CAPÍTULO UNO : SOLO IGNÓRAME

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Hola, los personajes no me pertenecen sino a su creador, todo el crédito es suyo. Espero que les guste.

No sabía cuánto tiempo llevaba gustando de él, queriéndolo, amándolo, idolatrándolo, convirtiéndolo en su obsesión y único anhelo.

Él era su primer amor y el único hombre al que había amado. Pero todos tenían un límite, inclusive ella, y por fin se había cansado; para suerte de él.

Por fin había decidido dejar a un lado sus sentimientos por aquel niño de gorra rosa y grandes dientes. Ya no podía seguir así, arrastrándose por alguien que jamás correspondería su amor, ya era suficiente, tenía que valorarse ella, sino, ¿quién más lo haría?, sabía que el castaño no lo haría.

Había llegado el momento de decir basta, lo superaría y de una vez por todas lo olvidaría.

Salió esa mañana de su casa decidida, no lo perseguiría, no lo saludaría, no le dirigiría la palabra, ni siquiera lo miraría. Haría tal cual él se lo había pedido, lo ignoraría y se rendiría de una vez por todas a obtener su amor.

Le dolía mucho las palabras que él le había dicho la noche anterior, ella no quería avergonzarlo, solo había sido un accidente, pero el de gorra rosa se había molestado y le había dicho cosas que realmente la lastimaron.

"—Ya basta, eres realmente molesta, no te das cuenta que jamás me vas a gustar. Hazme un favor e ignórame, ya no soporto que me sigas a todas partes, eres un verdadero fastidio, sería feliz si desaparecieses de mi vida—dijo Timmy lleno de enojo y mirándola hecho una fiera."

Tan solo de recordar esos vocablos hacía que su corazón se rompiera en mil pedazos, muchas veces él había hecho y dicho cosas que la habían dañado, pero después de tantos intentos fallidos y ver que no iba a ninguna parte le dolía y ya no podía aguantarlo más.

Por lo que después de escuchar aquello fue el impulso que necesitó para entender que él jamás la miraría de otra manera.

. . . .

Ahora tenían 15 años y gracias a varias cosas él había sido el primer niño que le habían permitido continuar con sus padrinos, cosa que animaba a los cuatro. Timmy había cambiado bastante durante esos años, se había vuelto muy alto y musculoso, haciendo que su popularidad aumentara, pero siguiera sin conseguir al amor de su vida.

El castaño aún seguía molesto por la noche anterior, Tootie podía llegar a ser una verdadera molestia. Por fin había logrado tener una oportunidad para bailar con Trixie y Tootie le había tirado ponche encima haciendo que la pelinegra declinara su petición, dejándolo solo a unos pasos de la gloria.

Él siempre había estado enamorado de la popular ojiazul, así que cuando por culpa de su acosadora su oportunidad se había visto interrumpida un montón de ira creció en su pecho y estalló de mala manera diciéndole palabras que luego de haber reflexionado le parecieron algo crueles.

Pero tampoco se preocupaba demasiado por ello, conocía perfectamente el carácter de su hostigadora compañera de clase, era imposible, para su mala suerte, que ella dejara de perseguirlo por esas simples palabras que le había dicho.

Aunque si gracias a eso lo lograba, debería haberlo hecho mucho, pero mucho antes, pensaba para sí.

Cuando llegó a clase y vio a esa exasperante niña de dos coletas con enormes gafas negras esperó que saltara hacia él y con su horrible voz chillona lo saludara como habitualmente solía hacerlo cada mañana desde que la había conocido.

Pero para su sorpresa ese saludo nunca llegó dejando extrañado al de gorra rosa.

Ella se sintió un poco feliz al ver la reacción de él, pero se desanimó rápidamente cuando observó que el rostro de sorpresa del castaño cambiaba rápidamente a una sonrisa complaciente que se extendía por toda su faz.

¿Estaba feliz de que ella lo dejara en paz?, se preguntaba tristemente sintiendo unas enromes ganas de llorar. ¿De verdad no significaba nada para él?

