Aun con el libro aferrado a mi pecho como si mi vida dependiera de el, salimos de la biblioteca corriendo como alma que lleva el diablo rumbo a los dormitorios. Si nos atrapaban fuera de la cama a esta hora, me tocaría hacer una visita al bosque por castigó.
El bosque, podría decirse que es la conexión entre nosotros y el reino de los vampiros, se dice que si logras atravesarlo podrás encontrar a los cazadores de la noche. Los que lo intentan nunca regresan, o al menos no vivos, se implemento como castigo desde hace años pero desde hace 40 años no se a aplicado debido a que no hay necesidad.
-voy... a romper... mi tobillo- dije jadiante mientras aceleraba el paso.
-mejor tu tobillo y no nuestro cuello si nos atrapan- respondió Adam. En otro momento lo hubiera golpeado, pero estoy tan ocupada tratando se llegar en una pieza que mejor lo deje pasar por esta vez.
Al girar en la siguiente curva del pasillo, una luz me deslumbro sorprendiéndonos a ambos, era la luz de una lampara de vigilancia. Para mi mala suerte nos habían atrapado.
-¿Iris?- me llamaron. Aun con el corazón detenido, abrí mis ojos lentamente, cuando finalmente mis ojos se acostumbraron a la luz y pude enfocar, sentí el alma regresar me al cuerpo.
-oh Amber eres tu- solté en un suspiro de alivio y liberando el aire que había retenido en mis pulmones sin darme cuenta.
Amber me miro de arriba a bajo con sus hermosos ojos verdes, había envidiado esos ojos desde un principió cuando la conocí hace algún tiempo.
-no deberían estar aquí- nos dijo a ambos en un leve regaño disimulado -Adam ve a tu dormitorio antes de que alguien te vea- le indico a él. Se acerco a mi en un susurro diciéndome "suerte" y luego se fue.
Una vez que lo perdí de vista, me gire nuevamente hacia Amber apenada por la situación. La chica me miraba esperando una justificación de mi parte.
-lo siento- fue lo primero que pude articular, mis manos sudaban por los nervios de haber sido atrapada -fui a la biblioteca con Adam y se nos paso la hora, no fue intencionalmente- me justifique a duras penas. No era la mejor excusa, pero si era le verdad.
Aferre aun mas el libro a mi pecho, acción que le llamó la atención a Amber. Ella soltó un suspiro y me sonrió tiernamente para disolver la tensión en el ambiente y calmarme.
-esta bien- se coloco junto a mi, paso su mano libre por mis hombros para abrazarme -tienes suerte que yo te encontrara, la profesora de ciencias también esta patruyando, Valdor igual- comenzó a caminar junto con migo en dirección a los dormitorios. Cuando menciono a Valdor me sentí realmente agradecida de que fuera ella -se a reforzado el patrullaje desde que se reporto pasos y una melodía en el área oeste- me explico un poco mas la situación.
Se nos tenía prohibido salir de las habitaciones cuando el sol se oculta, era una medida de seguridad debido a que era la hora favorita de los cazadores para salir. Por seguridad no lo hacíamos, sin embargo somos jóvenes y las instrucciones nos entra por un oído pero salen por el otro, según los profesores es normal a nuestra edad, desobedecemos muy seguido es nuestra naturaleza común.
-gracias por no reportar nos Amber, nos salvaste de una grande- susurré para no ser escuchada por el eco en los pasillos. Al ser la presidenta del consejo estudiantil, su deber era patrullar los pasillos de ambos dormitorios -me apena esta situación, no se como pagartelo- la mire tímida.
Ella me sonrió gentilmente, esto me hacia sentir peor con migo misma y creo que se lo transmití.
-bueno- habló nuevamente -si tanto quieres pagarme, que te parece ayudarme mañana- propuso amistosa con sus preciosos ojos brillosos.
-esta bien- me rendí ante su tierna mirada y su sonrisa angelical -¿como te puedo ayudar?- le preguntó sonriendo le tímidamente.
Finalmente habíamos llegado a la puerta de nuestro dormitorio, di unos pasos hacia adelante para pararme frente a Amber y así mirarla a los ojos.
-necesitó que patruyes los pasillos del área oeste- me comenzó a explicar, Amber casi nunca me había pedido ayuda a menos que realmente la necesitara. Supongo que a pesar de ser varios los vigilantes por las noches, esta escuela sigue siendo extremadamente amplia como para vigilar cada pasillo y rincón -trae a Adam, solo tengo que avisar a los profesores- me sonrió nuevamente.
Asenti con la cabeza, Amber se da la vuelta llevándose con sigo la luz de la lámpara de mano que trae con sigo, pero logro encontrar el picaporte y abrir la puerta antes de volver a la oscuridad. Antes de que ella se valla y yo entre, saco un poco la cabeza.
-buenas noches Amber- me despedí con un gesto de mano y una sonrisa en mi rostro.
Amber al igual se despidió con la mano y desapareció en el oscuro pasillo llevándose la luz de su lampara para continuar con su desgastante trabajo.
Una melodía en el área oeste, la misma área que Adam fue a inspeccionaron días atras. Dijo que había una especie de salón de baile o biblioteca que estaba en ruinas.
-esto sera interesante- me dije a mi misma una vez dentro de mi dormitorio. Me cambie de ropa a mi pijama un tanto reveladora, tome el libro que había sacado de la biblioteca sin permiso y lo oculte junto a otros libros sobre mi escritorio.
Esa noche dormí sintiéndome observada, podía sentir que alguien estaba con migo en la habitación pero no sabía donde exactamente. Varias veces me desperté creyendo que era Amber, pero para mi sorpresa, ella llego mucho mas tarde, casi había amanecido.
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Rosas De Sangre
Ciencia FicciónIris, es una estudiante de internado en transilvania, hogar de los vampiros, quienes han atormentado a los humanos desde hace 1600 años. Su desprecio y curiosidad hacia ellos la arrastran a escuchar las innumerables leyendas sobre los depredadores n...