♡; t w e n t y - 3

42 6 1
                                    

Y aunque era un viaje relativamente corto, Jungkook se quedó dormido sobre el hombro del rubio, sus esponjados cabellos le hacían cosquillas a la nariz del rubio sin embargo tenía que aguantarse ya que no quería que se despertará, parecía que no había podido dormir durante mucho tiempo y este era el momento en que por fin podía hacerlo.

— No puedo creer que apenas y subimos al avión se haya quedado dormido —inquirió con una sonrisa.

— Buen día, ¿necesita algo? —la azafata se acercó amablemente a ellos.

— No muchas gracias, por ahora todo está perfecto —respondió.

— Su amigo es muy lindo, ¿cómo se llama?

¿Cómo?

— ¿Disculpe? —cuestionó confundido.

La chica se rió con lascivia mientras sus mejillas estaban ruborizadas, Jimin sintió una presión extraña en el pecho además de que la molestia e incomodidad gobernó en el ambiente.

— ¿Puede decirme su nombre? —dijo con timidez.

— ¿Por qué cree que le diría el nombre de mi... chico? —frunció el ceño.

— ¿Su...chico? —susurró— ¿Lo ha dicho en el sentido de pareja?

— Mhmm. ¿Tiene algo de raro?

— No, claro que no, lo siento mucho —hizo una reverencia y volvió a la cabina.

¿Me dieron celos de una chica?

Le causó un poco de gracia su reacción, quizás no era la primera vez que sentía celos pero si tratándose de una chica, para ocultar su leve sonrisa se escondió sobre la cabellera alborotada y dejando un suave beso en ella.

— Ah —suspiró— Si hubieses estado despierto seguramente le habrías dicho tu nombre.

— Jimin —dijo con la voz ligeramente ronca.

Dime cariño.

No eso no.

Estoy mezclando palabras que no debería decir, no por el momento.

— ¿Qué pasa?

— ¿Ya vamos a llegar?

Jimin soltó una pequeña carcajada.

— ¿De qué te ríes?

— No es nada, pero ya falta poco sigue durmiendo.

— Ya estoy mejor, sólo necesitaba tomar una breve siesta —separándose de él retomó su postura en el asiento.

— ¿Seguro?

— Sí —bostezó— ¿Por qué lo preguntas?

— Aún te ves un poco cansado.

— ¿Parece que estoy destrozado? —rió— Que forma tan amable de decirlo.

No, te ves lindo.

— Mi intención no era esa —reía— Sólo busco que te sientas mejor y dejes de lado todo el estrés.

— Te lo agradezco, pero tú también debes descansar, tu rostro está un poco apagado.

— Mmm. No, yo me siento muy bien.

— Si tú lo dices, entonces yo seguiré durmiendo.

— De acuerdo —tomó una mejor postura y palmeó su hombro derecho— Vamos a dormir.

— ¿Quieres que me recargue sobre tu hombro?

— Así estabas antes de que te despertarás.

— ¿¡Yo!?

The art of love - Jikook -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora