Ahí estábamos, en el viejo piano, por primera vez nos acompañaba Valdor quien nos miraba serios.
-¿ninguno vio nada?- fue directo al grano nuestro profesor.
Adam y yo negamos con la cabeza, aún no podíamos creer que Amber había desaparecido en el bosque. Vi a Asia atravesar las paredes y flotar en nuestra dirección.
-no tienes porqué sospechar de ellos- aseguró Asia -Adam estaba con tigo, e Iris estuvo todo su patrullaje a mi lado- salió en nuestra defensa -yo diría que más bien fue cuestión de suerte, pudiste a ver sido tú- me miró ahora.
Recordé que anoche Asia y yo habíamos llegado hasta el bosque, y no habíamos visto a nadie, ni un extraño, ni a Amber.
-ahora que lo recuerdo- hablé -despues de que terminamos de patrullar la princesa Asia y yo, no volvimos a ver a Amber, ni en el pasillo o en el patio- mencione, lo que quería decir que muy probablemente Amber ya había sido secuestrada para entonces.
Valdor soltó un suspiro agotado, se llevó una mano a su cabello tratando de no jalarselo de la frustración. No tardaría mucho para que el resto de los alumnos sospecharan de la falta de Amber, al final del día es la presidenta, además de la chica más popular de la institución. Lo que menos quería era que me comenzarán a preguntar por ella, ¿Que les diría? Que solo se fue, nadie me creería eso.
-¿Que pasará ahora?- pregunto Adam.
-por ahora estaremos en alerta máxima, la seguridad crecerá y muy posiblemente se prohíba que los alumnos exploren otras áreas que no sean sus dormitorios, las aulas de clases o la cafetería- explicó Valdor.
-¿Que hay de Amber?- ahora era yo quien preguntaba -¿Quien irá a buscarla?-
Valdorme miro fijamente, por un momento ví algo de tristeza en su rostro, y lo que dijo después me rompió el corazón.
-ya no hay nada que hacer por ella Iris- contesto -el consejo no quiere arriesgar a nadie más por ir a buscar a una alumna que posiblemente esté...-
-¡No!- grito Asia interrumpiendo -ella aún está viva estoy segura- se llevó amabas manos al pecho dónde debería estar su corazón -lo siento en lo más profundo de mi... La chica está viva- aseguró.
Con esas palabras en mente volvimos a clases. O al menos eso trate de hacer, mi mente estaba en otro lado, estaba física pero mentalmente estaba ideando un plan.
Apenas sonó la última campaña volví a mi habitación como alma que lleva el diablo, esquivé a los alumnos, y casi derribo mi puerta del impacto por abrirla.
Tome una mochila, no estaba dispuesta a abandonar a Amber, era mi única amiga desde que llegué a este lugar junto a Adam. Metí todo lo que pudiera servir para sobrevivir en el bosque, apesar que muy en el fondo el miedo me carcomía al no saber que me encontraría en esa oscuridad.
-¿De verdad piensas ir?- hablaron desde la entrada de mi habitación.
Pegue un brinco al escuchar la voz, apenas pude girarme para ver el rostro serio de Adam. Cerró la puerta detras de él y camino hacia mi.
-Asia cree que aún está viva... Y yo no pienso dejarla morir ahí- seguí metiendo algunas cosas más, involuntaria mente también metí el libro que hablaba sobre la familia real -no me detengas Adam- estaba dispuesta a ir en contra de todos por salvar a mi amiga.
-no pensaba hacerlo- aclaro él -en realidad pensaba en acompañarte- coloco una mochila sobre la cama que le pertenecía, estaba llena de artículos que podrían servir, además de comida que había tomado de la cafetería de la escuela, muy posiblemente a escondidas.
Lo mire sorprendida, pero él seguía serio y seguro de lo que haría. Pensaba en arriesgar su vida por acompañarme a una misión suicida.
-sabes que podemos fallar ¿Verdad?- si quería arrepentirse este era el momento. Pero Adam estaba seguro de todo -¿Estás dispuesto a arriesgarte- el afirmó con la cabeza completamente serio.
En el fondo me hacía sentirme más confiada, una parte de mi, talvez la parte lógica estaba aterrada de ir a zona de guerra. Pero ahora teniendo a mi mejor amigo ya no sonaba tan malo, apesar de que existía la gran posibilidad de poder morir en el intento.
-lo único queme preocupa es como pasaremos el bosque- hablo finalmente Adam -la última vez que entramos casi no la contamos-
Esa era una excelente pregunta, ¿Cómo atravesariamos el bosque sin perdernos?. Hasta donde tenía entendido nadie había llegado más allá.
-talvez con una guía del otro lado lo logren- se escuchó una tercera voz. Y ahí estaba ella, flotando frente a nosotros, no nos habíamos percatado que se encontraba ahí -yo los ayudaré a llegar, pero no creo serles de mucha ayuda en terreno ageno- la princesa Asia estaba ahí con un rostro serio y su cabello flotando en todas direcciones.
Una vez armado el plan solo quedaba esperar a que la noche callera. Continuamos actuando con naturalidad para no levantar sospechas. Sia serviría como informante, vigilaria los pasillos para no toparnos con nadie. Habíamos pasado por la enfermería diciendo que no nos sentíamos bien, nos habían creído y al menos por el día de mañana no nos esperarían en clases por enfermedad.
Una vez caída la noche, Asia volvió a mi habitación señalando que no había gente en los pasillos, y si esperábamos el momento oportuno era este.
Con linternas en mano llegamos a la salida tracera, aquella en la cual nos desmayamos al conocer a Asia junto al profesor Valdor. Una vez listos corrimos al bosque hasta estar seguros de que nadie nos vería. Ahora ya era tarde para arrepentirse, no había vuelta atrás, Sia se paró frente a nosotros mirándonos sería esperando a ver si nos arrepentiriamos, al ver que eso no ocurrió se dispuso a flotar.
-espero que traigan zapatos cómodos- hablo la chica fantasma -por que el camino es largo de andar, estén atentos, a esta hora suelen cazar animales y vampiros- dijo con una sonrisa en el rostro.
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Rosas De Sangre
Science FictionIris, es una estudiante de internado en transilvania, hogar de los vampiros, quienes han atormentado a los humanos desde hace 1600 años. Su desprecio y curiosidad hacia ellos la arrastran a escuchar las innumerables leyendas sobre los depredadores n...