𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 13

395 35 9
                                    

Lucia se queda en su oficina mientras está almorzando y su móvil empieza a sonar, atiende rápidamente al ver que se trata de Valentín. 

-Hola Valen, ¿pasa algo?

- ¿Hablaste con ella?

- ¿Me vas a preguntar como estoy? Un hola aunque sea oficial y respondiendo a tu pregunta, la llame pero no me contesto en todo el día, no se que le debe pasar y pienso verla más tarde. 

- ¿Crees que le moleste si me presento a su departamento?

-No lo sé. -Duda y toma su jugo. -Aunque sea inténtalo, no pierdes nada. 

- ¿En serio?

-Ay Valentín no seas tan estúpido. -Se ríe. -Ni que te fuera a morder, preséntate cuando quieras.

-No sé qué haría sin ti, Lu.

-Seguramente harías estupideces. -Animada. -Y te advierto que si en la próxima no me preguntas como estoy y te corto la llamada, ¿me escuchaste?

-Si mi general. -Burlándose.

Al termino de su horario, Camila sale de su trabajo y toma un taxi hasta su casa, abre la puerta del edificio y cuando está por entrar al ascensor, Valentín se suma con ella y se da cuenta que el tiene un regalo en sus manos. El oficial le da un beso en la mejilla a la mujer. 

- ¿Cómo estás?

-Bien... recién regreso del trabajo. ¿Y tú?

-Muy bien. 

Entran al ascensor y esperan a que el ascensor llegue al piso, ambos salen y este la toma suavemente del brazo.

-Camila.

- ¿Sí?

-Esto es para ti. 

El regalo la tomo por sorpresa y sonríe ante ese detalle.

-Gracias pero no tendrías que haber hecho esto.

-No es nada...

-Pensé que eran para Lucia.

-Lucia es mi amiga, tu eres la que me interesa. 

Los ojos verdes saltaron hacia el policía, no sabe más que decir excepto las gracias. 

- ¿Tienes algo que hacer el viernes a la noche? Me gustaría invitarte a tomar algo o a cenar, lo que tu prefieras. 

-No se Valentín, apenas nos conocemos, ¿no crees?

-Ay pero bien que si aceptaste con Jonathan, bien mensa eres Camilita. -Piensa en silencio. 

-Por algo se empieza, ¿o no? Bueno, dejare que lo pienses con calma. -Le entrega su tarjeta. -Aquí tienes mi número, voy a estar esperando tu llamada. 

Ella toma la tarjeta y Valentín se inclina suavemente para besar su mejilla, se va despacio y se queda perpleja en el mismo sitio. Entra a la casa y tira la tarjeta en el tacho de la basura. Abre el regalo y ve la delicada caja de bombones. 

Un regalo así de parte de Jonathan hubiese sido tan bonito, lastima que el regalo vino de la persona equivocada. Deja la caja sobre la mesa y va al departamento de su vecina. 

Está le abre la puerta y Camila se fija que no este Valentín. 

- ¿Qué pasa? ¿Te estás fijando si está mi amigo?

- ¿Está?

-No, pasa. 

Cierra la puerta al estar las dos adentro y la lleva al comedor.

-Parece que no te gusto nada su regalo. 

- ¿Lo sabias?

-Psss claro, soy su amiga y estuvo dale que te dale preguntándome si te iba a molestar.

-No me molesto, solo que...

-No te gusta. -La interrumpe. -Ayer estuviste muy rara y ahora no estás muy bien que digamos, ¿acaso estás en algo?

-Es complicado. -Se queja en silencio. -Estamos en algo pero nada serio, es más joven que yo... me debe llevar más de 10 años de diferencia. Nuestra relación se basa exclusivamente en sexo.

- ¿Y cuál es el problema? No es nada malo.

-Es que. -Se traba y cierra los ojos. -Dios mío es un disparate lo que quiero decir.

 -Dios mío es un disparate lo que quiero decir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Te gusta.

-Me estoy enamorando de él, Lucia. -Sus ojos se ponen llorosos. -Y el no quiere nada serio conmigo, dijo que si me enamoraba de el se iba a alejar de mí, ¿Qué voy a hacer si se entera?

-Dejarlo.

-Quiero hacer que cambie, que se enamore de mí. -Se limpia las lágrimas. -Se que si lucho se va a enamorar y eso es lo que estoy dispuesta a hacer.

-Ay Camí, sabes que es difícil hacer cambiar a un hombre, creo que primero vas a ganar la lotería antes de eso. 

-Yo se que es posible Lu, estoy dispuesta a dar ese paso y no me importa lo que pase porque lo quiero.

-Con tantos peces que hay justo te vienes a fijar en un tipo así. 

Lucia suspira y calma a Camila.

-Tranquila, no te voy a juzgar si eso es lo que quieres pero ten cuidado. 

Mas tarde, la señora prefirió caminar para poder pensar con claridad y distraerse por un momento. Lo hizo por la playa con los pies descalzos y disfruto por un momento de ese increíble paisaje sin darse cuenta a quien iba a encontrar. 

Hace tantos años que no veía a su sobrina, ella la hacia en Nueva York y no en Miami, Jennifer se acerca para darle un abrazo y muestra una sonrisa falsa. Ella tiene puesto un bikini, mostrando su escultural cuerpo.

- ¿Cómo estás tía? ¿De vacaciones?

-No, hace más de un mes que me mude. 

-Que gusto tía, dime donde vives así puedo visitarte. 

Camila había cortado relaciones con su hermana por lo ambiciosa que era, siempre buscando todo para su propio beneficio y no lo aguanto más, se alejo de su familia de sangre para vivir con tranquilidad en Los Ángeles y nunca pensó volver a ver a su sobrina, quien es idéntica a su hermana en personalidad.

-Seria muy lindo que me visites. -Incomoda. -Me alegro mucho verte.

Se aleja de Jennifer sin decir nada más, la incomoda tanto acercarse a su familia porque sabe muy bien lo que eso significa. Sale de la playa para volver a la casa y empieza a preparar su cena no sin antes darse un baño relajante. 

Al salir recién bañada, revisa el celular que está cargando y ve que no hay mensajes de Jonathan, se muerde los labios y se atreve a mandarle un mensaje. 

Mensaje: Buenas noches Jonathan, que sueñes con los angelitos. 

Se lo envía y contiene la respiración, lo deja para que siga cargando y desea que más tarde le responda el mensaje. 

El tiempo pasa y Jonathan no le responde. 

Devorame otra vez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora