Resolución nocturna

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-¡IRURU CUIDADO!...

Era la voz de Take advirtiéndome las intenciones de aquel criminal:

Estiró su brazo para dar una estocada con su cuchilla mientras yo hacía lo posible por resguardar a Taketo.

El inesperado movimiento me tomó por sorpresa... Sin embargo el destino del filo no era él: ...si no yo.

¡Clank!

Con el rabillo de mi ojo vi como el buscapleitos retiró su brazo junto a la navaja.

La expresión de Take alternaba entre el miedo, el asombro y preocupación:

-¡Iruru, estas herida!...

-¿Estás seguro, Take?- Le dije mientras lo mantenía detrás de mí sin perder de vista al maleante con el arma.- Mira la navaja...

Casi por instinto su mirada se posó en la mano del atacante, el cual se quejó con una extraña mezcla de temor, rabia e impotencia:

-¡Maldita! ¿Cómo diablos hiciste eso?...

El arma blanca brillaba a contraluz  por el farol sobre ella, haciendo más notorio su nuevo aspecto: La hoja se curvaba casi en ángulo recto, similar a la forma de un búmeran; El mango ahora estaba astillado y la mano enrojecida del portador indicaban que la cuchilla se habia doblado en lugar de traspasar mi piel.

Aquel patético intento de dañarme no me había dolido en absoluto, pero el que intentara quitarle la vida a Take de forma tan arrogante hizo hervir mi sangre...

-El dolor punzante que sientes en tu mano es una simple molestia comparado con lo que puedo hacerte pasar...

Estiré mis garras mientras mis instintos de pelea empezaban a desatarse al recordar lo que aquel cretino iba a hacerle a Taketo... Con escasa resistencia de su parte pude alzarlo por su cuello haciendo que sus pies colgaran y proyectando una sombra más grande a medida se alejaba del suelo:

-Dame una razón para no terminar con tu penosa existencia aquí mismo...- Dije con un tono desdeñoso viendo como inútilmente trataba de apartar mi garra de su cuello mientras se esforzaba por respirar.

-Agh... Suelta..me... Aghhh m-maldita.- Dijo a lo que decidí reafirmar con un poco más de fuerza mi agarre ante lo que ya solo pudo soltar quejidos agónicos...

No voy a negarlo. Estaba disfrutando el espectáculo.

Hacia mucho que habia olvidado esta sensación...

-¡Iruru suéltalo ya!.

Esa voz llena de dudas y coraje a la vez me sacó de mi pequeño éxtasis. Él estaba atrás...

Viéndome.

Fijamente con los ojos humedecidos que me ablandaban tanto cuando se clavaban en mi. Podía ver un gran miedo en él y su mirada desconfiada ahondaba demasiado mi semblante. Mi corazón se volvió un pedazo de hielo que me lastimaba el pecho.

Mis ojos imitaron a los suyos al ponerse llorosos mientras reducía la presión en el cuello del condenado hasta que finalmente solté para dejarlo caer al suelo.

-Take... yo...- Dije con voz temblorosa y me detuve sin saber que decir...

No quería que me viera con miedo, asi que cambié mis garras por manos y intenté acercarme lentamente a él...

Inesperadamente el apartó mi mano:
-¡APÁRTATE!...
Se levantó corriendo en mi dirección y pasó de largo trás de mi.

Lo había asustado cuando estaba amenazando a ese delincuente...

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