❝c i n c o❞

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San maldijo para sí mismo cuando desbloqueó la pantalla y vio un montón de mensajes de su madre, ya que ayudó a Yuna a cocinar y se olvidó por completo de la cena, que, por cierto, solo quedaba una hora para llegar a tiempo.

Choi se apresuró a sacar una camisa negra y unos jeans oscuros del armario; ya que estaba conociendo al hijo de Hyojong, debería verse lo mejor posible. Avisó a Yuna que no regresaría esa noche, el chico bajó rápidamente las escaleras y se detuvo cerca de la parada que se ubicaba cerca de su casa, el último autobús salía en cinco minutos.

Hyuna recibió a San con fuertes abrazos y Hyojong le dio palmaditas en el hombro, sonrió cálidamente y le preguntó sobre su progreso en la escuela. De vez en cuando, Hyuna y Hyojong intercambiaban miradas tiernas y el corazón de San se sentía aliviado: parece que estos dos realmente se aman.

─¡Cariño, la cena está lista!. ─ La mujer revoloteó alrededor de la mesa, arreglando platos y cubiertos con entusiasmo. ─¿Dónde está Woo?.

─Debería ya estar acá.  

"¿Woo? Que nombre tan raro". Pensó San.

─Lo llamé hace un minuto, dijo que estaría aquí pronto. ─ Dijo Hyojong desde la cocina, saliendo con un tazón en sus manos.

─Déjame ayudarte con algo. ─ Dijo San acercándose a su madre. Pero ella solo le acarició el cabello.

─No te preocupes hijo, podemos manejarlo nosotros mismos.

─Pero no puedo simplemente sentarme y mirar. Déjame poner las servilletas al menos. 

Hyuna sonrió y asintió con la cabeza en dirección al pequeño armario, ya que tenía las manos llenas. ─Están en el primer estante del armario, cariño.

Una puerta se cerró de golpe en el pasillo y se escuchó el sonido de alguien sacándose un abrigo. 

Hyojong asintió con aprobación, levantándose del sofá. ─Parece que mi hijo volvió. Podemos sentarnos a la mesa ya. San, ven aquí, por fin conocerás a mi muchacho.

San recogió un puñado de servilletas y se dirigió a la sala de estar, listo para saludar al chico. Pero tan pronto como cruzó el umbral de la habitación, captó la mirada de unos ojos verdes dolorosamente familiares: aunque ahora había un auténtico horror en ellos.

─Al fin se conocen. ─ Dijo Hyojong arrastrando las palabras, mirando de un chico a otro. ─Es... ¿Qué les pasa? ¿Ya se conocían?. ─ Un miedo silencioso se apoderó de San y se le hizo un nudo en la garganta. Las servilletas volaron al suelo y las rodillas de San temblaron a traición.

Esto no puede ser...

─Woo... ¿Wooyoung?.





| Como en Argentina (mi país) está el tiempo medio nublado, pinto subir doble actualización

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Red line ; woosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora