Edward y William son pareja pero no son una pareja común, son un par de brujos.
cuando la santa inquisición llega a buscarlos, Edward encierra a William en un espejo de obsidiana, pasaran varios siglos antes de que se reencuentren.
-estarás a s...
Y entonces lo vio supo que era él, finalmente después de tantos siglos su precioso Edward había regresado tal como se lo prometió.
Dentro de su pequeña cárcel de obscuridad William lloró de felicidad pues su amado por fin regresó, lo observaba dormir profundamente parecía un ángel a pesar de que la única luz en la habitación era la de la vieja lampara, Will podía notar como la boca de su pequeño estaba entreabierta dejando escapar pequeñas respiraciones y como sus mejillas estaban sonrojadas.
-luces exactamente igual que el día que te conocí Eddie- sus iris azuladas brillaron ante el recuerdo de un Edward de 17 años- llegaste a mi casa buscando un maestro que te guiara por el camino de la brujería y nunca te diste cuenta de que tú me enseñaste más cosas a mí de las que yo pude enseñarte a ti-
Paso vario rato mas observando al pequeño Harry que aun dormía profundamente soñando quien sabe que cosas pues notaba en sus expresiones que algo debía estar recordando.
-¡WILLIAAAAAAAAAAAAAM!-
Harry despertó de golpe quedando sentando en la cama sus ojos captaron el espejo frente a su cama y el peculiar reflejo de este lo aterro por un momento sus ojos verdes vieron a un hermoso chico que era el mismo de sus sueño.
Compartieron una leve conexión visual antes de que William desapareciera del espejo.
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-¿Qué pasa Harry?-
Su hermana entro corriendo en la habitación del rizado para ver que era lo que ocurría, que lo hizo gritar así.
-lo siento Gemms, tuve una pesadilla- no dejaba de mirar el espejo aun no muy convencido de haber visto algo o a alguien.
-¡wow! Un espejo de obsidiana- Gemma contemplo la preciosa pieza colocada delicadamente en la pared, era una verdadera obra de arte la negra obsidiana era acompañada de un marco de plata finamente detallado, fue el primer regalo de William para su pequeño Ed.
-¿un qué de qué?-
-un espejo de obsidiana Hazz, son muy antiguos y se dice que era usados por brujos y hechiceros también se cree que son capaces de mostrarte vidas pasadas –
-¿vidas pasadas? ¿acaso te hizo daño el olor a humedad?-
-¡eres tan cerrado Harry!-
-no soy cerrado, soy realista esas cosas no existen, no existen las vidas pasadas ni la magia y los brujos son solo una bola de estafadores-
-si, si como tu digas ahora duérmete otra vez antes de que un fantasma te jale las patas-
Gemma salió de la habitación riendo, su hermano era un cuadrado de primera aunque ella tampoco creía mucho en esas cosas pero con tal de molestar a su hermano podía admitir que la magia era real o que la misma virgen le hablo.
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Harry se volvió a dormir esta vez escondido bajo las mantas, las palabras de su hermana habían logrado dejarlo intranquilo.
-tonta Gemma, la magia no existe-
William volvió a contemplar a su pequeño.
-Ay Eddie, esto será más difícil de lo que pensé- había escuchado todo, su precioso brujito renegaba la existencia de la magia debido a que murió castigado por la inquisición su alma había recelado sus dones mágicos pero Will haría todo lo que pudiese para que su brujito volviera a creer no podía salir del espejo pero si podía hacer ciertas cosas aunque debía ir muy despacio para no espantar a su pequeño.
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¿A qué no esperaban que Harry fuera a ser de mente cuadrada? xd
