CAPÍTULO DIECISÉIS: CELOS INFUNDADOS

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Quería detener los precipitados y violentos latidos de su corazón, parecía que en cualquier momento se le saldría del pecho. No quería que el chico los escuchara, así que intentó inútilmente romper el contacto, pero los brazos masculinos no deseaban ceder.

—Solo un rato más—la petición logró que su corazón fuera aún más rápido, cosa que hasta ahora creía imposible.

El rubio la acercó a su pecho, consiguiendo avergonzarla, pero se dio cuenta que no era la única, ya que también oyó los fuertes y rápidos latidos del corazón del blondo.

De alguna manera le hacía sentir segura, aquella calidez que el cuerpo del chico le proporcionaba. Una que nunca nadie le había proporcionado.

—Gracias—dijo débilmente, pero él lo pudo escuchar perfectamente logrando que una orgullosa sonrisa surcara su rostro.

. . . .

Eso era nuevo, no entendía porque su mejor amigo lo había detenido y se estaba ¿sonrojando?

—¿Ocurre algo AJ? —la pregunta de la chica sorprendió al moreno, no esperaba que supiera su nombre.

—¡¿Sabes mi nombre?! —preguntó feliz.

Timmy se dio una bofetada mental, no debía dar a entender que él lo conocía o sino su plan se iría a pique, sino es que ya lo estaba después de lo ocurrido con Trixie. Por lo que si no quería que las cosas fueran a peor tenía que ayudar a Tootie y decirle a Cosmo que se separara de la azabache.

—Bueno, Tootie me dijo quién era quien—contestó tratando de dar una excusa creíble para irse.

—Entiendo—dijo con una sonrisa boba. —Lo que quería preguntarte era si te gustaría ir a tomar un helado, conmigo, solos, los dos—cuando su amigo terminó de hablar la cara de Timmy se había puesto pálida. ¿Su amigo le acababa de pedir una cita?

—Tengo novio—fue lo único que respondió para luego salir de allí, sin duda esa era la cosa más rara que le había ocurrido.

Cuando estuvo lejos de su amigo pudo respirar tranquilo, a pesar de que la idea aun le producía escalofriaos.

—Sí que eres popular—dijo Wanda tratando de no reírse a lo que el castaño solo respondió con un bufido. Pero no tenía tiempo para molestarse con eso, solo quería encontrar a Tootie y aclarar las cosas antes de que se pusieran peores.

Aunque en verdad tampoco sabía muy bien que decirle, ¿cómo podía justificar su comportamiento siendo Timantha? Al girar el pasillo vio como Tootie y Remy iban caminando tranquilamente y eso detuvo cualquier pensamiento. Inconscientemente se escondió detrás de la basura y los espió.

—Sobre tu respuesta, puedes tomarte el tiempo necesario, sé que aún te gusta—dijo taciturno.

Timmy no entendía ¿respuesta, tiempo, gustaba?, exactamente a qué se refería el estúpido Buxaplenty.

La chica sabía que sus sentimientos por Timmy tardarían en irse del todo, después de todo no se puede olvidar un amor como el que ella le tenía en tan poco tiempo. Pero aun así esta vez estaba dispuesta a intentarlo, no quería seguir llorando por alguien que jamás la podría amar.

—Ese día cuando tocaste mi puerta por primera vez... sabía que algo iba a cambiar—dijo riéndose. —Había tenido uno de los peores días de mi vida, pero de alguna manera tú lo hiciste más divertido. Gracias—dijo con una sonrisa que logró sonrojar a los dos muchachos. El blondo acarició su cabello y la despeinó, no quería que viese su rostro que se encontraba sonrojado.

Cuidado con lo que deseasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora