Capítulo 24

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NO OLVIDEN DE DEJAR SU ESTRELLAS Y RESEÑAR

"Ella era mía, no algo de pertenencia, pero la sentía dentro. Sentía que a cualquier lugar que fuera yo estaba dentro de su memoria y ella en la mía."

—Ron Lorent.
(Escritor de Ecuador)

(Escritor de Ecuador)

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DAHIA ROCHET.

Si me hubiesen preguntado tiempo atrás sí creo en el amor, si me vería como Reina de un reino que nunca antes había conocido; mi respuesta sería un rotundo no. Estaba tan centrada en mi dolor que no creía posible nada, tan rota que no creía en los milagros. El príncipe Ferrer se ha encargado en aquel entonces, de eliminar todo rastro de esperanza que poseía, de apagar esa pizca de luz que quedaba en mí, de hundirme en una neblina de tristeza que no me permitía ver más allá que la desesperanza, dolor, vacío.

Me arrebató todo lo que poseía. No obstante, siento lástima por él, me compadezco. Siempre ha vivido bajo la sombra de su madre, haciendo lo que exactamente ella quería para ser digno de ella, de su admiración, creyéndose que, convirtiéndose en un hombre sangriento, sería un gran Rey. Grave error.

Fue manipulado hasta las entrañas, y cometió los errores más graves que hoy le cuestan todo. Ha perdido todo. Él es un hombre bueno, y espero de verdad que esto le sirva como lección.

Si no fuera por mi hermano hoy no podría contar mi historia. Si no fuera por Carmen, Adolfo, mi hermana Bianci y mi querido padre que hoy ya no están, definitivamente no estaría aquí. Cada una de sus palabras me ayudaron a seguir estando de pie, y aunque parecía perder mis fuerzas, un recuerdo de ellos me incentivaron a no rendirme cuando ya no quería seguir.

La Reina Caldanis de Cunningham ha recibido su castigo. El Rey Denuel la sentenció a muerte por conspirar en contra la corona y con su muerte se llenó de paz todo Ambái. Sin embargo, Ferrer ha sido despojado de su título como príncipe y desterrado fuera del reino por cómplice, quedando como heredero, un niño en el vientre de la princesa Erika.

Maga y Margaret fueron devueltas a Grenefeld y es aquí donde se realizará sus respectivas ejecuciones. Quise evitar, pero Gregor me dejó en claro que lo que hizo mi madre no tiene perdón, y le di la razón en el momento en que intenté conversar con ella. Me repudió como hija.

El dolor en el pecho fue demasiado, pero no podía permitir que siguiera haciendo daño, ya no más. He perdido demasiado para ablandar el corazón y perdonar sus errores, por lo que solo pedí al Rey que su ejecución se realice después de la boda.

Así es, habrá boda.

Varios días a transcurrido desde aquel atentado, las mejoras en el castillo y en todo el pueblo han culminado y la organización de mi boda a iniciado. El más emocionado con todo esto es Henry, que quiere lo mejor de lo mejor, porque es la boda del Gran Rey. Todos corren de aquí para allá, porque el evento debe ser majestuoso. No puedo quejarme, también me ha brindado lo mejor, todos me tienen presente en cuanto a mis gustos por lo que solo pedí que el evento se vea alegre, tonos claros y muchas flores.

La Elegida del Rey Donde viven las historias. Descúbrelo ahora