PECADO // Joseph Quinn+18

†019

[Eres el cielo, también el infierno... Ambos me gustan, en ambos te quiero]

Narra Joseph:  

Mi cuerpo se aferraba al suyo, no quería una despedida pero no iba a causarle más problemas y mucho menos que ese imbécil vuelva a lastimarla. Fui a lugar oscuro de mi mente, uno doloroso y la imagen de que ella no hubiera podido salir del hospital... La abracé aún más fuerte y ella se quejó.

-No puedo respirar- se rió un poco cuando la solté

-Me llamarás? En cuanto puedas- pregunté

-Lo haré a las 6pm- sonrió acariciando mi mejilla

-Ya te estoy extrañando- mi mano acarició su cintura

-Y yo a ti pero pronto no tendremos que separarnos nunca más- me besó delicadamente

-Claro que si mi amor- volví a unir nuestros labios

-Tengo que irme antes que se haga tarde- mis besos bajaron por su cuello y soltó un jadeo

Me separé un poco pero ahora ella volvió a besarme, tomó mis manos poniéndolas en su trasero. Sonreí cuando ella me miró inocente, la apreté contra mi y mi erección ya era notoria. Esto no podía pasar ahora asi que me alejé de nuevo.

-Te llevaré amor, es lejos para caminar- acomodé su cabello

-No lo es, iré por el bosque y llegaré en 15 minutos o menos- sonrió para mí y asentí

-Estas segura?- pregunté

-Amor- mi corazón corrió con fuerza -Estaré bien, si? Trataré de volver en la noche- acarició mi mano

Asentí levemente, fué una despedida corta y ella se fue rápido. A lo lejos me saludó y sonreí moviendo mi mano ligeramente mientras la veía desaparecer.

Dios, cuidala mientras yo esté lejos.

Volví a meter mi cuerpo dentro de la casa, se sentía tan vacío y tranquilo ahora, notaba que no había colores alegres pero cuando ella estaba aquí nisiquiera lo notaba, todo estaba más iluminado.
Suspiré por esos pensamientos y fui a ver qué podía comer, mientras cocinaba trata de no pensar que ella estaría mal pero sabía que su familia era una mierda, su madre en especial.

¿Cómo puede haber madres que traten así a sus hijos? ¿Por qué traen hijos al mundo si van a ser tan malos padres? Entiendo que muchas veces hacemos mal las cosas pero tratar a sus hijos como basura me parece lo peor del mundo, en especial si viene de una madre.

Serví el plato con comida chatarra, generalmente comía esas cosas porque me levantaba tarde o no tenía muchos ánimos de hacer algo especial. Solo comía bien cuando mi hermano me visitaba, era un experto en la cocina y en hacerme la vida imposible con sus burlas. Mis padres querían visitarme en estos días pero les dije que yo iría muy pronto a dónde ellos estuvieran, aún tengo miedo por su reacción en especial de mi padre que era mucho más serio.

Salí de mis pensamientos cuando el teléfono de la casa comenzó a sonar, sonreí esperando escuchar su voz y que había llegado a salvo.

-Buenas?- sonreí cuando hablé

-Padre- mi rostro cayó por completo

-Mark- mi mano se apretó

-Queria saber y confirmar lo del próximo domingo -Mencionó y mis celos crecieron  -Mi prometida- Odio que la llame así, odio que la llame de cualquier manera porque usa el "mi" cuando ella es mía.  -Aún duerme a estás horas de la mañana por el accidente de hace una semana- mis dientes se apretaron, que injusto  -Por eso no hemos podido ir presencialmente-

-Claro hijo, estaré muy presente ese día.- hablé y se escuchó algo al otro lado del teléfono

-Debo colgar padre, lo hablaremos de su honorarios- escuché un insulto y de repente el teléfono colgado.

NARRA ____

Caí por mi ventana y un dolor se hizo presente en mi espalda baja, agradecía estar aquí adentro de una vez. Me encerré en el baño en cuanto pude levantarme, deseaba que Mark no venga hasta que yo me haya bañado porque el perfume de Joseph estaba esparcido por mi piel, esto me caía mal porque su perfume era lo único que podría tener de él hasta volver a verlo.
Lavé mi cuerpo con unos jabones que mi madre me había regalo por el compromiso, lo odia pero era lo único fuerte que podría tapar todo y que Mark no se de cuenta.

-Cariño?- sentí la voz de aquel hombre que me causaba repulsión

-Ahora voy- grité desde la ducha y luego escuché la puerta abrirse

-Vamos a pasarla bien- sonrió mientras yo cubría rápidamente mi cuerpo

-Ahora termino, espérame por favor- trataba de sonar tranquila pero el miedo golpeaba mi estómago

-Ya esperé mucho- quitaba su ropa y pronto estuvo bajo la ducha conmigo

Acarició mi espalda, al menos lo debía mirar ahora. Inhaló el olor de mi cabello y yo apreté los ojos, sabía lo que se venía, quiero correr lejos de aquí. Esto duele