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¿Celos?

Bill se encuentraba acostando en aquel sillón tan cómodo y sería mucho más cómodo si tal solo pudiera parar de pensar en el castaño, aún seguía sin enteder porque motivo se sentía a si, Miriam algo preocupada se acerca a el para hablar, tomando asiento cerca de el.

–Hay algo que te moleste.

El rubio se quedó pensando por unos minutos, miro a la mujer que tenía enfrente para luego empezar hablar, no tenía otra opción que pregunta que le estaba pasando. –Hay algo que no entiendo.

–Que es lo que no entiendes.

–Mi emociones, no comprendo, es como si tuviera un cosquilleo en el estómago y por una rara razón. –dejo su mano en su rostro, tapando su cara, pensando como se sentía cada vez que estaba cerca del castaño. –No comprendo porque mi corazón late cada vez que estoy cerca de el, me siento nervioso cada vez que lo tengo enfrente, es como si mi corazón se detendría por solo tenerlo tan cerca.

Miriam se sorprendió, por uno momento supo lo que realmente tenía el rubio, pero lo que le sorprendía era que Bill no se diera cuenta de lo obvio que era.

–Estas enamorado.

Bill se quedó callado por unos segundo, para luego quitar tu mano, se sentó en el sillón mientras miraba a Miriam, su corazón empezó a latir de miedo, estaba aturdido,  quería fingir que no había escuchando bien, pero las palabras de Miriam fueron claras.

–No, no, tal vez estoy enfermo.

–Hijo, tu mismo lo dijiste, te sientes nervioso cuando estás cerca de el.

–Tal vez es una equivocacion.

–Veamos, cada vez que está cerca de el te siente una calides en tu pecho, cuando te habla te relaja su voz o acaso cuando tiene mínimo contacto con esa persona siente que se te va salir el corazón.

El rubio se quedó callado por unos segundo, todo lo que había describido Miriam era lo que le pasaba, se negaba estar enamorado del castaño, pero aquel sentimientos le decían lo contrario.

–Si lo sigue negando más te va gustar.

Bill volteo a verla para luego sentir como todo su cuerpo temblaba al escuchar tan solo aquellas palabras, con solo oír esos ya ni podía negarlo, acaso le debía de créer aquella mujer de edad mayor.

–Es posible eso.

–Si, suele pasar muchas veces en los adolecentes, niega no estar enamorado de alguien y al final termina fijandose más en esa persona.

El rubio se levantó de su lugar para tocar su pecho, se quedó pensando en el castaño, con solo tenerlo en su mente le hacía sentir raro, soltó un suspiro, no quería aceptar que se estaba enamorado de Mason, pero si se seguía negando podía enamorarse más de este, aquellas palabras que Miriam le había dicho le está causando un gran lío para su cabeza.

El rubio se levantó de su lugar para tocar su pecho, se quedó pensando en el castaño, con solo tenerlo en su mente le hacía sentir raro, soltó un suspiro, no quería aceptar que se estaba enamorado de Mason, pero si se seguía negando podía enamorar...

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Mi jefe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora