Red line ; woosan

❝T r e i n t a y n u e v e❞

Wooyoung miró a San, quien estaba tan sorprendido por lo que escuchó, que estaba conteniendo la respiración, temeroso de moverse. Se le aceleró el pulso y supo que estaba a punto de perder por completo el sentido de la realidad. Finalmente, un rompecabezas comenzó a tomar forma en la cabeza de San.

San se recordó a sí mismo hace tres años, entonces todavía era un chico alegre y despreocupado que se regocijaba con cada nuevo día, en cuya vida solo había un gran amor: la música.

Al no haber recibido la debida atención y cuidado de sus padres, San recibió todo eso en su totalidad en la escuela, todos lo amaban, lo elogiaban, lo ponían como ejemplo, todos querían hablar con él. Había bastantes chicas que soñaban con estar con él, pero él ni siquiera lo pensó, estaba demasiado absorto en las clases y los estudios.

¿Realmente no prestó atención a las personas que lo rodeaban? ¿Estaba tan ciego que no vio cómo un chico como Wooyoung se enamoraba de él? Todos estos pensamientos no cabían en su cabeza.

La culpa se apoderó del chico, y cerró los ojos, como si tratara de alejar los malos pensamientos de sí mismo. Fue sacado de sus pensamientos por Wooyoung, quien rió amargamente, bajando la cabeza.

─Lo sabía.

─¿Qué?. ─ La voz del pelirubio sonaba débil y Wooyoung levantó la vista por un momento.

─Sabía que sería así. Te sientes culpable, está claramente escrito en tu cara. No quería decirte por eso... Sé lo que es. La culpa es un sentimiento tóxico que envenena la vida y no te permite dormir tranquilo por las noches. Ella te empuja y te hace sentir impotente. Estuve atrapado en ese infierno durante años y me odiaba a mí mismo por no poder cambiar nada.

─Wooyoung. ─ La voz de San tembló, y sacudió la cabeza, volviendo lentamente a sus sentidos. ─¿Por qué no me dijiste todo esto antes? Porque... Cuando te vi el primer día tú... Me gustabas. La verdad que me gustaste mucho, pensé mucho en ti. ─ Los ojos de Wooyoung se abrieron con sorpresa y miró al chico de enfrente como si lo viera por primera vez. ─¿Por qué me hiciste pensar que me odiabas?.

─Porque era mucho más conveniente... Al menos a mí me lo parecía al principio. Y realmente pensé que te odiaba por todo mi sufrimiento... Pero tú no tienes la culpa de nada, San. Y no tienes que sentirte culpable ahora. Fui el único imbécil que actuó según el principio de "eres culpable de hacerme sentir mal, así que obtén lo que te mereces". Sintiéndome culpable, "culpaba" sin cesar a los demás para no sentirme como el único "gran pecador". Me sentí culpable ante mi madre por no estar a la altura de sus expectativas... Por el hecho de que no soy como los demás. Me sentí culpable ante mi padre. porque lo ignoré y lo alejé durante tantos años, y él me salvó de todo el horror que estaba pasando en nuestra casa. Me sentí culpable frente a Solar, frente a una persona que, a pesar de todo, me apoyó y comprendió. Ella me pidió que detuviera este juego, pero solo me reí en respuesta. Me sentí y me siento culpable frente a ti por el hecho de que por mi egoísmo te obligué a pasar por toda esta mierda. Solo soy un completo idiota.

─No. ─ San negó con la cabeza, sentándose más cerca del de ojos verdes. ─Eso no es cierto. Si tan solo hubiera sabido por lo que has pasado... Si hubiéramos hablado al principio, nada de esto podría haber sucedido. Yo no sabía nada de ti. Y ahora que lo sé, puedo entenderte... Entender por qué actuaste de la forma en que lo hiciste.

─No deberías decir eso, San. ─ Wooyoung sonrió con tristeza, sacudiendo la cabeza. ─Esto no es una excusa, ¿Comprendes? Esto no justifica mi comportamiento. Nadie tiene la culpa de mis problemas sino yo mismo. Me he acostumbrado a sentir culpa constantemente, a lo largo de mi vida. "Algo está mal conmigo, hago todo mal, nada me sale bien, otras personas se sienten mal por mí, nadie me ama, nadie me necesita, molesto a todos", pensaba constantemente así. Después de todo, mi madre me culpó por su mal humor, ya ves. También me culpó por problemas en su vida personal, estaba constantemente atrapada en esa casa y ella no podía traer a nadie... Aunque era una completa tontería, traía hombres cuando quería. Todos los días me decía que perdió su belleza y su figura al darme a luz.