Capitulo 41:
Hora de tomar cartas en el asunto.
¡Así que cuidado mundo!, una Leslie Knopf con los ovarios bien puestos va por ti.
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Me quiere doler la cabeza y el ruido de la podadora no está ayudando mucho. Estoy en el jardín ayudando a Thomas con su tarea. Y sí, está de vacaciones, pero, de todas maneras el distinguido Sr. Knopf no puede no ver a sus hijos haciendo algo. Entonces el pequeño Thom está en tareas dirigidas y siempre tiene tarea.
Como tenia días sin verlo, le escribí a James preguntándole si podía traerlo y aquí lo tengo, con el ceño fruncido levemente y el lapicero entre los dientes, mirando su libreta. Es adorable verlo así de concentrado.
Mientras él responde las preguntas, me levanto para ir por una pastilla para el dolor. Él no comenta nada, sigue garabateando mientras me alejo.
No sé porque de pronto empezó este indicio de dolor, tal vez porque anoche había demasiado ruido. Sí, salí con Aless y con Stella, no fue mal, de hecho me divertí porque ambas se pusieron ebrias hasta la medula. Fue cómico como actuaban, aunque no tanto cuando tuve que hacerme cargo.
El sitio a donde fuimos, estaba rebosado de personas, había música estridente y demasiado calor, yo fui la adulta responsable, literalmente. Estuve ahí vigilando que esas dos no hicieran locuras, sinceramente lo preferí así a unirme a ellas y su borrachera.
Stella estaba tensa a mí alrededor, cuando se embriagó, solo me miraba con una especie de tristeza y rabia. No presté atención, solo seguí cuidando de Aless y de hecho, de ella. Sin importarme sus miraditas.
Me tomo el analgésico y vuelvo con Thomas quien más temprano que tarde termina con todos los deberes. Reviso el resultado y lo felicito, es un chico listo. Me enorgullece que mi hermanito sea así de inteligente.
Horas después estoy en mi habitación, Thomas se fue hace unos treinta minutos cuando James lo vino a buscar. Me gustó pasar la mañana con él, verlo jugar me recordó a cuando se colaba en mi habitación en casa de Nicholas.
Y hablando de mi progenitor, siempre que Thom le pregunta si volverá a vivir conmigo le responde mal. Thomas me ha estado contando y le aseguré que todo lo que papá decía era mentira, le prometí que volveríamos a vivir juntos algún día.
Y pienso cumplir esa promesa, debo tomar cartas en el asunto desde ya si quiero la custodia completa de Thomas. Está claro que no es cosa fácil, así debo trabajar en el proceso para poder llegar a la meta. Por ahora, voy a ir poco a poco. Y creo que ya sé cuál es el primer paso.
Pestañeo al sentir la manilla de mi puerta y mi ceño se frunce observándola. Miranda no está, fue de compras, y ninguno de los demás trabajadores sube aquí, entonces…
La puerta termina de abrirse y salto de la cama cuando veo a Hackett apareciendo con una sonrisa. Me apresuro hacia él y literalmente le salto encima. Él ríe cuando lo aprieto contra mí.
—Estás aquí —le digo, separándome solo un poco.
Él me observa detenidamente sonriendo y asiente —Estoy aquí.
—Te extrañé muchísimo.
—Y yo a ti dulzura, muchísimo.
Sonrío y me inclino para besarlo. Dios mío, como extrañé besarlo.
El contacto no dura mucho porque rápidamente recuerdo todo lo que estaba pesando antes de que llegara, así que me separo.
— ¡Debo contarte algo!
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Absurda Tradición ©
RomanceLa familia de Leslie se rige por pensamientos arcaicos y anticuados, ideales que no son bien vistos en pleno siglo XXI, y es por ello, que la chica de 17 años vive reprimida del mundo. Su padre es un hombre tosco y estricto, la disciplina es una pal...