El bosque de los lamentos

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Lo seguí casi arrastrándome, tenia miedo de estar sola con él, en cualquier momento podría girarse y tratar de matarme. Creó que paso demasiado tiempo con Adam.

-entra- me ordeno. Al darme cuenta el me había guiado hacia la enfermería del internado, conocía a la perfección este lugar hace unos meses fui ayudante de la enfermera -no creerás que te dejaré con ese tobillo desangrado- me miro con una expresión que no sabría describir, era una que no había visto en toda mi vida.

Aun confundida entre a la habitación después del maestro y cerrando la puerta detrás de mi. Me atreví a caminar hacia la camilla y sentarme en el borde de esta, mi mirada vigilo al hombre que buscaba las cosas para curar mi tobillo, una vez que las encontró deslizó una silla para quedar frente a mí en la posición correcta para tratar mi herida.

-eres muy descuidada Iris- parecía un regaño, pero no lo tome como tal, era muy raro que me llamara por mi nombre cuando siempre solía llamarme por mi apellido. Comenzó a limpiar mi herida que ahora que la veo parecía dar dos vueltas a mi tobillo -eres igual de descuidada he inquieta que tu madre- continuo hablando, por primera vez en años sentí mi corazón encogerse -Raquel siempre era descuidada, terca en ocasiones y llena de energía- río bajo al recordarla, fue una risa que me contagio ligeramente.

-también era hermosa- agregue. Recuerdo haber visto a mi madre tan bella incluso el día de su muerte. Me enorgullecía ser su hija y que me dijera lo hermosa que mi madre era.

Valdor abrió un paquete de vendas para sacar un rollo de este y comenzar a desenrrollarlo lentamente mientras cubría mi tobillo.

-tu apellido es el de ella ¿qué paso con tu padre?- me pregunto sin voltear a verme en ningún momento.

¿Mi padre? Era algo que ya había olvidado hace muchos años atrás, no recuerdo haber pasado tiempo con él en toda mi vida.

-no lo se- respondí algo bajo al darme cuenta que había pasado todos mis años de vida sin pensar en lo que le paso a mi padre, tal vez si lo había preguntado a mamá, pero fue hace mucho que ahora es un poco borroso para mi -mamá decía que la tierra se lo tragó apenas nací... Supongo que no quería cuidar de mí- bromeé aunque mi corazón se estuviera rompiendo.

Valdor terminó de vendar mi tobillo para colocarse de pie.

-ya puedes irte- me respondió para cambiar el tema, él comenzó a guardar las cosas que había utilizado mientras yo caminaba hacia la puerta que habíamos usado para entrar -Iris- me llamo nuevamente -¿como esta tu madre? Hace mucho que no se de ella, mas bien desde que llegaste a estudiar aquí- me preguntó.

Tome aire para luego soltarlo en un suspiró, solía hacer eso para no llorar pero me fue imposible que mi voz saliera rota.

-mi madre falleció un mes antes de que yo llegara aquí- le respondí gire mi cabeza para que no viera mis lágrimas caer en ese momento -cuando supo que usted daba clases aquí se sintió aliviada y en su lecho de muerte me suplico que viniera a estudiar aquí- y sin mas salí del lugar cerrando la puerta detrás de mí.

Camine por el pasillo limpiando mis lágrimas con mis dedos rápidamente.

-¿todo bien?- me preguntaron. Al levantar mi mirada vi a Adam frente a mi con cara de preocupación, me examino rápidamente con la mirada para luego abrir sus brazos.

Camine rápidamente hacia él para abrazarlo y derramar otro poco de lágrimas sobre él.

-todo bien- apenas respondí una vez que pude tranquilizarme.

Adam camino conmigo fuera de la escuela en dirección al borde del bosque prohibido. Había logrado calmarme mientras le contaba a mi mejor amigo lo que había sucedido con Valdor unos momentos atrás. Llevábamos alrededor de una hora caminando y ya estábamos al borde del bosque.

-alguien me dijo una vez que a este bosque le dicen el bosque de los lamentos- trato Adam de cambiar el tema de conversación.

Aun teníamos una linterna que comenzaba a quedarse sin batería, pero al alumbrar el fondo del bosque casi se nos sale el espíritu al ver una sombra con capucha negra caminar en el medio del bosque.

-¿es un alumno?- pregunté. Nuestro deber era detener a cualquier persona que estuviera fuera de su cama, nunca creí que de verdad hubiera un inutil que se le ocurriría entrar al bosque en medio de la noche -siguelo- le dije a Adam mientras le arrebataba la lámpara de su mano.

El se pegó a mi mientras avanzábamos dentro del bosque, un lugar que nunca había visto ni entrado en toda mi vida. Los árboles eran abundantes y la luz de la luna no pasaba a través de ellos, la lámpara era lo que apenas podía alumbrarnos por su baja batería, pero la persona que estaba frente a nosotros caminaba sin luz a la perfección.

-parece como si estuviéramos cumpliendo un castigo- se aferro más a mi el pobre Adam. Tenía sus manos alrededor de mi cintura para abrazarme, pero entre más fuerza aplicaba más me elevaba del suelo y no me dejaba caminar.

-si no dejas de abrazarme me romperlas a la mitad- le susurré en un regaño, pero fue en vano pues aun continuaba aferrado a mí -¿a donde irá?- me pregunte mas a mi misma que a él. La persona encapuchada había desaparecido y nos habíamos quedado sin luz una vez que a la linterna se le acabo.

-tiene que ser un chiste- susurró Adam en pánico , sacudía la linterna para ver si aun tenia batería o un pequeño rayo, pero el aparato estaba tan seco como los árboles muertos del bosque -dime que sabes el camino de vuelta-

Me giré a todos lados tratando de ubicarme, pero lo malo era que ni siquiera había mirado hacia atrás o por donde caminábamos una vez que entramos al bosque.

-no entres en pánico, alguien debe venir por nosotros- lo tranquilice mientras ponía mis manos sobre las de él, las cuales estaban en mi cintura.

-Iris, entramos aquí sin que nadie se diera cuenta- me recordó -¿cómo demonios vendrán por nosotros?- me estrujó por lo cual supe que estaba nervioso, enojado y preocupado.

La realidad comenzó a oprimir mi corazón y empecé a pensar en los peores escenarios de mi muerte, morir en un bosque no había sido mi mejor opción.

-okey...- hable en un susurro preocupada -entremos en pánico concluí.

Rosas De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora