3

89 15 2
                                    

Entrevista

–Mi nombres es Bill Cipther. –mantuvo su voz sería pero calmado, quería demostrar que será acto de confianza pero a la vez de seriedad.

La mujer lo miro por unos breves segundos, para luego mirar algunos papeles que tenía en mano, la segunda pregunta salió de sus labios tan delgados.

–Cuantos años tienes.

El rubio se quedó en blanco, pero en esos momentos se acordó cuando vio su credencial, estaba dudando si sacar su credencial pero descartó la idea, ya que se vería muy mal en su opinión.

–27 años. –se confío en su memoria, agradecía de tener una buena memoria y todo se lo debe a cuando era importal.

–Crees que es apto para este trabajo.

Lo pensó por unos momentos, tenía que ser cuidadoso con sus palabras, ya que estaba seguro que un mínimo error y lo sacaba de ahí, no se iba dejar intimidad por alguien inferior.

–Yo se que sí soy apto para este trabajo.

La mujer levanto una ceja mientras lo miraba con duda, Bill se sabía esa, esa mujer trata de hacerlo dudar, pero el no cambio su expresión en la cara, la mantuvo serio y seguro de si mismo, la mujer al ver que el rubio no decía nada adoptó a decir la siguiente pregunta.

–Tiene experiencia?. –la mujer dirigió su mirada hacia los papeles.

–De que la tengo si, tengo mucho que aportar, pero a la vez estoy aquí para aprender más de este tipo de trabajo.

La mujer dejo de ver los papeles para verlo de nuevo esperando que el rubio dudura de su respuesta, pero Bill no iba a dejar intimidar tan fácilmente, mantuvo su cara con firmeza y seriedad.

La mujer dejo los papeles en el pequeño escritorio para juntar sus manos y mirar al rubio con toda seriedad, Bill solo quería sonríe en esos momentos pero no lo hizo, sabía que estaba por lograr en obtener el empleo, solo necesitaba seguir a si.

–Cuentame, porque quiere trabajar para nosotros. –la mirada de la mujer haría templar a cualquiera que estuviera en su lugar, pero ese caso no era para el.

–Es un buen trabajo para mí opinión es algo que disfrutaría hacer, quiero ser parte de esta compañía, aportar mi ayuda, dar lo mejor de mi. – estaba  mientiendo, prefería estar viviendo su vida de importal y pasar fiesta alocada con sus amigos demonios.

Pero tendría que mentir y fingir a la perfección para obtener ese trabajo y empezar su estúpida vida humana tan corta, odiaba pensar en eso, pero prefería eso que estar en el infierno ardiendo por siglos y sufriendo lo peor.

–Bill Cipther verdad. –la mujer volvió agarrar sus papeles. –Cuanto cree ganar.

–Creo que lo suficiente para poder mantener mis gastos personales.

La mujer agarro unos papeles y empezo a llenarlo, el rubio solo puso antecion en lo que hacía, al ver como aquella dama llenaba aquellos papeles con su nombre y su edad, sabía que había ganado y obtenido el empleo.

–Aquí tienes, puede ir a la habitación siguiente, es necesario que deje su número de teléfono y  si tiene una queja solo valla hablarlo a nuestra secretaria.

En ese momento todo su esfuerzo que fue a la basura, no tenía número de teléfono ni quiera el teléfono, el rubio solo tomo el papel y salió de la habitación, dejando a la mujer confundida.

Miro el pasillo por unos segundos, pensando seriamente como iba a conseguir un número de teléfono, miro la hoja, solo tendría que llenarlo con algunos datos de el y entragarla a la siguiente habitación se acercó a los baños públicos y entro para mojarse la cara, tenía que pensar en algo rápido.

Mi jefe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora