Consecuencias del desvelo

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Desperté en plena oscuridad. Aún sólo cubierta por aquella sábana bien entrada la noche. El resplandor tenue de la ventana era la única fuente de luz que me permitía ver las siluetas de los objetos...

Y recordé lo que había sucedido hace algunas horas: Nos habíamos unido finalmente en una cálida sesión de besos y abrazos, dejando de preocuparnos por el mañana y viviendo al máximo el ahora. Mi rostro se calentó recordando como las caricias habían subido rápidamente de tono hasta que inevitablemente consumamos nuestro amor y nuestros cuerpos se conectaron sin inconvenientes.
Me sentí satisfecha y feliz... Como nunca antes.

Con esfuerzo, retiré la sábana y me senté en el borde de la cama. Volteé a ver a Take, profundamente dormido del lado izquierdo de su lecho...

Su torso se hinchaba y contraía con inmensa calma... Tenerlo así de indefenso, me tentaba a contemplarlo así hasta el amanecer:

Sin embargo, la noche nos había alcanzado...
La tienda no esperaba a nadie.

Miré el reloj digital sobre la mesita junto a la cama:

"5:03 A.M."

El tiempo vuela cuando encuentras algo entretenido qué hacer. Es una pena, pero debía levantarme de esa cama:

Me supuso un esfuerzo enorme hacerlo, tanto por sueño como por tener que renunciar al calor del chico que me gustaba.
Tras varios minutos de lucha interna contra la pereza, me puse de pie, dí un par de palmaditas a mis mejillas y me estiré dando un último bostezo...

La tensión en mis músculos era notable, lo que me dificultaba moverme: Todos te dicen que el sexo es divertido (y ciertamente lo era...), pero nadie te advierte sobre lo desgastante que es tener que levantarse antes de que tu cuerpo quiera dejar la cama.

Aún así, estaba MUY lejos de arrepentirme de lo que pasó.

Dándome cuenta de mi desnudez, probé suerte intentando crear ropa con mis escamas...

Tras visualizar lo que quería, un ligero destello envolvió mi cuerpo y la transformación estaba hecha:
Un abrigo negro, combinando con un pantalón vaquero grisáceo y un par de sandalias de goma.

Lo sé, era una combinación del asco... Quizás un insulto a la industria de la moda por decirlo menos, pero no me importaba... me sentía cómoda y con eso estaba conforme.

Evité encender la luz ya que podría despertar a Taketo, quién estaba cómodo disfrutando quizás de un alegre sueño: su cara levemente feliz lo delataba. Usé mi eco para poder orientarme a través de la habitación.

A pesar de mi elección de prendas, estaba felíz de ser un poco más hábil con mi control de las escamas: Al parecer la muda de piel tenía sus ventajas.

Con eso en mente, vacíe las escamas de la aspiradora e hice una nota mental para repetir esto en la tienda (antes de que alguien más lo hiciera).

Y sin más que hacer, salí de la habitación.
O eso era lo apropiado...

Pero no pude resistir acercarme a Take una vez más: me puse en cuclillas, y miré su rostro en paz... Se veía contento, satisfecho de verdad y me reí para mis adentros.

Me produjo felicidad ver esa expresión en su cara usualmente amargada y besé su frente: Aquella sensación me acompañó todo el camino de regreso hasta mí apartamento.

Salí de su casa con los recuerdos de la noche en mente, y conmigo cada caricia recibida y cada mirada que cayó sobre mi cuerpo... Todo mientras caminaba acompañada por el cielo cambiando de azul  oscuro a un esperanzador naranja.

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