—Timmy, cariño. Creo que deberías disculparte con Tootie por la noche anterior, las palabras que le dijiste fueron muy duras—habló Wanda preocupada, notaba como la pequeña se estaba conteniendo las ganas de ponerse a llorar.

—Es verdad, casi parecías un loco cuando gritabas a la chica. Fue muy espantoso—dijo Cosmo riendo, mientras Poof sonreía asintiendo, pero rápidamente pararon al ver la molesta mirada de la peli rosa.

—Si ella me deja en paz sería lo mejor, además, no me disculparé por algo que no siento, no niego que tal vez me pasé un poco, pero lo que le dije fue verdad, realmente lo pensaba—dijo serio mientras el profesor entraba a la clase.

La clase paso normal y tranquila, Tootie quería acercarse al castaño, pero sabía que no podía hacerlo, también tenía orgullo. Así tomó toda su fuerza de voluntad y salió corriendo del salón sin que nadie se percatara de su ausencia. Iba tan rápido y distraída que no se dio cuenta de que tenía a alguien delante hasta que chocó con él cayendo estrepitosamente en el frio y duro suelo de la escuela haciendo que varias personas se comenzasen a reír de ella, apresuradamente salió corriendo de allí, su día se había vuelto un total infierno y no deseaba ser el foco de las bromas.

Remy Buxaplenty solo había visto una pelinegra y difusa silueta, pero que por su horrible manera de vestir y esas gafas pasadas de moda seguramente era la acosadora personal del Turner.

Le extrañaba que no estuviera pendiente de él como siempre solía estarlo, cosa que no era de su agrado, ya que para él esa chica significaba una oportunidad para estar a solas con Trixie. La cuatro ojos mantenía distraído a Turner mientras él podía hacer su movimiento con la hermosa pelinegra.

—Timmy cariño, realmente creo que te deberías disculpar con Tootie. La pobre parecía muy afectada, sino haces algo vas a acabar perdiéndola de verdad, ¿acaso no la extrañarías? —dijo Wanda preocupa.

El adolescente paró en seco tras escuchar esas palabras "perderla" se repetía internamente; un ligero pinchazo se instaló en su pecho, pero rápido lo descartó. Deshacerse de ella era exactamente lo que había intentado hacer desde hacía mucho, así que si esa era su manera de deshacerse de ella era una gran oportunidad y esta vez no la estropearía.

—Lo siento Wanda pero no lo haré, si esta es mi oportunidad de librarme de ella, es lo mejor. Estoy cansado de que por su culpa siempre se estropee mis planes con Trixie—habló cansado, ya recogiendo sus cosas.

Ella en verdad sabía que su ahijado tenía esa obsesión con la pelinegra, pero también veía los puros y lindos sentimientos que tenía Tootie por Timmy, solo esperaba que después no se arrepintiera de lo que estaba él mismo estaba provocando.

Remy había escuchado hablar al Turner solo en el salón y le preocupaba lo que acababa de oír. Si la tonta de Tootie dejaba en paz a Timmy este se acercaría más a Trixie, no lo podía permitir. Tenía que hacer algo si no quería que su oportunidad con la chica más guapa de la escuela se fuera a pique, la azabache debía ser suya a como diera lugar.

Salió lo más rápido que pudo con una sola idea en mente, encontrar a Tootie y convencerla de que le ayude en su plan, para su suerte había visto como salía corriendo, seguramente para irse a su casa. La buscó en todo el camino, pero no la veía por ninguna parte, así que decidió recaudar información sobre ella y averiguar en donde vivía.

Notas de la autora: Hola otra vez, espero que les haya gustado. A mi Tootie me parece el personaje más tierno de los padrinos mágicos, por eso quería hacer algo sobre ella. Además, Timmy es un idiota por no fijarse en ella. Solo decir que la vuelvo a subir por aquí.

PD: Solo decir que decidí traer esta historia aquí, que en el otro lado quería centrarme solo en historias Sasuhina.

Cuidado con lo que deseasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora