♧︎︎︎♧︎︎︎♧︎︎︎ 03 ♧︎︎︎♧︎︎︎♧︎︎︎

1.2K 183 36
                                    

Una vez perdieron de vista al animal, ya habían llegado a su destino

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una vez perdieron de vista al animal, ya habían llegado a su destino.
Steve quiso avanzar para salir de allí de una vez para poder respirar aire puro que no estuviera consumido por suciedad pero el otro se lo impidió colocando un brazo en frente suyo.
Lo miró con el ceño fruncido, confuso. Estaba dispuesto a hablar pero el de larga melena colocó su dedo índice sobre sus labios, impidiéndo que algún sonido saliera de su boca.

Harrington podía sentir el leve roce del extravagante anillo en su barbilla. Estaba frío, pero no era molesto. Lo que si lo era era el dedo empolvado del de larga melena que por poco lo hizo esturnudar.

Miró con claro enfado al otro. Se esperaba alguna risa de esas que ya parecían caracterizar al chico, pero su expresión reflejaba seriedad y algo de miedo. Steve relajó su mirada al saber que no le mandó a callar para burlarse.
Eddie inclinó su cabeza hacia un lado, indicándole que mirara por la rejilla.

Así lo hizo. Se asomó, y con algo de dificultad, observó el lugar al otro lado. Era el callejón tras el instituto. Casi nadie iba allí. Su confusión fue evidente pues no vio nada relevante como para mandarlo a callar o tener cuidado. Miró al de larga melena, esperando una explicación. Este solo le insistió con su mirada para que observara bien.
Volvió a asomarse y, a lo lejos, al final del callejón, dos personas se encontraban allí, comiéndose la boca con desesperanza, apoyados en una de las paredes. Eran Tommy H. y otra chica que jamás había visto en su vida.
No vió a Carol por ninguna parte, y esto lo confundió más. ¿Estaba engañando a su novia?

Eddie vió la expresión en el rostro del chico. Sonrió levemente con tristeza. Se sentó en el conducto, apoyando su espalda contra una de las paredes de metal, generando un fuerte ruido que realmente no quiso hacer, maldiciendo por lo bajo. Sin embargo, el ruido fue suficiente para que aquellos dos lo escucharan y salieran del callejón, asustados.

¿Por qué...? ¿Quién era...? — preguntó entre balbuceos el castaño sin realmente preguntárselo a alguien.

Llevan así casi un mes, Harrington — habló el de larga melena llamando su atención.

Steve lo miró con el ceño fruncido, exigiendo una explicación.

¿No te habías dado cuenta? ¿En serio? — preguntó incrédulo cruzándose de brazos — Es tu amigo. ¿No le has notado raro o distante a Carol?

— ¿Como sabes eso?

Porque observo, Stevie — el castaño resopló por el apodo — Si te dignaras a ver lo que les pasa a la gente a tu alrededor, te iría mejor. No sólo estás tú en este mundo, ¿sabes? No eres el rey a pesar de que todos te llamen así.
Tommy comenzó a hacer esto cuando tuvo una discusión con Carol a la hora del almuerzo, ¡frente a tus narices!

Steve se quedó en silencio, procesando las palabras del chico.
¿Era un ratito por acosar a la gente?, sí, pero el rarito tenía razón. No prestaba mucha atención a las personas a pesar de tenerlas al lado. Tampoco es que Tommy o Carol le importaran mucho. De hecho, era consciente de que eran unos idiotas. No querían que él estuviera con Nancy solo porque ya no iba casi a fiestas o quedaba con ellos para ir a beber y fumar.

LUCK IN DETENTION ROOM [Steddie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora