Relatos terroríficos

Ruta Maligna

La familia Rencia viajaba tranquilamente por la ruta a altas horas de la noche. El único hombre de ese grupo era el que iba manejando, el resto de la familia dormía tranquilamente confiando en que el padre de familia las haría llegar sanas y salvas a su destino.

Por un momento el hombre pensó en haber visto algo o más bien alguien colgando en un árbol, seguramente era su mente jugando una mala pasada, no había dormido en horas, su cerebro no estaba al 100%.

Siguió tranquilamente su camino hacia su destino, de a momentos veía a su mujer para asegurarse de que este bien. Pero al momento de fijar su vista por el retrovisor del coche, una cara para nada agradable que no pertenecía a su hija se hizo mostrar. Era horrible, tenía una sonrisa que de un solo lado de su cara había un gran corte, como si aquel ser quisiera agrandar su sonrisa. Tenía el cabello mojado y largo.

El hombre casi choca contra un camión que venía de enfrente por la distracción que le dio aquella cosa. Asustado paró el coche a un lado de la ruta, se restregó la cara con las dos manos queriendo así quitarse un poco el sueño.

Salió del coche procurando que su familia estuviera bien y comenzó a caminar. No hizo ni dos pasos cuando sintió a alguien detrás de él. Su cuerpo se paralizó, un escalofrío recorrió toda su columna.

Se dio la vuelta al momento de escuchar risas, dándose cuenta que dos de ellas eran de su mujer e hija y la otra era de aquella cosa que lo atormentaba. La familia del hombre era irreconocible y él sabía que no eran ellas. Sus pies se movieron solos y comenzó a correr sintiendo que era perseguido por aquellas cosas.

Tan distraído estaba queriendo huir que no se fijó en el camión que venía en frente. Y sin más aquel hombre que creía que su vida duraría, terminó al momento de ser aplastado por un vehículo mucho más grande que él y con las risas de aquellas tres brujas de fondo.

Una trágica muerte con un aterrador sonido en una ruta maligna.