La sola frase hizo saber a Kisaki y a Hanma de quien se trataba. En esos momentos Hanma señaló a Sanzu y después a Rindō.
─ Tú quédate aquí con Kisaki, Rindō acompáñame a verificar que no haya nadie dentro y alrededor de la casa, tu checa afuera y yo iré dentro.
Rindō asintió con la cabeza, mientras Sanzu se quedaba a un lado de Kisaki mismo que se masajeaba el puente de la nariz: que agallas las de su progenitor de acercarse de nueva cuenta, seguro que era algo importante para que estuviera así de desesperado por el moreno.
Rindō comenzó a buscar minuciosamente a sus alrededores, verificando que nadie estuviera escondido en algún lugar pero no encontró nada.
Hanma por su parte se encargó de verificar lo mismo en cada rincón de la casa, incluyendo cuartos y armarios pero no encontró a nadie, cosa que le tranquilizó en esos instantes; al menos no fueron invadidos por dentro.
Hanma salió al patio delantero donde había dejado a Sanzu junto a Kisaki y siendo alcanzado por Rindō.
─ No hay nadie, al menos no entró.
─ Tampoco hay nadie alrededor. Supongo que sólo vino a dejar eso y se fue pero ¿Cómo descubrió dónde vives?
─ Seguramente en los archivos de la empresa. ─ Dijo rápido Hanma. ─ Dije mis datos en cuanto me contrataron, al ser un nuevo socio le fue fácil obtener esos datos. ─
El alfa chasqueó la lengua con molestia; se sentía realmente irritado al saber que un tipo como él hubiera llegado a tantos extremos.
─ Creo que iré a hablar con él.
─ No. ─ Interrumpió Hanma de inmediato. ─ No me voy a arriesgar a que ese imbécil te quiera hacer algo o al bebé, que tú vayas no es opción.
─ Si no voy esto se va a alargar más Hanma. No quedan opciones, es mejor saber que quiere y rechazarlo a primeras.
El más alto frunció el ceño. Eran ciertas las palabras de Kisaki pero no sabía a qué tanto llegaría aquél hombre. Se detuvo a mirar a Kisaki; las prendas aún ocultaban el suave bulto en su vientre, ese hombre no sabría que su hijo está esperando un bebé y si iba con él podría asegurar que ambos estuvieran a salvo. Tras un suspiro largo no hizo nada más que asentir.
─ Bien, iremos juntos. No te voy a dejar con ese loco.
El moreno sabía que no iba a dejarlo marchar sin algún cuidado y que no le iba a quitar ese pensamiento de la mente, por lo que no le quedó de otra más que aceptar.
─ Kisaki, sabes que si necesitas alguna cosa nos tienes a mi y a mis hermanos ¿Está bien? Igualmente en los siguientes días podemos venir Senju y yo a hacerte compañía. ─ Exclamó Sanzu, palabras que aliviaron tanto a Hanma como a Kisaki e hizo que este último asintiera.
─ Te mandaré mensaje, creo que tomaré esa palabra.
Sanzu asintió. Enseguida Rindō se dedicó a marcar hacia algunos de sus hombres ordenando que llegaran a la casa de Hanma. Todos entraron al lugar, Rindō y Sanzu se quedaron ahí hasta que los refuerzos que había mandado a llamar el bicolor habían llegado.
─ Se mantendrán aquí las veinticuatro horas, iré mandando nuevos y veré qué puedo hacer. ─ Decía Rindō a Hanma mientras se dirigía a la puerta junto a Sanzu.
─ De acuerdo, te debo una.
─ Si me dejas ser el padrino de ese bebé habrás saldado la cuenta. ─ Mencionó el de cabello bicolor, así como una sonrisa de oreja a oreja mostraba.
─ Lo consideraré. ─ Una sonrisa mostró el alfa, mientras abría la puerta y despedía a ambos.
Hanma cerró, volviendo con Kisaki quien se encontraba en el sofá con la cabeza recargada en el respaldo, mirando así al techo. Hanma lo miraba cansado, decidió no decir nada más sobre el tema y se dedicó a atenderlo lo que quedaba del día.
Al siguiente día Kisaki llamó temprano a Izana. Le explicó resumidamente lo que había pasado, por lo que accedió de inmediato y llegó a la casa de la pareja. Ya que el alfa se aseguró que el beta estaba con Kisaki podía volver al trabajo sin mayor preocupación y sobre todo poder enfrentar al padre de Kisaki.
Llegó a la oficina como era costumbre, saludó a sus superiores Y al resto del personal al que de encontraba hasta llegar a la oficina que le habia de asignado. Era extraño, no había visto al adulto en esos momentos ¿Dónde de habría escondido? Y como si lo hubiese invocado por la puerta de su lugar de trabajo apareció este.
─ Buen día Hanma.
No le gustaba el tono alegre con el que se dirigía a él, mucho menos después de lo que había hecho.
─ Buenas. ─ Se limitó a responder, todo el tiempo mirando al monitor de la computadora.
─ ¿Le mandaste mi recado a Kisaki? Espero que si, no quisiera tener que posponer algunas cosas para ir a buscarlo.
─ Já, aunque no se lo hubiera dicho nos dimos cuenta que te tomaste la molestia de averiguar dónde está. ─ Habló el más joven, girando su silla a un costado para levantarse. ─ Así que le voy a pedir atentamente que no se acerque de nuevo, o haré que pague las consecuencias.
En esos momentos el más grande soltó una risa con recelo, cosa que alertó a Hanma. Los ojos del recesivo fueron apuntados directamente a los de dominante, y con tono burlesco respondió.
─ ¿Pagar? Si eres el ex-heredero de la compañía ¿Qué tienes a tu favor, Hanma? Al menos eso me dijo tu abuelo en cuanto me envió ese mensaje sobre dónde estaba mi hijo, que por cierto estoy muy agradecido con él.
Esas palabras le fueron directas como espinas a Hanma ¿Su abuelo había sido el responsable de que el padre de Kisaki volviera a por él? Nunca se había sentido tan decepcionado hasta ese momento ¿Cómo alguien de su propia sangre podía jugarle tan sucio? Y si era por lo del matrimonio ¿De verdad el adulto mayor era capas de caer tan bajo?
Hanma en un principio formó un rostro de decepción, pero este mismo se transformó en uno lleno de ironía, rodando los ojos y colocando ambos orbes en el rostro del recesivo.
─ ¿El vejestorio fue de chismoso? Hmpf, menos mal que ya no somos familia, ojalá se muera con todo su maldito dinero. ─ Espetó el de tatuajes como veneno puro.
Aquello hizo reír una vez más a Tetta, acercándose algunos pasos a Hanma exclamó firme.
─ Kisaki tiene dos días para irme a ver, sino pagará caro por no obedecer. ─ Y sin más abandonó la habitación, dejando a Hanma con el enojo por dentro.
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Troublemaker. © ( HanmaxKisaki | Omegaverse )
Fiksi PenggemarHanma Shūji es el alfa más codiciado de la Universidad de Tokio. Es un mujeriego, hijo de una familia importante y que sólo le importa ir de fiesta y pasarla bien. Sin embargo, ha tenido una llamada de atención de sus familiares al tener materias re...