lovely

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Ambos chicos se encuentran ya en la clínica de aborto. Kisaki se mantenía nervioso, moviendo su pierna de arriba a abajo constantemente ya que nunca ha hecho algo como eso y está sumamente inquietado acerca del procedimiento.

Hanma se sentía igual, y lo demostraba al mordisquearse suavemente el labio inferior. La cita que habían programado se veía ligeramente retrasada por algunos minutos, cosa que no le hacía ni la más mínima gracia al alfa.

Al fin una de la trabajadoras del lugar sale a la sala de espera, haciendo que ambos alcen la mirada con cierta inquietud en su rostro, esperando que en esa ocasión pudiera decir el nombre del omega.

─ ¿Kisaki Tetta? ─ Habló en voz alta la joven.

Tanto el pelinegro como el de hebras rubias se levantaron, siendo escoltados por la chica al interior de otro pasillo que conectaba a varias habitaciones.

Kisaki no podía evitar mirar de reojo. A pesar de ser una clínica de aborto lucía de lo más normal y tranquila, al menos eso era algo a su favor ante lo que estaba a punto de suceder.

Entraron en una oficina, ambos tomando asiento donde se le extendió a Kisaki una serie de formularios para llenar.

─ Necesitamos que firmen estos papeles para en caso de alguna emergencia o complicación. Tomen su tiempo para leerlos con calma. ─ Explicó aquella señorita, quien salía de ahí dejando al par a solas.

Ambos, fijaron su vista en todo el montón de palabras que había en cada hoja, siendo minuciosos con su lectura. Una vez acabaron, Kisaki firmó primero en cada una de las lineas señaladas, y al finalizar le tendió los formatos a Hanma que hizo lo mismo.

La doctora volvió, siendo este el que le tendiera el papeleo para que checara que todo estuviera en orden. En cuanto aquella mujer había acabado fijó su mirada en Kisaki.

─ Le explicaré el procedimiento que ha elegido. Le daremos un par de píldoras, una de ellas se la tomará y la otra la pondrá debajo de su lengua.

Le asignaremos una habitación, donde podrá esperar ya que en las siguientes cuatro horas presentará fuertes dolores en el abdomen bajo. En la habitación podrá encontrar ropa interior especial, misma que absorberá el sangrado.

Después de esas cuatro horas le daremos una siguiente dosis, con la cuál hará lo mismo y tendrá que cambiarse la ropa interior. El dolor será más fuerte, tendrá que aguantarlo.

En algún momento sentirá una incomodidad, como un desprendimiento. Eso es normal, pasadas las cuatro horas le pediremos que desheche la ropa interior en el canasto que está dentro del cuarto de baño. Puede tomar una ducha si quiere y le daremos analgésicos.

Finalmente le haremos un ultrasonido para asegurarnos de que no quede restos. En caso de que los hubiera tendremos que intervenir de forma quirúrgica. ¿Está bien? ─

El omega escuchó atentamente cada uno de los pasos que la señorita le iba explicando. Si lo pensaba detenidamente era algo horrible, algo que definitivamente no querría repetir pero que era necesario hacerlo por primera vez en ese momento.

Asintió un par de veces al final, sintiendo así la mano de Hanma sobre su hombro, como una señal de que estaba ahí apoyándolo. Ya que no tenía más dudas, ambos fueron dirigidos al cuarto que había mencionado la chica. Para ser un cuarto de hospital no estaba mal: tenía una cama, un sofá, televisión, el cuarto de baño y tal como había dicho la chica aquella ropa para cambiarse, así como una especie de pijama.

Quedaron solos entre las cuatro paredes en lo que la doctora iba a por el medicamento. Kisaki aprovechó para cambiarse y Hanma tomó lugar en el sofá que estaba en aquél cuarto. El de lente tomó asiento en la orilla de la cama, entrelazando dedos propios y mirando al suelo.

Troublemaker. © ( HanmaxKisaki | Omegaverse )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora