†029

3.4K 283 103
                                    

[Así en el cielo como en la tierra]

Abrí la puerta del departamento de James, la luna de miel había empezado hace dos días y me dejó a cargo de controlar el lugar.
Joseph se adentraba junto a mi en aquel pequeño hogar, venía tomando mis caderas y dejando pequeños besos sobre mi cabeza, me hacía sonreír por ese acto tan dulce, así era últimamente desde la propuesta. Sigo sin creerlo.

-Te imaginas cuando tengamos nuestra propia casa?- me abrazaba por la espalda cuando cerramos la puerta. Estas palabras me hicieron imaginarlo todo y estremecerme un poco

-Quieres comer algo?- cambié el tema, me ponía nerviosa pensar en estas cosas ahora, tenía miedo a volver a ilusionarme.

-Preparé un poco de fideos con crema blanca, te parece bien?- asentí mientras él me soltaba poco a poco.

-Por suerte dejaron todo ordenado, solo creo que pasaría la aspiradora- comenté sonriendo, él se dispuso a tomar los ingredientes para prepararlos

-Necesitas que te ayude? Dame tiempo, cuando ponga a cocinar la crema podré hacerlo- dijo y negué, me observó unos minutos

-No hace falta amor, es algo rápido- avisé

Recogí mi cabello en una coleta y comencé por las habitaciones, era un lugar pequeño. Como dije antes, esto estaba limpio y sería muy fácil. Una emoción hizo que mi pecho se sienta raro, miraba aquel lugar que se sentía tan familiar, recordé los llantos los primeros días cuando James me trajo aquí, recordé cuando Dana traía helado para ambas y ver películas de terror pero terminar apagando la tv. Mis ojos se aguaron un poco teniendo miedo de volver a sentirme así de mal. Terminé el quehacer y sentí que alguien me tomaba por la espalda, su toque era delicado sobre mi y reconocí su manos cuando ví a mi vientre.

-Se te quemará la comida, Joe- reí un poco y él conmigo, no había peleas, todo lo hablábamos, había estado más concentrado en nosotros, no habia secretos o eso creía...

-Vine por un beso rápido de mi futura mujer y luego volveré a la cocina- me giré un poco luego de dejar el aparato, lo ví a los ojos. Tenía un brillo especial, una sonrisa difícilmente descriptible

-Espero este delicioso o no podremos casarnos- se hizo un poco hacía atrás para ver bien mi rostro, no me soltó la cintura en ningún momento

-Por que no podríamos?- cuestionó frunciendo un poco sus cejas, lo ví demasiado tierno

-Yo tampoco se cocinar, significa que no podemos ser el uno para el otro- hice un leve puchero con mis labios y Joseph puso su mano en mi mejilla dándole una suave caricia

-Pediremos delivery- se encogió de hombros

-Y si no...- intenté hacer otra pregunta pero me silencio con su beso. Era totalmente delicado cuando sus labios se movían contra los míos, era dulce, me apagaba a su cuerpo como si eso fuera posible, nos separamos por la falta de aire

-Encontraremos una solución para cada cosa que pase, haremos que funcione todos los días- dió un corto beso a mis labios cuando me dejó sin palabras -No importa si un día debo remar solo para mantener este bote, no importa cuántos obstáculos me pongan en el camino o no importa que suceda mañana... Yo siempre buscaré la manera de que todas las noches pueda recordarte que te amo y estoy orgulloso de que estés a mi lado- noté demasiada sinceridad en sus palabras, la confianza abrazaba mi corazón recuperando poco a poco la fé que algun día había perdido -Quiero poder recordarte dentro de 50 años y saber que estoy con el amor de mi vida-

PECADO // Joseph Quinn+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora