JunMyeon terminó de cerrar todos los corchetes y tomó a la niña en brazos.
–¿Está listo el biberón? –pregunto JunMyeon observando que SeHun andaba perdido en sus pensamientos.
–Voy a comprobar que sigue caliente. –dijo SeHun y se fue.
Todavía estaba comprobando la temperatura cuando JunMyeon entró en la cocina.
–¿Cada uno a sus puestos? –preguntó JunMyeon.
–El torpedo está listo. –replicó SeHun, sosteniendo el biberón en alto.
JunMyeon fue a la butaca.
–Desciendo a la posición asignada.
Una vez sentado, JunMyeon tomó el biberón y en el silencio que siguió solo se escuchó al bebé succionando.
SeHun se sentó a cierta distancia a observarlos. Cuando el biberón estaba a la mitad pensó que lo normal era que estuviera aburrido y sin embargo estaba completamente absorto en cada movimiento: los ojos del bebé entrecerrándose, sus dedos apretando el biberón como un gatito jugando.
Iba a sugerir que le sacaran el aire cuando JunMyeon levantó el biberón y en una fracción de segundo volvió con una toalla, rezando para que no lo escupiera todo. Después de unas palmaditas, el bebé los gratificó con un sonoro aire. SeHun suspiró aliviado. ¡Buena chica!
JunMyeon volvió a acomodarse.
–Estamos haciéndonos unos expertos. –bromeo SeHun.
Y se sintió orgulloso, pero se dijo que no era más que un espectador. JunMyeon y la niña formaban un equipo. Y esa sí que era una novedad en su vida. En el despacho él hablaba y los demás escuchaban. En las relaciones era él quien dictaba los términos. Por eso tenía éxito y seguía soltero. Una combinación ideal para él.
–He estado pensando... –empezó a decir JunMyeon y SeHun desvió la mirada de los labios de JunMyeon y volvió al presente– ¿Te parece bien que pongamos un nombre a la niña mientras cuidemos de ella?
–¿Qué nombre has pensado? –pregunto SeHun.
–No lo sé. ¿Yeri, karina, sully?
–Me gusta NingNing. –oferto SeHun pensativo.
–¿NingNing?
–Sí, NingNing. –repitió SeHun–. es un nombre muy bonito en chino.
JunMyeon miró a la niña y sonrió con dulzura.
–A mí también me gusta.
Y a SeHun le gustaba la manera en que JunMyeon se mordía el labio cuando estaba contento, la forma en que le brillaban los ojos y el suave ronroneo con el que calmaba a la niña.
Hasta le gustaba que cuestionara su comportamiento en las relaciones y en los negocios, aunque en la realidad no supiera nada de él.
SeHun se dio cuenta de que fruncía el ceño. Estaba reflexionando demasiado. Fue hasta la chimenea y seleccionó un leño para encender el fuego.
–¿Funciona tu móvil? –preguntó JunMyeon.
–He recibido una llamada de mi hermano Jimmy antes de que te despertaras.
–¿Quería saber si habías sobrevivido a la tormenta? –se burló JunMyeon.
–Eso, además de preguntar por la negociación que tenemos en marcha para comprar el hotel JongWoon.–dijo SeHun.

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BEBÉ ABORDO-SEHO
General FictionKim JunMyeon un reportero con un pasado triste Oh SeHun un magnate de los negocios frio y calculador. Ambos atrapados dentro de un taxi por la tormenta de nieve en Asan. Para sumarle lo extraño en el taxi hay algo: una canasta con un bebe. ¿De qu...