†022

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["Te esperé, llegué a sentir que me moría. Te esperé, como la luna espera al día. Lo intenté pero continuó la vida. Te esperé pero el tiempo cerro la herida..." O eso creíste]

Dos años más tarde...

La alarma sonó pero ya me encontraba despierta hace media hora, solo miraba el techo blanco de mi habitación y pensaba si realmente era necesario ir a trabajar o seguir durmiendo. Claramente debo trabajar porque dependo de mi.
Me empujé fuera de la cama y comencé a vestirme. Una pollera que se cortaba a la mitad de mis muslos y una camisa blanca, mis clásicos botines, pendientes y collar para finalizar. Miré mi rostro y era un puto desastre así que lo lavé, traté de maquillarlo lo mejor posible pero era inútil para esto.
La llamada entrante hizo que me desconcentre de todo, James tenía costumbre de pasarme a buscar junto a su novia, ahora mejor amiga de ambos. Trabajaba para él como su secretaria y era un poco difícil para mí pero seguí adelante, tapé el dolor con trabajo y rutinas.

-Paso por ti en 10 minutos, sé puntual- escuché que venía manejando

-Cuando te he fallado?- hablé sarcástica y escuché a Dana reír

-Buenos días ____- dijo ella, dulce como siempre

-Buenos días Dana- respondí animada. Ellos son lo mejor que me ha pasando en este tiempo. Les debo todo

-8 minutos- colgó

Reí por lo sucedido y salí como un rayo de mi casa, bajé por las escaleras porque el ascensor no funcionaba. Llegué a la vereda justo cuando James estacionaba su coche negro delante de mi.

-Buenos días- sonreí y rió

-Dios mío, esto es un milagro- rodeé los ojos y subí

-Un cappuccino para usted- Dana extendió su brazo dándome aquello

-Moriria si no fuera por ti- bebí y James miró por el espejo retrovisor

-De nada- dijo y fruncí el ceño

-James me dijo que te gustaba porque yo lo olvido- ella sonrió con algo de pena

-Tranquila, valoro que hayas pensado en mi- le sonreí -Gracias a ti también- toqué su cabello despeinandolo. Eso le molestaba mucho

-Voy a dejarte aquí y tendrás que caminar- habló

-Tomaré un taxi- reí

Siempre era igual cuando me buscaba, pasábamos el tiempo en bromas y riendo. Con James nunca había malos momentos y Dana era la chica perfecta para él, sin duda estoy segura que serán muy felices juntos.
Llegamos a la oficina y me dispuse a realizar mi trabajo, llené algunos formularios y me levanté para que él los firmara. Toqué la puerta antes de entrar pero no respondió, reí al pensar que se encontraba con Dana, no era así. Volví a tocar y esta vez me dejó entrar.

-Son para firmar- dije caminando hasta su escritorio

-Emm si, claro- extendió su mano y yo se los dí

-Y el señor Alexander llamó para confirmar la cita de esta tarde- él asintió y lo noté demasiado raro

-Quieres ir a almorzar con Dan?- propuso

-Por mi estaría bien, pero es demasiado papeleo hasta que llegue tu socio- miré la pila de papales sobre la mesa

-No es tu problema, ve ahora y busca a Dan- sonó más como una orden

PECADO // Joseph Quinn+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora