🔞𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 10🔞

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Y así lo hizo, sus manos descansan en sus glúteos y aprieta suavemente una vez que la penetra, esta vez lo hace con dulzura y sus vellos se ponen de punta al sentirlo así. Está vez, el ritmo queda en manos de Camila pero no por mucho tiempo, al principio deja que lo haga. La ve imponente, cabalgándolo con suavidad y ese ritmo hace que Jonathan no dejara de gruñir. Sus manos se deslizan por todo su cuerpo hasta llegar a su cuello y la atrae para besarla. En el beso apasionado, la sostiene con fuerza en sus muslos, dejándola al borde del jacuzzi y la embiste con fuerza. 

-Ay. -Gime.

Ella envuelve sus piernas alrededor de su cintura y siente como el pene sale y entra con fuerza, siendo incapaz de mantenerse callada por los gritos que se escapan de su boca. Tiembla en sus brazos y disfruta al verla tan entregada a él. Sus manos se apoyan en las curvas de su cintura y la toma con fuerza, embistiéndola manteniendo un ritmo asombroso, llevando a la mujer al cielo. 

-Ahhh, sigue...-Su pelvis choca con la de Jonathan. -Siii, así, así. 

Las manos suaves de Camila se apoyan en su pecho mientras es martillada por unas embestidas maravillosas. 

Ella es la primera que llega al orgasmo y su cuerpo se rompe en miles de pedazos, aún así al boxeador sigue penetrándola. Entra y sale su pene tantas veces que la señora perdió la cabeza, entregándose en cuerpo y alma al hombre que desea más que nada. 

Muere por besarlo, necesitando sus labios como si fuesen oxígeno, como si su vida dependiera de ello. Arrastra sus uñas por la carne de su amante y siente como se está acumulando el orgasmo por sus partes bajas. 

-AY DIOS MIO. -Grita. -JONATHAN. 

La está partiendo a la mitad, aún así la vuelve loca esa sensación de ser penetrada por ese hombre fuerte. Le esta haciendo el amor de una manera y no quiere que se detenga. 

Y no lo hizo, provoco otros dos orgasmos más hasta que Jonathan llega al orgasmo y deja su semilla en ella. La mujer se siente devastada por esos orgasmos y a ambos les cuesta respirar. 

-Que puedo decir. -Suspira complacido. -Estás siendo una excelente amante gatita, más de lo que yo pensé. 

Camila lo mira en silencio, Jonathan se atrevió a acariciar su mejilla suave y ella cierra los ojos al sentir ese contacto.

- ¿Te gusto lo que te hizo papi?

El hombre pasa su dedo por su mentón hasta sus senos mientras espera una respuesta.

-Me encanto papi.

-Bien porque recién estamos empezando. 

Pasa su mano por su nuca, pasando los dedos por su delicado cabello y tira de su cabeza para poder besarla a su antojo, introduciendo la boca en su lengua y Camila estalla. 

Después, salen del baño envueltos por una bata y tocan la puerta. 

-Pase. -Dice Jonathan.

Entra un hombre con la cena y la deja sobre la cama.

-Buen provecho y si les apetecen algo llamen a la recepción. 

Los deja a solas y Jonathan toma su mano para llevarla hasta la mesita de estar.

-Siéntate sobre la alfombra. 

Le hace caso y este se agacha con una sonrisa resplandeciente, ella se queda embobada al ver esa sonrisa y su corazón late de prisa. 

Saca unas esposas del bolsillo de su bata y le esposa el tobillo a la pata de la mesita. 

-Me gusta verte así, es excitante. 

Le guiña el ojo y se sienta con ella en la alfombra.

-Vamos a comer aquí. -Empieza a cortar la comida. - Me gustaría mucho darte de comer y de beber. 

-Si.

- ¿Si, que gatita?

-Si papi.

-Así me gusta. -Satisfecho.

Le da el primer bocado y ella lo recibe con la boca, masticando suavemente. No dice nada, solo deja que el le lleve la comida a la boca. 

Jonathan deja el tenedor y sirve el champagne sobre las copas, toma el primer sorbo y lo lleva a su boca para que ella beba. 

Terminan de comer y se acerca más a Camila.

- ¿Satisfecha?

La mujer asiente y cierra los ojos cuando esta por besarla. Sus labios se tocan con suavidad y la toma entre sus brazos, ella ansia solamente sus caricias y que la haga suya. 

El boxeador va por más, bebe de sus labios y el beso es más agresivo, sosteniéndola con fuerza y hace que se acueste en la alfombra. 

-Eres tan bella gatita. 

Acaricia su rostro con tanto cuidado, como si fuese una muñeca de porcelana. Ella lo mira con esos ojos verdes intensos y su respiración es errática. Jonathan desata el nudo de la bata de su sumisa y se lo quita enseguida. 

Se mueve para sacar las esposas de su tobillo y las utiliza para esposar sus muñecas, verla de esa manera hace que el tenga el control de todo. 

Ella lo mira mientras contiene la respiración, el hombre no se desnuda, solo quiere hacerle perder por las maravillas de su lengua. 

Se arrodilla sobre la alfombra y separa sus piernas, metiéndose en medio de ellas y apoya la nariz cerca de su clítoris, capturando el exquisito aroma de su feminidad. 

Camila no puede creer que ese hombre esté a punto de hacerle algo así y la lengua sobre su clítoris la tomo por sorpresa, su espalda se arquea al sentir ese gemido que salió desde su interior. La lengua se mueve frenéticamente sobre su clítoris hinchado, haciéndola ronronear y perderse en los mares de placer. 

A pesar que sus manos están esposadas, las utiliza para tirar el cabello del joven y gime llena de placer gracias a la lengua profesional de Jonathan. 

Ella se está ahogando de tanto placer y dejándose arrastrar a la locura, se hace escuchar un grito cuando Jonathan succiona su clítoris y lo muerde con suavidad. 

Es mucho para Camila y se viene en su boca, el boxeador siente su gusto y queda extremadamente loco por ella, su gusto es tan delicado y delicioso como la mujer que lo llena de deseo.

Le cuesta respirar y ve como se acerca para besarla, sintiendo su propio gusto.

Devorame otra vez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora