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Nieve

El castaño solo se quedaba mirando en un lugar fijo, no podía dejar de reflexionar sobre su trato con el rubio, entre más lo pensaba, se cuestionaba si estaba bien, simplemente no podía dejar de pensar en aquel ex demonio, se tomó el tiempo de revisar algunos documentos para tratar de dejar esos pensamientos de lado, soltó un suspiro mientras se levantaba de aquella silla tan cómoda, camino por su oficina acercándose al vidrio mirando la cuidad.

Respirando profundo, necesitaba algo de aire, tal vez a si podría concentrarse mejor, volteo a ver aquellos papeles que tenía en mano, realmente le hubiera gustado seguir el mismo caminó que su tío, pero lastimosamente no fue a sí, camino hacia su escritorio para dejar aquellos papeles, tenía planeado salir a fuera durante un buen rato, tal vez a si olvide su pequeña desgracia, salió de aquella oficina que lo mantenía atrapado.

Empezó a caminar por aquellos pasillos tan largo, aprovecho a ir a tomar una taza de café para relajarse mejor, salió de aquel gran edificio mirando la calle mientras le tomaba un sorbo aquella taza, disfruta lo cálido que era.

Su mirada se quedó fijada en aquella carretera, preguntándose sobre su propósito de esta vida, miro a los alrededores, los días estaba cada vez más frío, algo que no le gustaba, su nariz estaba roja mientras sus mejilla tenía aquellos colores cálido, rojizo.

Volteó a ver su muñeca, mirando aquella hora que tenía en el reloj, no faltaba mucho para que los trabajadores saliera y se fueran a sus hogares, lo más probable es que el valla a visitar a su hermana, aún que tenía su propia casa, se sentía solo, extrañaba los viejos tiempos, tal vez en sus vacaciones valla a visitar a Gravity falls.

En esos escucho la voz del rubio, volteo a ver al edificio, logrando ver cómo este salía de aquellas puerta del edificio, no dudo en acercarse a este para saludarlo, pero Bill solo lo miro por unos segundo.

-Pense que me iba a dejar en paz.

El castaño solo soltó una leve risa para luego mira al rubio. -Solo salí a tomar aire, no te sienta tan especial.

-Ya quisiera. -el rubio empezó a caminar pero se detuvo para quedarse mirando el cielo, el castaño algo confundido miro hacia arriba, dándose cuneta que empezó a nevar.

-Acaso nunca habías visto la nieve.

-Si, pero nunca la sentí, hace tanto frío.

El castaño solo miro con atención la reacción del rubio, este estaba tan concentrado mirando como la nieve caía en su cara, Dipper no pudo evitar ver tal imagen perfecta, aquellos ojos dorados y su cabello rubio mientras la nieve caí a su alrededor, lo hacía ver alguien demaciado atractivo.

Al lugar empezó a llenarse de persona, indicando que la hora de trabajo había terminado, las persona salía del edificio, Dipper se acercó tanto al rubio para agarrarlo del brazo y a si regresarlo a la realidad.

-Vamos te llevo a tu casa. - lo que surgió en la mente de Dipper, era conocer donde vivía el rubio.

-No gracias tengo que ir hacer algunas cosas.

-Okey, yo te llevo. -agarro la mano del rubio para caminar.

-Pino. -lo miro con crueldad, esperando que el castaño se alejara.

Mi jefe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora