La primera lección

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Estaba colocándome los zapatos escolares negros, ya había cepillado mi cabello y mis dientes, tenia el uniforme puesto correctamente, solo debía tomar mis libros para salir luego de aquí.

-que tengas un buen día Iris- me hablo mi compañera de dormitorio mientras también se arreglaba.

-gracias- le agradecí mientras caminaba algo apurada hacia la puerta -tu igual Amber- me despedí con la cabeza y una sonrisa en mi rostro.

Amber, es la presidenta del cuerpo estudiantil, al asignar compañeros hicieron falta dormitorios, ella se ofreció para ser mi compañera. A pesar de ser un año mayor que yo, Amber sabia como convivir felizmente conmigo, si tenia problemas con profesores o me enfermaba y no podía asistir a clases, esa morena me ayudaba sin dudar, me aconsejaba he incluso podía conseguirme ciertos privilegios, pero yo no abusaba de eso.

Salí como alma que lleva el diablo, tenia 3 minutos para llegar a clase y lo peor era que nuevamente, tenia unas interminables 2 horas con Valdor.

Corrí por los pasillos tratando de que nadie me viera, estaba prohibido correr por los pasillos, pero esto es de vida o muerte.

La puerta aun estaba abierta, los que significaba que aun no llegaba, frene antes de pasar de largo, logre agarrar el marco de la puerta para poder quedar frente a la puerta. Llame la atención de todos mis compañeros, quienes me miraban impresionados.

-a eso le llamo tiempo récord- se burlo Adam quien ya estaba sentado, todos comenzaron a aplaudirme por mi excepcional triunfo.

Sonreí orgullosa de mi logro, arregle mi alborotado cabello con mis dedos mientras caminaba junto a Adam. Nuestras mesas son compartidas, como a nadie le interesa con quien nos sentemos, lo hacemos por afinidad o por necesidad.

-pensé que no lo lograba- dije jadeante mientras me sentaba en mi lugar.

-estas colorada de la cara- se río de mi Adam mientras señalaba mi cara. Una vez que estuve sentada, pude darle un golpe en la parte trasera de su cabeza para que dejara de reírse.

La puerta se cerro, Víctor Valdor había llegado para su aburrida clase, traía una cara de pocos amigos, como si en toda la noche no hubiera podido dormir. Mi mayor sueño es que un día diga "me siento mal así que pueden retirarse", pero sé que nunca pasara por mas que lo pida a gritos. Además de que nunca había visto a ese hombre con otra cara que no fuera de odió, y personalmente, conmigo no pondrá otra.

-veo que si lograste llegar Brethav- hablo mientras daba la espalda a nosotros, estaba colocando sus libros en la mesa, y aun así me estaba hablando -cuando te vi correr como alma que lleva el diablo me pregunte si te romperías los tobillos antes de llegar- no sabia si ofenderme por el tono serio que usaba o reírme por sus palabras -pero veo que estas en una pieza- me miro por encima de su hombro por un segundo y luego regreso a sus cosas.

Di un suspiro cansado y me deje caer lentamente sobre mi mesa, extendiendo los brazos sobre esta.

-a eso le llamo odio- me susurro Adam una vez mas para burlarse.

-y el sentimiento es mutuo- dije del mismo modo que él. Reí bajo para luego, volver a enderezarme en la silla correctamente.

El hombre saco su libro y comenzó a hojearlo, aunque en realidad no parecía leerlo.

-bien pongan atención porque no lo voy a volver a repetir- finalmente hablo, cerro bruscamente su libro para enviarlo a volar detrás del escritorio -hoy les explicaré los inicios de esta guerra- hizo un ruido con su garganta para comenzar con la explicación -es de principios que saben desde cuando estamos en guerra, pero ¿saben por qué se inicio?- preguntó tratando de hacer dinámica la clase.

Un joven al fondo de nuestro salón elevo la mano, el profesor hizo una seña para que pudiera hablar.

-los vampiros comenzaron a incrementar las cazas de humanos, haciendo que llegáramos casi al borde de la extinción- dijo de forma seria.

-¡correcto!- señalo el profesor. Por primera vez en años, vi algo que creí imposible, un brillo de felicidad al explicar su clase -pero esto no siempre fue así- mientras comenzaba con su explicación, caminaba de un extremo a otro frente a nosotros, algo muy poco común en él, tal parece que el tema le apasiona -alguna ¿vez escucharon el nombre de Todd Camus?- hizo un gesto de curiosidad con las manos, nadie respondía a la pregunta -bien... Todd Camus es el nombre del rey de los vampiros, así como nosotros solíamos tener reyes y reinas, lo mismo ocurre con los vampiros-

Adam se inclino un poco mas hacia mi para poder susurrarme algo al oído.

-¿y que tiene que ver esto con el programa?- me preguntó. Al inicio del ciclo escolar nos daban un papel con los temas que veríamos con cada materia, pero este tema no lo vi por ningún lado.

-ni idea- le devolví el susurro -espera un segundo- reaccione rápidamente al procesar lentamente sus palabras -¿tu lees el programa?- le mire curiosa, a lo que Adam se hizo el ofendido.

-pues que crees que hago cuando me salto las clases- susurró por ultima vez.

Volví a centrar mi atención en la explicación de Valdor, por suerte nuestra conversación no me había perdido de casi nada.

-el rey de los vampiros es la única persona que puede mandar al resto de ellos- continuaba explicando el hombre -sin embargo, antes de Todd, hubo otro rey, su nombre era Harsal Camus, el padre de Todd-

Una pregunta se formulo en mi cabeza rápidamente, y con lentitud eleve mi mano derecha para llamar la atención del profesor. El me miro curioso, pues es un poco raro que yo pregunte cosas durante una explicación.

-tengo una duda- hable un poco bajo para luego elevar un poco mas mi voz -si la realeza es igual que la de los humanos significa ¿Qué Harsal murió?- realice mi pregunta lo mejor que pude.

-así es- respondió rápido y seguro el hombre, llenándome con otra duda aún mas grande.

-¿entonces existe una forma de matar a un vampiro?- le pregunto completamente impresionada.

Los vampiros son seres inmortales, no los matas con una estaca al pecho, el ajo no les asusta y el sol solo los limita en su caza. No había escuchado de que un vampiro muriera.

-si- me respondió fríamente el hombre -existe una muy vieja leyenda a la cual en lo personal le creo completamente, creo que es el mejor argumento que tenemos- se llevo una mano al pecho para verse mas sinceró.

Rosas De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora