Al día siguiente, cuando desperté, mis padres se habían ido a pasar el día juntos. No me apetecía salir realmente; el pronóstico del día indicaba lluvias, y quedarme en casa me parecía bastante atractivo. Además, tenía la casa para mí sola.
Obviamente, lo aproveché.
Me preparé el desayuno, y cuando estaba por tirarme en el sofá con mi comida, me llegó un correo.
"Espero que te esté gustando la historia. Aquí tienes unos capítulos exclusivos que hice estos días. Cuando nos veamos, me interesaría escuchar tu opinión ;)"
Adjunto a ese mensaje había un archivo con tres capítulos más.
Tomé mi desayuno y, durante el resto del día, terminé los capítulos que no había alcanzado a leer en aquella cafetería.
No sé cuánto tiempo pasó, solo sé que me quedé todo el día tirada en el sofá leyendo todos los capítulos que me faltaban. Amo la manera de escribir de Aarón; su trama es tan atrapante.
Cuando estaba por abrir el archivo que me mandó en la mañana, oí el timbre de la casa sonar y no pude evitar notar que ya estaba oscureciendo.
No creo que sean mis padres; ellos tienen las llaves y yo no esperaba a nadie.
Ni siquiera me había cambiado el pijama en todo el día. Era sábado y estaba sola, ¿a quién le importaría?
Caminé hasta la puerta y miré por la mirilla. Estaba sola en casa, no me arriesgaría. A pesar de los lentes negros que él llevaba puestos, reconocí al instante su postura, el estilo de ropa, el peinado.
- ¿Ashton? -dije con una sonrisa al abrir la puerta.
- Mya, ¿Cómo estás?
- Estoy perfecta, pero ¿Qué haces aquí?
- Solo quería pasar y disculparme por lo de anoche. -se rascó la nuca, apenado.
Cosa de familia, supongo.
No es momento de que hables.
- Oh, no te preocupes. Deberías agradecer a tu primo.
-¿Aaron?
- Sí, de hecho, él te cargó y se aseguró de que estuvieras bien anoche.
- Oh, no lo recuerdo. Hablaré con él también más tarde.
- ¿Querías algo más?
- Sí, de hecho, sí. Ah, no dije nada idiota anoche, ¿verdad? ¿O sí?
- No te preocupes, estabas tan ebrio que ni se entendía lo que decías.
- No sé si tomar eso como algo bueno o malo, la verdad -murmuró.
- ¿Ya están tus padres en casa?
- Am, de hecho, no.
- ¿Quieres pasar?
- Claro.
Cuando entramos, me dirigí a la cocina a buscar algo para comer, recordando que no había comido nada en todo el día, aparte de mi desayuno, que no fue para nada completo.
- ¿Quieres comer algo? -le pregunté a Ashton, quien estaba inspeccionando el lugar con la mirada.
- ¿Qué tienes?
- Podemos intentar preparar algo -dije con una sonrisa.
- ¿Y si pedimos comida china y vemos un capítulo de Los Simpson como antes?
- Claro, tú invitas.
- Solo para compensar lo de anoche, no te acostumbres.
En media hora llegó la comida que pidió Ash y estábamos sentados en el piso de la sala viendo uno de los viejos episodios porque, en palabras de Ashton, los nuevos son una basura.
- Oye, ¿recuerdas cuando intenté enseñarte a surfear?
- Claro que lo recuerdo, fue horrible.
Recordaba ese día como si fuera ayer, fueron unos meses antes de distanciarnos cuando yo aun tenia catorce y el quince años fuimos con nuestro grupo de amigos de ese entonces, que eran mas amigos de Ash que míos.
La idea era pasar todo el día en la playa cuando a unos de los chicos se le ocurrió ir a surfear. en ese momento me sentí muy incomoda pues yo no sabia surfear y sabia que los chicos se reirían de mi.
- Yo paso - dijo Coral una chica rubia que estaba más preocupada en como quedaba su bronceado que en pasar el día como dijimos.
Bastante estereotípico lo se.
- Yo no, vamos Coral no puedes quedarte tumbada todo el día. - dijo Cameron mientras se paraba de la arena, cuando se quejaban Lucas, uno de los chicos del equipo de futbol, y Tom que estaban intentando enterrarlo en la arena. - a que viniste a la playa.
- No es obvio? a broncearse - respondió Layla, una chica castaña que más que su amiga parecía su asistente.
- Rubia? - Ashton se dirigió a mi cuando se acerco a tomar su tabla que estaba junto a donde estaba sentada.
- Saber que no se surfear Ash.
- Y eso es un problema por que? - dijo extendiéndome su mano - vamos te enseñare, no es tan difícil.
Esta de más decir que ni siquiera conseguí pararme sobre la tabla una vez, y lo peor podía escuchar la risa de coral en la playa y de los chicos mas adelante, ya estaba atardeciendo y supuestamente las olas eran mas suaves o algo así.
- Esto es ridículo Ashton, no puedo ni mantener el equilibrio.
- Es la primera vez que lo intentas, no te presiones tanto si? con un poco de practica podrás hacerlo la mitad de bien de lo que yo lo hago - me dio un pequeño empujón - vamos a tomar un pequeño descanso, esta bien?
Cuando llegamos junto a las chicas pararon su conversación y nos voltearon a ver.
- Ves Mya por estas cosas odio surfear, entras al agua y se te deshace el peinado, vamos ven te lo acomodo un poco.
Pasamos una hora más ahí donde Ashton, por fin, se unió a sus amigos después de que me negué rotundamente a volver al mar con el.
Cuando estábamos camino a casa había logrado convencer a Ash de que me cargue en su espalda mientras los chicos bromeaban.
- No te acostumbres.
- Claro que lo hare.
- Y ahora gracias a mi te puedes parar sobre una tabla y domar algunas olas, de nada - dijo haciendo un gesto con su mano. - como dije ese día solo era un poco de practica.
- Hace mucho no voy a la playa ahora que lo recuerdo, desde.
- Jordán.
- Mejor olvidémonos de todo eso.
- Ese día en la playa también te compre esa corona rosa que no te quitaste en todo el verano.
- Sí lo recuerdo, me sentía una princesa.
- Me encantaba verte paseando por ahí con ella puesta, eras muy tierna.
Nos quedamos mirándonos por un largo rato inmersos en el cómodo silencio que habíamos creado, me volví a sentir como cuando éramos mejores amigos. Ash se me acerco mirando fijamente a los ojos y luego toda el rostro deteniéndose en mis labios, puso una de sus manos sobre mi mejilla acerco lentamente su rostro cuando pude sentir el calor de su aliento sobre mis labios.
Entraron mis padres.
- Cariño! - de inmediato nos separamos como si nuestras pieles quemaran - oh estas aquí, con Ashton.
- Hola madrina - dijo tan tranquilo como si hace un momento no estuviéramos a punto de besarnos.
- No interrumpo nada verdad?
- Interrumpir que? - pregunto papá entrando por la puerta atrás de mamá.
- Nada cariño. - respondió cariñosa a papá - Ash te quedas a cenar?
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Lettere
Teen FictionMuchos utilizamos la lectura y la escritura como método de escape de la realidad. Es nuestro refugio, el lugar seguro donde podemos sentirnos cómodos y no ser juzgados. Escapar de la realidad a través de las letras, y ser felices gracias a ellas. Y...