𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 21

376 35 9
                                    

Lucia invito a tomar algo en una cafetería y Camila pide un café, quiere relajarse pero sabe porque su vecina la cito a este lugar.
-Valentín me conto todo. -La mira con atención. -Escuche un poco del escandalo de la madrugada pero no me imagine que fueron ustedes, ¿me puedes decir que paso?
Camila juega con la taza en el momento que reúne las palabras para contarle todo.
-Jonathan se acerco al departamento, quiso hablar conmigo y no quise, de un momento a otro Valentín apareció y empezaron a pelear. Fue una batalla campal y no pude calmarlos, tuve que pedir ayuda para que intenten separarlos y le pedí a Valentín que se vaya.
-Me dijo que ese joven se quedo contigo, ¿eso es cierto?
-Si, él se quedó.
- ¿Por qué lo hiciste?
-Porque quise escucharlo, quería saber porque estaba desesperado. -Le explica. -Tenías que verlo, en cualquier momento iba a llorar y lo escuché, me dijo que me ama y no le quise creer. -Se apoya en su codo. – Quise terminar con todo, no verlo más pero eso no paso... el me beso y me volvió a decir que me ama.
-Y le creíste. Mira Camila, no me gusta ver como mi amigo está sufriendo.
-Me dices eso como si le di chance a algo cuando sabes que no, ya estabas enterada que Valentín no me atrae lo más mínimo.

-Lo sé, lo sé

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Lo sé, lo sé. ¿Ok? Solo que no me gusta verlo así, sabe que ese tipo te hizo mal y tu caes en su seducción, ¿Cuándo le va a durar eso de decirte que te ama?
-Le creo Lucia, se que me lo dijo de verdad y estamos juntos. Me propuso ser su novia y estoy tan feliz que me lo haya propuesto.
Lucia baja la cabeza mientras mantiene su seriedad y niega con la cabeza.
-Espero que no caigas en su juego porque no quiero que Valentín sea plato de segunda mesa.
-Nunca utilice a Valentín. -Enojada. -Desde que lo conocí solamente lo vi como un amigo y eso no va a cambiar pase lo que pase.
Asiente y la mira más tranquila.
-Perdón, ¿sí? Debe ser verdad todo lo que te dice Jonathan pero está situación me saca canas verdes.
Camila termina de tomar su café y Lucia está en silencio.
-No te preocupes, es tu amigo y lo entiendo.
Asiente y sonríe un poco al verla con otra expresión.
-Ahora que te veo mejor, se te ve muy bien pero sigues teniendo ojeras.
La mujer se ríe suavemente y sus ojos le brillan.
-Estoy feliz con su cambio, de verdad que está cambiado y lo amo tanto. Quiere recuperar el tiempo que perdimos y me mira de otra manera... es como si en todo este tiempo contuvo lo que sentía por mí.
- ¿Por qué habrá actuado así?
-Me dijo su entrenador que una mujer lo hizo sufrir, no se que paso porque Jonathan me pidió tiempo para decirme la verdad y quiero darle ese tiempo.
Su vecina asiente y agarra su mano. De verdad que no la culpa de nada y más cuando ella no le dio falsas esperanzas.
-En serio Camí, te pido perdón por lo que te dije.
-No tengo nada que perdonarte. -Tranquila. -Solo quiero hacerte una pregunta.
- ¿Cuál?
- ¿Valentín te dijo que hoy vino a verme?
-No, hoy no hablamos.
-Se acerco para pedirme disculpas, me sentí mal porque está demasiado lastimado y no quería que las cosas terminaran así. -Se muerde el labio. -Le dije que no lo quiero, tuve que ser sincera para no lastimarlo.
-Es lo mejor, además el estúpido de mi amigo le pego.
-Pensé que me dirías que no quieres verme más.
- ¿Por Valentín? No Camí, me caes bien y no te haría eso. Se que mi amigo se va a enamorar de nuevo.
-Hablando de eso, ¿hace mucho que está separado?
-Hace un año, creo que un poco más porque las cosas no iban bien. Hicieron un viaje a Los Ángeles para recuperar su matrimonio y eso fue peor que la enfermedad, se divorciaron y me sorprendió que no lo haya tomado mal, estaba muy tranquilo.
-Que mal que se haya separado así.
-No la amaba, ese viaje lo cambio mucho pero como te dije, el sigue siendo ese padre maravilloso que cuida a sus hijos como nadie. -Sonríe.
Al otro día, Camila sale del trabajo y ve a Jonathan esperándola con un ramo de flores. Este la mira con una alegría plena y la atrae a sus labios, besándola por un tiempo largo, robándole la respiración y se separa un poco para mirarla. Le hizo tanta falta, se moría de ganas de verla.
- ¿Cómo está la mujer más hermosa?
Ella se ríe y abraza su cuello.
-Muy bien papi, ¿y tú?
-Ahora que te vi me siento muy bien. -Vuelve a besarla. - ¿Quieres tomar un helado?
-Vamos.
Jonathan toma su mano con fuerza y la lleva a una heladería. Ella pide un cono con dos bolas de chocolate y su pareja pide lo mismo, caminan hasta el parque y se sientan cerca de la fuente de agua.
Ella está tomando su helado cuando el boxeador le habla.
-Tienes algo sucio.
- ¿Dónde?
-Aquí.
Le estampa un poco del helado en la nariz y se ríe por la broma, haciendo que ella quiera vénganse y ambos no paran de reír. La abraza con fuerza y dan vueltas en círculos. Jonathan se queda mirándola, disfrutando de su risita dulce.
-Ya te lo quito.
Limpia los rastros de helado con su lengua y luego le da varios besos en su rostro.
-Ya me voy a vengar. -Lo amenaza con una sonrisa.
- ¿Me vas a castigar? ¿Mi gatita me va a castigar? -Arquea una ceja y se muerde los labios.
-Eso tenlo por seguro. -Toca su nariz.
-Me gusta verte tan brava, estoy dispuesto a soportar el castigo de mi gatita preciosa.
Jonathan está tan feliz de vivir un momento así tan precioso con ella, la toma del mentón y une sus labios, alimentándose de sus besos dulces.

Devorame otra vez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora