†004

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"Dime cordero, acaso me diste la dicha de ser quien tenga la pureza que el altísimo te ha dado"

POV JOSEPH:

Sus manos eran desesperadas, arañaban mi espalda y sentía como su cavidad apretaba cada vez más

"¿Acabarás sobre mi miembro pequeño ángel?"

Sus gemidos eran delicados como su piel blanca, sus mejillas estaban enrojecidas casi como su trasero por los golpes de mi palma, estaba montandome como una jodida experta y no iba a aguantar demasiado por la manera en la que apretaba

"El infierno no es tan malo cuando quema como mi polla detro de ella"

Estaba sobre ella, entre sus piernas mientras una mano sostenía mi cuerpo para no pesarme sobre su delicado cuerpo y la otra sostenía su pierna sobre mis caderas, aquellas temblaban. Mis movimientos se volvieron erráticos persiguiendo mi liberación, ella soltó un grito en un orgasmo abrumador para ambos.

-Estas bien?- pude hablar mientras salía de ella

-Si padre- su mirada estaba confundida

-Yo, no sé que pasó y no sé que decir ahora- acomodé mi ropa

-Esto está mal- lágrimas mojaron sus mejillas

-Lo está- tomé mi cabeza, quería consolarla pero la culpa me detuvo, sabía que no debía tocarla de nuevo

-Lo veré en la fiesta, lo siento- ella se fue corriendo después de acomodar su ropa.

"Dios, castigame... Quiero sentirme mal por lo hice"

Después de un momento tomé aquel objeto blanco que llevo en mi cuello y realmente me apenaba con Dios porque no era digno de llevar eso, no era digno de celebrar, ni mucho menos de volver a tocar el altar.
No me abandones
Llegué tarde a aquella fiesta, fingir no era lo mío pero al menos hasta ahora nadie sospechaba nada. La busque con la mirada por todo aquel lugar, deseaba que esté bien... Te encontré cordero pero aún no entiendo quien es el hombre con el que siempre te veo acompañada.

-Padre, es un gusto recibirlo en nuestro hogar- dijo la madre de la chica a la que acababa de profanar

-Esta todo sumamente hermoso, realmente no encuentro palabras para agradecer- deseaba tener un castigo demasiado severo después de tanto pecado

-Mi hija ha hablado mucho de usted, espera que usted la case con su prometido- la mujer sonrió y mi mirada fue directamente a aquellos jóvenes

-Para mi sería un honor- sonreí aunque el malestar en mi estómago me descomponía -Me diría dónde se encuentra el baño?-

-Si padre, debe subir y el último cuarto a la izquierda es el baño- asentí y comencé a dirigirme hasta allí

_______________

-Padre- sentí una voz atrás de mi cuando estuve arriba

-Te escucho- no me atreví a girar

-Necesito una penitencia- su voz parecía cortada

-Vas a casarte?- tragué grueso

-Estoy comprometida- ella tocó mi espalda

-Voy a casarte con él?- cerré mis ojos

-Padre- susurró

-Solo quiero que respondas- de nuevo el cleriman quemaba en mi cuello

-No es necesario, podría buscar otro sacerdote- sollozó -No quería... No sé que decir-

-Que es lo que no querías?- corté

-Que esto pasará, yo estoy arrepentida padre...- ella me miró cuando me di vuelta

-Yo no puedo arrepentirme, quisiera sentirme mal porque hice pero no puedo- levanté mi vista, no podía mirarla...

-Padre, lo disfrutó?- preguntó

"Quiero poder tenerte en cada posición"

-Tú prometido te busca- corté mientras aquel hombre se acerca a nosotros

PECADO // Joseph Quinn+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora