Capítulo 32

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Danielle.

- Vamonos - me dijo William una vez que llegó hasta mi.

- No. - le contesté tajante - No nos vamos a ir de aquí y darle la razón a ella. - me levanté, tomé su mano y caminé hasta la pista de baile..

- ¿Que haces? - preguntó extrañado William.

- Vamos a bailar - tomé su otra mano, la puse en mi cintura y bajo la atenta mirada juzgadora de algunas personas comenzamos a bailar. - No voy a dejar que alguien como Wendy arruiné un momento tan importante como este - le dije con convicción.

- Eres irreal Danielle - Will besó mi mejilla.

Si bien era un momento bastante incómodo, mi decisión seguía siendo la misma, no dejaría que ella destruyera esta noche.

Después de todos los contratiempos y el mal rato vivido regresamos a casa.

Emily se quedó dormida en el camino y Will la subió a su cuarto.

Pasados unos minutos el bajó y caminó hasta la banca del jardín. Dejó caer su espalda en ella y dió un suspiro profundo.
Tomé un par de tazas con café y lo alcancé.

- Todo salió mal, bastante mal. - fue lo primero que me dijo al extenderle la taza. - No sé en qué momento esto se salió de control.

- Ya no te atormentes por el pasado, de el no puedes cambiar nada, solo puedes extraer enseñanzas. Que tu mirada esté hacia el frente y que nada haga que te tambalees. - tomé su mano y le di un pequeño apretón.

- Debiste ser psicóloga mi amor. - sonrió y recargó su cabeza en mi pecho.

- Cuéntame, ¿Cuando planeaste esta bella sorpresa? - pregunté cambiando de tema.

- En una platica de hermano a hermana que tuve con Emy

- ¿Así? - pregunté curiosa.

- Si, Emily hizo que le leyera la historia de Peter Pan, dijo que era su historia favorita. Me contó que un día cuando se sentía sola, un hombre que apareció en la luna se le acercó y le dijo que era Peter Pan. - sonrió con emoción mientras recordaba las palabras de mi pequeña hermana. - Y que como a Wendy, le prometió que nunca estaría sola, la tomó de la mano y la llevó a neverland, el hogar de los niños perdidos como ella. Y desde ese día cada vez que se sentía sola o triste cierra los ojos y espera a que venga Peter y la lleve con el.

No pude contener un par de lágrimas rebeldes que rodaron por mi mejilla.
Me estremeció la complicidad que ya habían formado William y Emily que incluso ni yo sabía esa historia.

- Y de ahí nació la idea de neverland - concluyó.

- Ahora lo entiendo - acaricié sus cabellos con ternura. -  Eres exactamente lo que hace mucho habíamos necesitado Will - dije con convicción.

* * *

El reloj del tiempo seguía su curso. La primavera había llegado en todo su esplendor y a pesar de ello, el ambiente en casa contrastaba con ella.

Los días se habían tornado difíciles desde que Wendy hizo su grandiosa presentación.
Algunas personas juzgaron duramente a William y dejaron de trabajar con el.
Will estaba tan frustrado que sólo llegaba a casa, se encerraba en su despacho y salía de ahí ya muy entrada la madrugada. Y, Aunque quería brindarle mi apoyo en ocasiones solo me sentía un estorbo.

No sabía de que manera ayudarlo y eso provocó en mi un desajuste físico tan drástico que comencé a sentirme fatal, pero obviamente en esta situación, contárselo, era lo último que haría.

Un amor que te estremezca la vida. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora