Thirteen

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  Tras el espectacular orgasmo que había experimentado, a JunMyeon le bastaba con permanecer echado junto a SeHun, pero cuando le acarició el muslo y le rozo la entrada con su erección, JunMyeon no pudo evitar girarse para mordisquearle un pezón a SeHun a la vez que lo tomaba en su mano y movía está a lo largo. El cuerpo de SeHun reaccionó instantáneamente y su pene se endureció aún más.

–Pensaba que querías descansar, pero estoy encantado de que prefieras jugar. –susurró SeHun contra su cabello.

–También podríamos hablar. –gimió JunMyeon sin dejar de acariciar el grueso miembro de SeHun.

SeHun dejó escapar un tembloroso suspiro.

–Si sigues haciendo eso haré lo que quieras. –jadeo SeHun sintiéndose controlado y dominado.

–¿Y si hago esto? –preguntó JunMyeon continuando con la caricia a la vez que dejaba un rastro de húmedos besos desde sus pezones hasta su ombligo.

–Tengo que advertirte que me da mucho gusto. –ronroneo SeHun.

JunMyeon aumentó la fricción y SeHun alzó las caderas.

–Háblame de esta casa SeHun-ha. –dijo JunMyeon.

SeHun resopló y ladeó la cabeza.

–¿Qué quieres saber?

–¿Por qué la elegiste?

–Es muy... tranquila. –cuando JunMyeon apartó la mano, SeHun masculló–: No hace falta que pares conejito.

–Si sigo no podrás mantener una conversación. –regaño JunMyeon riendo.

–Hay quien dice que hablar está sobrevalorado. –enfatizo SeHun lamiéndose los labios.

JunMyeon se incorporó sobre el codo y apoyó la cabeza en la mano.

–Dices que te gustó porque era un lugar muy tranquilo. –repitió JunMyeon con curiosidad incitándolo a seguir hablando.

. –La casa y el pueblo. Celebran las Navidades en comunidad, ponen un gigantesco árbol y se organizan juegos para los niños. –comento SeHun.

–Suena ideal para tener familia. –dijo JunMyeon pensativo.

–Se la compré a una familia con gemelos. El padre solía ir a pescar y a volar cometas con ellos. Las dos veces que vine a verla olía a bizcocho recién horneado. –agrego SeHun con nostalgia.

–¿Alguna vez has probado a hacerlo tú mismo? –pregunto JunMyeon con los ojos brillosos de emoción.

–No. ¿Tú JunMyeon?

–De pequeño tuve que cocinar tanto que ahora lo evito en la medida de lo posible. –susurro JunMyeon arrugando la nariz.

–¿Y has ido de excursión a la montaña?

–Acá en Asan, no. –respondió JunMyeon pensativo.

SeHun puso una mano bajo la nuca y miró al techo.

–El paisaje es espectacular. No hay aire más puro que el de Asan. –dijo SeHun.

–No parece que estés ansioso por volver a Seúl. –comento JunMyeon observándolo.

–Seúl es mi hogar JunMyeon. –dijo SeHun sin mucha emoción.

–No tiene por qué, ¿no dicen que el hogar está donde está el corazón? –comento JunMyeon.

SeHun se giró sobre el costado para mirar a JunMyeon de frente, le retiró el cabello de la mejilla y preguntó:

–¿Dónde tienes tú el corazón JunMyeon?

BEBÉ ABORDO-SEHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora