PUNISHMENT › Knj ❛+18❜

27 | Sin libertad

Un mes después
Yoongi
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—El FBI no cuenta con jurisdicción capaz de permitirle ejercer esta clase de operaciones en contra de los grupos criminales con los que estamos tratando. Si vuelvo a escuchar de algún acto igual al que ejercieron hace poco, serán llamados inmediatamente a mi oficina, y serán expulsados de las fuerzas especiales, se olvidarán de ser agentes del FBI. ¡¿Han quedado claro?!

Escucho esa voz firme y clara resonar en mi oído, evito más complicaciones de las que ya tenemos.

—Sí, señor —solo respondo con esas corta y tan insignificantes palabras.

Realmente tenía razón, no tenía la capacidad para ejercer operaciones como las que decidimos organizar, el que hayamos pasado un largo mes investigando más a fondo que nunca me hace perder la razón, esta operación no avanzaba, y tenía otros asuntos importantes que ocupaban mi mente.

—¡Por un demonio, descubre el nombre de la esposa de Kim Namjoon! ¡Será más sencillo capturarlo! —el jefe vuelve a gritar desde el otro lado de la línea.

Realmente lo estaba intentando, pero esa mujer era una clase de fantasma, no había huella alguna que la persona infiltrada para mí pueda descubrir, nadie en la sede de Seúl conocía de ella, solo había escuchado cosas insignificantes para mí. "Es una mujer muy hermosa", ese entre otros comentarios eran los que resaltaban en cada reunión o... "chismerío" que escuchaban de los demás trabajadores.

Hace casi una semana, tanto Jungkook como yo, habíamos tomado un pequeño descanso, mientras que Yeonjun continua con su rabieta luego de enterarse de que la persona que le comunicaba detalles de Hwang Hyunjin había muerto.

Todo marcha terriblemente mal, y los días se acortaban luego de conocer el tiempo específico en el que el último enfrentamiento entre aquellos candidatos se daría.

Pero a pesar de ello lo que más me tenía preocupado era conocer que había ocurrido con Alice. Ni una sola llamada volvió a responder, y cuando pregunté por ella en aquel restaurante donde la conocí me comentaron que había renunciado. Simplemente desapareció.

Alice
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—¡Otro! ¡Otro! ¡Vamos usa las piernas!

Respiro con dificultad, pero intento continuar con sus indicaciones, este era uno de los peores ejercicios que realizaba a diario, pero prefería no protestar, de igual manera no podía hacerlo.

Cada mañana me levantaba más que nada sospechando de su actitud, si alguna oportunidad esa expresión de completa serenidad cambiaría, si un momento a otro regresaría, el Kim Namjoon de antes, el hombre que me ofreció aquel trato, el hombre con el que durante dos noches había compartido la misma cama.

Había dejado todo eso atrás, no sé si realmente debía preguntarme donde se encontraba cada noche, o simplemente pasar de ello, pero luego de muchas horas después regresaba más feliz que cuando interactuaba conmigo o con Casian.

—¡Golpea con más fuerza! —vuelve a gritar, esta vez mucho más cerca—. Muy bien, falta poco.

El saco que tengo frente a mí se había convertido en mi nuevo esposo estos días, lo digo porque prácticamente dormía con él. Realmente extraño a Hoseok, era el ritmo perfecto para mí, pero sin la nueva ayuda recibida no hubiera podido lograr lo que estoy por hacer.

—¡Ahora!

Dejo caer una de mis rodillas al suelo, retiro más que inmediatamente el objeto guardado en el arnés bajo mi vestido y apunto, un pequeño, pero tan significativo respiro me permite enfocarme, disparo, y al fin consigo dar en el blanco.