🔞 Erótica 🔞
Una mujer se muda a otra ciudad para escapar de un acosador desconocido y allí conoce a Jonathan, un boxeador completamente frío que la cautivará de pies a cabeza.
Empiezan un juego en el que se terminará cuando uno de ellos se enamore.
Jonathan se está entrenando saltando la soga, Ernesto controla el tiempo de la resistencia en su entrenamiento. El cuerpo del boxeador es sudor puro al estar tan compenetrado, termina de hacer flexiones y su respiración es errática. Su entrenador le alcanza la botella de agua y golpea suavemente su hombro. -Muy bien campeón, en estos meses estuviste tan bien que ya estás captando la atención de los representantes. El joven lo mira con sorpresa y cierra la botella. - ¿De qué hablas? -Vino un hombre para proponernos un contrato, el te va a representar por 3 años y vas a estar peleando en contra de los boxeadores estrella, te va a dar de todo, coche, un excelente sueldo, fama y una casa para mudarte con Camí. -Contento. -Quiero verte mañana muy temprano para que lo firmemos. - ¿Lo dices en serio? - ¿Lo dices por el sueldo o por la casa? -Se ríe. Ernesto está al tanto que el joven quiere proponerle a Camila de vivir juntos y avanzar con su relación, ahora tiene esa oportunidad y la va a aprovechar. -Me emociona la casa. -Feliz. - ¿Le vas a decir? -Quiero que sea una sorpresa, no le digas nada. -Mi boca va a estar cerrada. Jonathan se da una ducha en el vestuario y se cambia antes de ir a buscar a Camila al trabajo, se despide de Ernesto y se va del centro. Las cosas con Camila van tan bien, Jonathan se la pasa en el departamento de su novia y ya es tiempo de mudarse juntos. El boxeador está tan enamorado que hace un tiempo ya quería dar ese paso con ella, es la mujer más importante de su vida la mima con rosas, con bombones y regalos, sin contar que le demuestra todo el amor que tiene y ahora que tienen la oportunidad de vivir juntos lo llena de una emoción que no le cabe en el pecho. Se acerca a una florería para comprarle un ramo de flores y sigue caminando con las flores hasta el trabajo. En el camino, su mirada llena de felicidad cambia al ver a Valentín. El oficia se acerca con una risa irónica y el boxeador trata de no caer en su juego. -No entiendo como Camila sigue cayendo en tu juego. A pesar que Valentín le pidió perdón a Camila, una bronca se acrecentó en su cuerpo, incapaz de controlar su mirada de furia cada vez que lo veía juntos. Jonathan lo ignora, sigue caminando y el oficial sigue su paso. -Algún día se sacará la venda de los ojos, boxeador de cuarta y me va preferir a mí. - ¿A ti? -Se ríe. -Por favor, mi mujer me ama a mí. -Sonríe. -Me prefiere a mi y nos amamos. ¿Por qué va a preferir un idiota como tú? -Eso está por verse. -Enojado. -Camila es mucha hembra para ti, un tipo que solo la utiliza. -No sabes nada estúpido, no tienes idea de cuanto la amo. - ¿Piensas que te voy a creer? Se burla, puede ser que Camila te crea pero yo no. Jonathan aprieta los puños y trata de resistirse, sabe que el oficial está jugando con el para hacer una reprimenda y no quiere que Camila pague los platos rotos. Decide ignorando y se aleja de Valentín, aprieta los dientes y piensa en su mujer para tranquilizarse. Llega al trabajo y la ve saliendo, al verla tan hermosa hace que su furia se borre y corre hacia ella para besarla apasionadamente. El beso la deja sin respiración se separan un poco, Jonathan le da las flores y besa su mejilla. -Gracias mi amor, no se donde lo voy a poner porque no tengo más floreros. -Se ríe. -Quiero llenarte de flores. -Animado. Le abraza la cintura y le besa la punta de la nariz. Le toma la mano para llevarla a pasear, disfrutando de estar juntos. Toman un café y la mano de Jonathan está apoyada en su muslo. - ¿Mucho trabajo? -La abraza con suavidad y ella sonríe al mirarlo. -Hoy tuve una reunión pero estuvo tranquilo. -Toma su café. - ¿Y el entrenamiento? -Muy bien. -Acaricia su cabello. -Mañana tengo que ir temprano a entrenar. -Ohh entonces no te quedaras conmigo. - ¿Quién dice eso? -Arquea una ceja. -Me quedare contigo toda la noche haciéndote el amor. -Susurra. Ella se pone colorada y se muerde el labio. Camila disfruta tanto del sexo con Jonathan, como la hace llegar al paraíso con solo besarla y tocarla, ambos se entregan a todo el amor que se sienten y su vinculo está tan fortalecido que nadie será capaz de separarlos, confiando ciegamente en ellos. Jonathan aprieta suavemente su muslo y sonríe lleno de excitación. -Creo que ya quiero ir al departamento para hacerte mía. - ¿Asique soy tuya? -Mhmm. -Asiente. -Y yo soy tuyo. Toma su mano con cuidado y la lleva a su pecho, haciendo que ella sienta como su corazón late por ella. Jonathan la mira con ternura y la besa lleno de amor.
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Mientras, Jennifer está en la cama de su amante mientras el hombre mayor habla por celular. -Si, sí. Entonces nos vemos mañana. Adiós. Corta la llamada y este se coloca la camisa. - ¿Con quién hablabas? -Con un entrenador, mañana vamos a firmar un contrato porque quiero representar a un boxeador. - ¿Ah sí? -Es muy bueno, es desconocido y el entrenador quiere que se haga más conocido. Es un muchacho joven. - ¿Cómo se llama? -Intrigada. -Creo que se llama Jonathan. Una sonrisa descarada aparece en la cara de la rubia, no puede ser otra persona, es el. No puede creer que se le presente una oportunidad así para estar con él, el destino es tan sorprendente. - ¿Pasa algo bebé? Estás muy callada. -Nada. -Sonríe disimulando sus intenciones. -Ya regreso, espérame aquí, no tardo. Le da un pico y la deja sola en la cama. Ella se cruza de brazos y se sienta en la cama. -Ya nos vamos a ver las caras mi amor.