–Gasparin sal de ahí. –ordenó SeHun.
–Ha debido encontrar algo. –dijo JunMyeon.
Gasparin ladró. NingNing que estaba en brazos de JunMyeon, gritaba y reía, intentando dar palmas.
Después de la escena con los muñecos, el ambiente se había enrarecido, así que cuando finalmente el sol había asomado entre las nubes, SeHun había propuesto salir a tomar aire fresco. Tras dejarle a JunMyeon unas botas y un abrigo que le quedaban enormes, envolver a NingNing en una manta y ponerse él una cazadora, habían salido al jardín.
SeHun no conseguía dominar sus instintos y racionalizar lo que le pasaba con JunMyeon, pero sabía que la resistencia que este ponía a una atracción que era obviamente mutua, reforzaba su determinación por conseguirlo. Y aunque podía deberse al aislamiento y a la ausencia de otros estímulos, lo cierto era que cada vez que se le acercaba, cada célula de su cuerpo parecía revivir y clamar por JunMyeon.
Al día siguiente los servicios sociales se llevarían a NingNing y el juego habría acabado. Pero SeHun estaba decidido a hacer suyo a JunMyeon y a oírle susurrar su nombre mientras le hacía el amor. Aunque para ello tuviera que esperar hasta la noche.
Hizo una bola de nieve y se la tiro a Gasparin. El perro la esquivó, se agazapó y se lanzó hacia ellos. JunMyeon y NingNing rieron a carcajadas. SeHun le lanzó otra bola hacia las piernas y Gasparin hizo la misma maniobra, salpicando nieve a su alrededor. Luego fue hacia SeHun y le agarró el borde del abrigo entre los dientes, tirando de él.
–¡Suéltame! –gritó SeHun tirando hacia el lado opuesto entre las risas de JunMyeon y NingNing.
Cuando SeHun consiguió soltarse, hizo ademán de atacar a Gasparin, que lo esquivó en el último segundo. Y SeHun cayó al suelo de bruces.
–¡A por él Gasparin! –dijo JunMyeon con efusividad.
Y empezó a echarle nieve con el pie mientras NingNing movía los brazos frenéticamente sin dejar de reír y Gasparin saltaba sobre SeHun.
SeHun se resbaló varias veces antes de ponerse en pie. Estaba sin aliento por el ejercicio y la risa, pero no se dio por vencido. Guiñando los ojos en actitud amenazadora, avanzó hacia JunMyeon, que retrocedió hacia la casa.
–Se acabó el juego. –jadeo JunMyeon.
–Todavía no. –respondió SeHun con determinación.
–¡Tengo a la niña en brazos! –exclamo JunMyeon como escusa.
–Eso no te salvará JunMyeon. –Gasparin ladró y SeHun le lanzó una mirada, diciendo–: No te preocupes. Luego te toca a ti.
Dando un paso adelante, SeHun tomó a NingNing de los brazos de JunMyeon y la dejó con cuidado en su sillita, que habían dejado en el porche, antes de volverse de nuevo hacia JunMyeon. Cuando lo alcanzó, los dos cayeron al suelo mientras Gasparin no paraba de hacer cabriolas y sus risas reverberaban entre los árboles. Luego el perro se acercó a NingNing y a SeHun se le borró la visión, excepto por dos hermosos ojos que lo miraban expectantes. Tenía a JunMyeon atrapado, sus labios tentadores a unos centímetros, entreabiertos. No tenía escapatoria y él iba a besarlo.
Con la mano enguantada, SeHun lo sujetó por la nuca e inclinó la cabeza sobre la de él. Sin pensárselo, apretó sus labios a los de JunMyeon, que no ofrecieron resistencia. Sus lenguas se entrelazaron y una llamarada estalló en su interior. SeHun lo estrechó contra sí. Quería que JunMyeon supiera que había encontrado la combinación de su candado, y que una vez abierto, iba a hacer lo que fuera para romper su resistencia.
![](https://img.wattpad.com/cover/318455332-288-k142351.jpg)
ESTÁS LEYENDO
BEBÉ ABORDO-SEHO
Ficção GeralKim JunMyeon un reportero con un pasado triste Oh SeHun un magnate de los negocios frio y calculador. Ambos atrapados dentro de un taxi por la tormenta de nieve en Asan. Para sumarle lo extraño en el taxi hay algo: una canasta con un bebe. ¿De qu...