones. - dijo William - Bueno. - hizo una pausa y me miró. - eso espero - volvió a centrarse en su mamá.

- ¿Como que eso espero? - Amelia alternaba su mirada entre William y yo.

- Lo digo por el trabajo mamá, no te preocupes. - la abrazó. - Ya es hora de llevarlos al aeropuerto, si no, perderán su vuelo. - la instó a salir y ella lo obedeció.

Nos subimos al auto y emprendimos el viaje hasta el aeropuerto.

Alice no dejaba de parlotear como sólo ella sabía, el resto de nosotros solo escuchábamos y reíamos con sus ocurrencias. Excepto Will.
El sólo se concentraba en conducir. Su mirada estaba puesta en el camino y su semblante estaba estoico. Sabía que tenía algo en mente.

<< ¿Y si se trataba de mi? >>
<< ¿Y si no nos creyó la historia a Amelia y a mi? >>
<< ¿O habrá escuchado algo y decidió callar? >>

Su silencio me estaba matando a cada minuto.
Vi por el retrovisor y me topé con la cara de Amelia, se le veía el terror en su semblante, estaba pensando lo mismo que yo.

¡Maldita sea!.
¿Y si tal vez era lo mejor? Después de todo si ya lo sabia su reacción no estaba siendo como la imaginaba.

Llegamos al aeropuerto y antes de que se me escapara lo alcance y tomé su mano para entrelazarla con la mía.
El sólo me miró y me regalo una media sonrisa.
Algo andaba mal, lo sabía. Uff! Que difícil es esto de no saber leer las mentes de las personas.

Nos despedimos de su familia y de regreso a su auto, soltó mi mano.

- Tengo cosas urgentes en el trabajo. - dijo después de mucho silencio.

- ¿No se suponía que estábamos de luna de miel? - pregunté.

- Si, pero trabajo es trabajo. ¿Sabes conducir? - pregunto sin preámbulos.

- Algo, el esposo de Sarah me dio unas pequeñas..

- Perfecto. - me interrumpió. - te llevaras el auto, las llaves están adentro.

- ¿Que?. - me quedé confundida, William no resolvió mis dudas. Cuando reaccione ya tenia su mano levantada hablandole a un taxi, quien enseguida se paró frente a el. Will subió, y se fue.

Apenas habían pasado unas horas de este dia y ya me estaba pareciendo un infierno.
Subí al auto y enseguida el olor de su perfume llamó mi atención. Entonces me hundi más en el asiento y subí mis piernas, quería sentir confort asi que cerré los ojos e imaginé que el me estaba abrazando.