CAPÍTULO CATORCE: UNA NUEVA Y MISTERIOSA ALUMNA

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Un montón de humo envolvió al chico de grandes dientes y poco a poco se fue disipando mostrando una femenina silueta.

Parecía que el tiempo también había influenciado en su yo femenina, ahora la chica era muy atractiva. Tal voz no despampanante, pero sí muy simpática. Su cabello marrón estaba un poco más largo, pero aun sujeto por una coleta y sus grandes dientes todavía estaban presentes.

—¿Qué quieres hacer? —preguntó Wanda a su ahora ahijada.

—Cosmo, deseo que te conviertas en yo—pidió Timantha, mientras mostraba una sonrisa.

Hicieron tal cual ella se lo había pedido, haciendo que Cosmo se convirtiera en su ahijado, aunque cada vez entendían menos que pretendía hacer.

—Lo que quiero es que Cosmo se haga pasar por mí en la escuela, así yo podré ir como mi Timantha y ser amiga de Tootie, para poder descubrir si está muy enfadada conmigo o me puede perdonar—terminó de decir aclarando las dudas de sus hados padrinos.

—Mal—dijo Poff Poff, logrando que el castaño no entendiera a lo que se refería. Es decir, ahora él era una chica y nadie sabía de su identidad. Entonces, ¿Qué podía salir mal? De repente como un flash el recuerdo de años atrás con Trixie había llegado a su mente.

—¡Trixie conoce a Timantha! —exclamó muy asustado viendo como todo su plan se iba al traste. Si salía como Timantha ella rápidamente lo reconocería y se le acercaría a hablar, y si hacia eso le sería imposible acercarse Tootie, conociendo la mala relación que tenían ambas pelinegras.

. . . .

Trixie se estiró en su cama, se encontraba muy cansada, tenía los ojos rojos de tanto haber llorado y no tenía ni un ápice de apetito, no quería ver a nadie.

—Esto es ridículo. ¡Soy Trixie Tang! —gritó tremendamente enfada al recordar la escena que hace unas horas había vivido. —¡Esto no se va a quedar así, él será mío! —dijo muy segura de sí misma.

Puede que si las personas la vieran de manera superficial pensarían que ella estaba siendo egoísta y solo se quería vengar de Tootie, pero a la pelinegra no le había pasado por la cabeza en ningún momento la otra azabache, de alguna manera quería volver a obtener el cariño de Turner. Lo único que ella sabía era que le molestaba era que esa impopular chica de gafas estuviera cerca de Timmy y que no quería que de ninguna de las maneras se acercara a él.

Pero ni ella misma lo entendía muy bien, la azabache siempre había sido la sombra del ojo azul, y nunca la había visto como una amenaza, pero de repente las cosas habían comenzado a cambiar, se había acercado a Remy y de la noche a la mañana se habían vuelto novios. Y eso de alguna manera había logrado un cambio en Timmy, un cambio que no le gustaba.

Era verdad que se había molestado cuando Tootie y Remy se había vuelto novios, pero era como si de un Ferrari pasaras a un Monovolumen, donde por supuesto ella era el Ferrari. Le había dolido en el orgullo, por haber sido cambiada por algo inferior, pero solo había sido eso.

En cambio, con Timmy había sido diferente, el hecho de ver como la veía a lo lejos, y su mirada comenzaba a verse distinta cuando observaba a Tootie de alguna manera la molesta e irritaba, formando en su pecho un cúmulo de extrañas y molestas sensaciones.

Ahora misma ella también se sentía confundida, siempre le habían dado lo que pedía, y nunca le habían negado nada, pero ahora que había sido rechazada se sentía triste y malhumorada.

—Mañana lo volveré a intentar—susurró mientras una traicionera lagrima se desprendía de sus ojos antes quedarse rendida ante los brazos de Morfeo.

. . . .

A la mañana siguiente la gente caminaba tranquila, los adolescentes se dirigían al instituto y los adultos a trabajar, todo era normal, como otro día más. Pero para cuatro chicos las cosas eran muy distintas.

—Trata de actuar como yo, no quiero que nos descubran—dijo el castaño mirando a él mismo.

—Yo también creo que esto es una mala idea, si Trixie te reconoce muchas cosas pueden salir mal—habló Wanda, que ahora era una humana adulta junto con su pequeño bebé mágico.

——Oh vamos, tranquilícense, todo irá bien, es un plan genial—habló Timmy restándole importancia al asunto, esta vez estaba seguro, su plan no podía fallar.

—Si Cosmo va a fingir ser tú no lo creo—dijo Wanda en un último suspiro, su sexto sentido femenino le advertía problemas, además conocía el carácter de su esposo.

—A ver, repasemos el plan una vez más—dijo Timmy mirando molesto a la pelirosa. —Wanda se hará pasar por mi madre. Irá a la dirección y con sus poderes mágicos me inscribirá oficialmente como una estudiante de intercambio. Después volverá mi lado y cuando me presenten frente a toda la clase hará que me siente con Tootie para que así pueda saber qué es lo que ella piensa de mí—explicó el castaño y Wanda solo puso los ojos blancos.

Cosmo se dirigió hacia los amigos de Turner, que le saludaron alegremente, por el momento parecía que nadie sospechaba sobre el cambio.

Apenas Wanda formalizó la matriculación de su "hija", como si de una explosión se tratarse, se expandió por todo el instituto el rumor sobre la nueva chica, todos estaban expectantes por conocerla, y saber que tan linda era.

Tootie había evitado a Remy en la mañana, de alguna forma se las había ingeniado para eludir a su limusina saliendo por la ventana trasera de su casa, y había llegado a su clase a salvo, ya que solo lo tendía que evitar en el patio y después toda su vida, pensaba muy preocupada.

—En estos momentos me vendría bien el consejo de una amiga—suspiró la muchacha, pero para su suerte lo más cercano a una era su hermana Vicky y eso de alguna forma la deprimía más.

La azabache estaba tan metida en sus pensamientos que no se enteró de los rumores sobre la nueva estudiante, hasta que el profesor entró por la puerta con la chica.

—Bueno alumnos, sé que estamos a mitad de año, pero hoy se nos incorpora una nueva alumna, denle todos la bienvenida—el chico pasó al frente y todo lo mimaron, notó como algunos chicos suspiraban decepcionados y otros ni atención le prestaban.

—Buenos días, soy Timantha y soy de Londres, mucho gusto, espero que nos podamos llevarnos bien—habló lo más femenina y dulce que pudo con un marcado y perfecto acento británico.

Cuando Tootie vio fijamente a la chica, se percató del gran parecido que tenía con Timmy, si alguien no se lo negaba juraría que era la hermana gemela perdida del castaño.

—Vale, seguid con la fase dos del plan—susurró el chico para que Wanda cumpliese con su deseo. Últimamente estaba loco con eso de los planes, pensaba la pelirosa.

Y tal cual como él había pedido, y claro sin que nadie lo notase, el asiento al lado de Tootie se desocupó, poniendo al ex compañero de pupitre con una gripe fuerte en la comodidad de su hogar.

—Parece que el compañero de Tootie no vendrá, así que a partir de hoy te sentarás con ella—comentó el profesor señalando a la pelinegra.

—Entiendo, muchas gracias—dijo la chica educada, la segunda parte iba bien.

La castaña se dirigió hacia el pupitre y se sentó al lado de la chica, notando como la miraba expectante.

—Mucho gusto, soy Timantha, espero que podamos ser buenas amigas—dijo con una sonrisa logrando sorprender a Tootie.  

Cuidado con lo que deseasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora