♡; e l e v e n

53 12 1
                                    

03 de noviembre de 1996, Seúl, Corea del Sur.

Ya habíamos llegado a Busan, la ciudad natal de mis padres. Teníamos una casa ahí, más pequeña de la que se encuentra en Seúl, pero bastante acogedora y está cerca de la casa de mi abuela.

Es grato volver a venir ya que hace tanto que no veo a una vieja amiga, justo ahora voy en busca de ella, si mi memoria no me falla sigue viviendo en este vecindario y a unas cuatro casas de la mía.

— ¡Hey, Nam Eun-Ki! —grité emocionado al verla salir de su hogar, empezamos con el pie derecho.

— ¡Ay, por Dios, Jeon Jungkook! —emocionada corrió hacia a mi— Ha pasado mucho desde la última vez que te ví, déjame recordar unos ¿diez años?

Ambos nos reímos.

— Si más o menos.

— ¿Por qué no me dijiste que vendrías? Una llamada telefónica no te costará un millón de dólares, la última vez que hablamos fue cuando me contaste sobre alguien que te hacía muy feliz y desde ahí —dió un aplauso— ya no supe más.

Es cierto, lo olvide por completo, también le conté un poco de esa historia a Eun-Ki.

— Lo siento, pasaron muchas cosas y mi cabeza era, más bien, sigue siendo un lío —bufé.

— ¿Shin Hye vino contigo?

— No. Esas es una de las tantas cosas que pasaron, ella y yo, dejamos de ser amigos hace un tiempo —dije desviando la mirada.

— ¿¡Qué!? Pero si ustedes eran inseparables, Jungkook, ¿qué pasó?

Es novia del chico del que estaba enamorado.

— Discutimos.

— Esa no es una explicación, vas a decirme todo, iré a saludar a tus padres y después nos iremos a una cafetería, diría a un bar pero la señora Jeon me tacharía de mala influencia —hizo una mueca.

— No digas tonterías —reí— Vamos.

Regresamos con mis padres, ellos estaban igual de felices que yo cuando la vieron, desde que éramos niños Eun-Ki y yo éramos muy unidos. Fue la primer amiga que tuve y con hacia las travesuras más locas que se nos podían ocurrir.

— Bueno señor y señora Jeon, me llevaré a su hijo un momento, necesito que me cuente todo lo que ha pasado y la razón por la que no ha querido venir a visitarme —alzó sus cejas.

— Esta bien, vayan —sonrió mi madre.

— Volveré para cena —dije.

— ¡Nos vamos! —Eun-Ki tomó mi brazo y me jaló, creo que Heber venido aquí, no fue tan malo.

Caminamos hasta las siguiente esquina, dando la vuelta no sabía que ahora había más negocios, una florería, panadería, pastelería, entre otros, la cafetería era la más cerca así que agradezco no haber tenido que caminar mucho.

— Bienvenido a mi trabajo —dijo mientras entrabamos.

— ¿Tienes un trabajo? —cuestioné sorprendido.

— Claro, la universidad no se pagará sola amigo, mucho menos cuando quieres ser diseñadora de modas —tomó asiento en la primer mesa que encontró.

The art of love - Jikook -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora