Edward y William son pareja pero no son una pareja común, son un par de brujos.
cuando la santa inquisición llega a buscarlos, Edward encierra a William en un espejo de obsidiana, pasaran varios siglos antes de que se reencuentren.
-estarás a s...
Harry descolgó el espejo y se sentó con el en el suelo, estaba listo para obtener respuestas a sus dudas deseando no volver a sentir el infierno reclamar su alma.
-¿Por qué si ambos éramos brujos tu simplemente no saliste del espejo usando tus conocimientos? Hasta donde tengo entendido Lou, tu fuiste mi maestro-
-bueno amor, en efecto ambos ejercíamos la magia y sí, yo te introduje en este mundo por petición tuya pero tú pequeño y dulce Harry poseías dones naturales y extraordinarios así que aunque yo fui tu maestro solo te guie, tu poder era superior a mis conocimientos y con respecto a lo otro, es porque no se que hechizo usaste amor, por mucho tiempo intente salir pero bueno ningún conjuro me sirvió, solo tú puedes-
-bueno Lou, tenemos un gran problema entonces- las esmeraldas de Harry se entristecieron, su corazón se apachurro y la desilusión le cayó como plomo.
-¿Cuál es el problema?- aunque ya había considerado la posibilidad de que Harry no quisiera ayudarlo a salir de ahí no estaba listo para escuchar esas duras palabras salir de los hermoso labios del rizado.
-yo actualmente no se nada de brujería, hechizos o conjuros, hasta hace unos días renegaba la existencia de todo eso- hizo una pausa realmente se veía abatido, sus ojos se llenaron de lagrimas que amenazaban con salir, respiro profundamente para contenerlas -no recuerdo nada de lo que viví contigo entonces por mas que desee ayudarte no se me ocurre como puedo hacerlo-
-Harry, mírame- de los pequeños ojos del menor brotaban algunas traicioneras lágrimas, el ojiazul sintió su corazón estrujarse al ver llorar a su niño con aquella inocencia que siempre lo caracterizo – yo soy consciente de todo eso amor pero no te frustres que esto todavía no es batalla perdida-
La tranquila voz de Louis llamándole amor le inundaba el alma de paz aun cuando sabia que eso era extraño porque básicamente era desconocidos pero él adoraba que el mayor le llamara así, sorbio por su nariz y se obligo a dejar de lado el pesimismo, si el ojiazul le decía que había posibilidades él haría todo por sacarlo de ese condenado espejo.
-en la habitación de a lado hay muchas cosas antiguas que nos pertenecieron- Harry sonrió ante el recuerdo de la pintura que descubrió – puedes buscar ahí como primer paso a ver si encuentras tu grimorio-
-¿Qué es un grimorio?- el rizado jamás había escuchado ese termino y si no sabia que era no podría encontrarlo.
-es...- Louis pensó la mejor forma de explicarle para no hacerle un enredo – es un libro que cada brujo crea, donde se anotan y registran hechizos, datos de herbolaria y un montón de cosas más que nos son de utilidad-
-ya, ya entendí, esta bien Lou lo buscare pero tendremos que esperar a que mi hermana y mi madre no estén en casa-
-sin problemas, amor-
Platicaron varias horas más de un montón de cosas, Louis le respondió al pequeño todas las preguntas que este le hizo y fue así como Harry descubrió que el cielo y el infierno son reales pero que para nada son como la iglesia te enseña, que no es lo mismo té que una infusión y descubrió que aun conserva ciertos dones como ese que uso con el medico en el hospital.
El ojiazul se sentía resplandecer jura que esperar cada maldito siglo valió la pena pues su niño seguía siendo hermoso y dulce y salvo por los recuerdos inexistentes William podía sentir que su pequeño Eddie nunca se fue y ahora tenia la esperanza de salir de ese maldito espejo y poder disfrutar de la compañía de su amado de sus suaves labios sabor sandia, de su aroma a lavanda, podría tomar su mano y esta vez no tener que esconderse de la santa inquisición y vivir su amor con todo resplandor. William confiaba en que con el paso del tiempo Harry se enamoraría tal como paso con Edd solo tenia que esperar un poco más.
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Después de tomarse el delicioso chocolate caliente que Gemma le subió se metió en la cama, sus ojos lagrimeaban del sueño tan pesado que sentía pero se negaba a dejar de platicar con el ojiazul.
-amor, debes dormir-
-esta bien Lou, pero tú lo harás conmigo- coloco el espejo en la cama y lo abrazo cubriéndolo con las cobijas.
-buenas noches pequeño-
-buenas noches Lou- Harry dejo un beso tierno sobre la imagen de Louis en el espejo, justo a la altura de su mejilla.
Para la enorme sorpresa del brujo, pudo percibir aquel suave rose.
